Blogia
Antón Castro

CITA DOBLE CON LABORDETA

Esta noche, a las 21.15, Borradores emite un especial dedicado a José Antonio Labordeta. Publico aquí este ‘Diccionario íntimo y autobiografía’ que propone un recorrido por su universo. Estos textos pertencen a ’Banderas rotas’, ’Tierra sin mar’, ’Un beduino en el Congreso de los Diputados’ y a ’Regular, gracias a Dios’.

 

 

DICCIONARIO AUTOBIOGRÁFICO

 

LA INFANCIA

 

Siempre que vuelvo a aquellos días [de infancia] reproduzco la misma escena: un niño que soy yo con su gorrita, sus guantes, su chaquetita, una cartera de cuero tipo mochila y un grueso abrigo -en mi memoria siempre es invierno-, esperando el tranvía que a diario me llevaba hasta el lugar donde se levantaba el Colegio Alemán. Hay que pensar que estamos en el año 1941. (?) Recuerdo que mi padre todas las noches escuchaba Radio Londres junto a mis dos hermanos mayores, Miguel y Manolo. Lo hacían como si fuera un ritual y de la misma manera señalaban en un atlas Salinas la marcha de los combates. Para ellos era algo importante.


EL PADRE, DON MIGUEL

Mi padre fue un hombre alegre y muy rumboso, y sus sueños pasaban por tener en su pueblo natal una buena partida de olivares, llegar al pueblo de Goya, Fuendetodos, conduciendo un Buick amarillo bajo el griterío de los muchachos, pagar unas vacas -nunca tuvo una perra- y planificar el partido político que bajo las alas de la Izquierda Republicana pusiera a su tierra en primera fila. (?) Pero ante todo, mi padre fue un gran señor y de ese buen hacer dan cuenta muchos de los hijos represaliados por el franquismo y que no podían pagar el precio de la mensualidad. Él se lo perdonaba porque era consciente de que la guerra había destrozado muchas familias; siempre decía lo mismo a la humillada madre: "Cuando pueda el chico, ya me lo pagará".

LA MADRE, DOÑA SARA

A mi madre, mi padre la enamoró con palabras y buenas maneras, algo que ella apenas había visto en un hombre. No sé cómo fue la boda, pero el retrato de mis padres, fotografiados por uno de los mejores fotógrafos de la ciudad, muestra a unos novios de una elegancia casi exquisita, como si fueran actores de una de esas películas que en ese momento estuviera en la cartelera. Él, un chaqué, un sombrero de copa en la mano y dos guantes blancos. Ella, un vestido de noche oscuro, una diadema en el pelo y, entre la humildad y su fina belleza, una mirada de mujer enamorada. (?) Mi madre era la madre de todos aquellos chavales que andaban bastante desnortados (?)

EL MERCADO CENTRAL

Cada vez que veo el Mercado Central me acuerdo de él [mi padre] y de aquellos años de internado y carbón. El carbón, recuerdo, estaba por todas partes en aquel edificio tan destartalado: de las bodegas a la inmensa cocina, donde quedaba almacenado, para permitirnos sobrevivir a la rutina y al duro invierno.

EL SERVICIO MILITAR

Una visita que recuerdo llena de ternura en aquellos días de desolación y angustia fue la de mi hermano Miguel con el poeta Fernando Ferreró. Yo volvía a estar arrestado y como no podía salir del cuartel, lo único que pude hacer con mi permiso fue comer con ellos en la cantina. Fernando contó mil expresiones de mi hermano, sobre todo aquella que protagonizó el día anterior en Barcelona cuando preguntó en un bar por ’la tauleta dels resultats’. Parece que tuvieron que salir corriendo: el Barça había perdido en aquella jornada.

GEORGES BRASSENS

Una tarde (?) fuimos a Marsella a oír a Brassens. (…) Al final del concierto casi no podía levantarme del asiento, tan emocionado como estaba de lo que aquel tipo era capaz de hacer con una guitarra, una voz tenue, un contrabajo y, de vez en vez, con la presencia de un acordeón. Casi lloré por el ibón de Estanés, la nostalgia del recuerdo y la emoción frente al Gorila. (?) El cantautor con quien más me he identificado ha sido Georges Brassens, sin duda. Era un gran poeta, un gran músico y me gustaba de él su actitud humana, muy coherente a lo largo de toda su vida. Me parece todo un ejemplo. Posee -y yo también lo tengo- ese sentido depresivo de que el tiempo lo acaba por destruir todo. Es una especie de desencanto continuo que yo también comparto.

TERUEL

Como decía un prologuista mío (Federico Jiménez Losantos), a mediados de los 70 Teruel era la ciudad más pogre de España, lo que pasa es que España no se daba cuenta. Ni Teruel tampoco. Y en especie de paraíso terrenal caímos Juana y yo, recién casados. (?) Montamos teatro -Cervantes, Shakespeare, Mrozek-, transformamos la biblioteca en libros legibles y con José Sanchís -el cátedro de literatura- apoyamos a los chavales en todo lo que querían aprender. (?) Cambiamos el aire denso de una atmósfera irrespirable por un lugar lleno de vida, de humor y de alegría.

EL CANTAUTOR

Ahondamos en Brassens, en Brel, en los corridos mexicanos y acabé grabando un EP -’Cuatro Canciones’- cuya oferta de grabación apareció en ’Cuadernos para el diálogo’. Todos los días a la hora del bocadillo, los ’gamberros’ de los alumnos ponían una moneda de cinco pesetas en la máquina de reproducir música y me tenía que escuchar los leñeros, los masoveros, las arcillas y una canción que me había traído de Francia y que me la grabaron como un corrido mexicano.

’ANDALÁN’

Aquel semanario, que fundamos en 1972, iba a llamarse ’Andalán’. Y fue curioso cómo convergieron hacia aquella locura profesores universitarios, periodistas, trabajadores, poetas, políticos de ambición o de ensueño, es decir, los que acabarían medrando y aquellos que ponían el corazón en la puerta de su casa. Casi casi como miembros de un patera iniciamos el tránsito desde una buhardilla desolada de la calle San Miguel, ya en Zaragoza, y en la que nos reuníamos todos los lunes para preparar el editorial y los contenidos. (...) Aquí no ha habido nunca un proceso cultural tan importante como ’Andalán’. (...) La democracia y la clandestinidad no sentaron bien a los medios que vivimos entre la clandestinidad y el humor.

EL P.S.A.

El PSA ha muerto. Se ha autodisuelto. El fin de una hermosa utopía se ha cumplido. Otra esperanza perdida en un pequeño y viejo país tan necesitado de utopías y tan carente de ellas. Ha sido la victoria del ’sentido común’ sobre los sueños, la imaginación, el humor, la praxis con revoloteo de arcángeles y el suspiro de unos adolescentes camino del lecho del amor.

UN UNIVERSO PROPIO

Mi mundo es un mundo entre lo telúrico de la infancia, mis padres, mis amigos, Zaragoza y sus mitos cotidianos (la vieja, San Lamberto, el barrio, el Mercado), Aragón y la nostalgia de la libertad. (…) En mis discos hay siempre himnos esperanzados y por otra parte canciones muy dolorosas, como puede ser ’Banderas rotas’. (…) En toda mi trayectoria hay un hilo conductor: el camino que ha ido hacia la libertad, hacia la democracia, que es lo que ha sucedido en este país.

ARAGÓN

Este duro Aragón de todos los demonios, de los hombres que sobrevivieron a un modo de vida descarnado y a los que ahora intentan sujetarlo, a veces, insujetable. Si en esta tierra dura, de climas extremos, de economías rudimentarias, no hubiese habido, y hubiera, gentes con enorme tenacidad y ese coraje, no existiríamos. Pienso que un día, con toda la humildad del mundo, habrá que hacer un homenaje a ese hermoso tesón que es el coraje y que nos ha hecho así, como nosotros, como la tierra y el clima nos va pariendo, construyendo y matando.

EL MAR

Siempre he tenido envidia de los poetas o escritores que vivían en casas frente al mar o que, en paseos cotidianos, se acercaban hasta él para comprobar su belleza, su inmensidad y su paisaje cambiante y lleno de emoción. Por ello, como soy de un secano cerril y ’tierradentro’, nunca he podido tener un mar y, desde niño, convertí para mis adentros y mis ensoñaciones la plaza del Mercado en mi mar privado. (…) De noche, cuando el Mercado descansa, si escuchas en el silencio un resoplido lejano, es el vientre de este gran barco varado que se recuperar del trajín cotidiano.

’UN PAÍS EN LA MOCHILA’

Nunca agradeceré suficientemente a dos paisanos, José Luis Rodríguez Puértolas y Manolo Serrano, productores en TVE, el hecho de que un día me llamaran -entonces me ganaba la vida haciendo un ’magazine’ en Onda Cero- para ofrecerme la posibilidad de realizar unos documentales en los que saliera la España interior -aquí en el Hemiciclo se habla poco de ella- y se hicieran vivos retratos del paisanaje superviviente de ese territorio en su mayoría agonizante.

LA ANÉCDOTA

[Uno de los pescadores de la bahía de Fornells, Menorca], añadió: Yo sé quién es usted. Mi mujer y yo pedimos el día de nuestra boda que nos cantasen una canción suya: el ’Canto a la libertad’. Así que esta noche viene a mi casa, come tanta langosta como quiera y nos canta el canto.

PASEOS EN CASA

Cuando uno no tiene más que su casa como recorrido y vida, hace de ésta un lugar tan hermoso como el más hermoso. A los paseos se suma un ejercicio que también realizo todos los días para intentar fortalecer mis piernas: tras la caída quedaron medio muertas. Mi casa, como digo, es mi refugio y también mi condena y todos los días, tras finalizar mi paseo de veinte pasillos, acepto que este paseo ficticio es mi vida y quiero hacerlo todos los días y me doy cuenta de que cada vez necesito menos cosas para ser feliz. Yo, que para vivir necesitaba hacer tanto y tanto, estar con tanta y tanta gente, descubro ahora que la monotonía en la que se ha convertido mi vida ya no me resulta insoportable, sino extrañamente agradable.

 

2 comentarios

Inde -

Como vivo cerca, es un recorrido habitual: cruzar Cesaraugusto, pasar por delante del mercado (que solo duerme de noche, y poco) y atravesar la plaza de San Cayetano, camino adonde sea. ¿Cómo no me voy a acordar, casi cada día, de Labordeta?

José María -

No me perderé el programa, Antón. Muchas gracias. Y un gran abrazo.
José María