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Antón Castro

CUATRO POEMAS DE ANTONIO RIVERO TARAVILLO

CUATRO POEMAS DE ANTONIO RIVERO TARAVILLO

Publico aquí cuatro poemas inéditos del editor, traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo. En su sello Paréntesis ha publicado a tres autores aragoneses: José María Conget, que reside en Sevilla, Olga Bernad y Chesús Yuste.

 

TU NOMBRE ES MAUD

 

(Homenaje a W. B. Yeats)

 

Ahora que ya tengo tu rechazo

condesgarrándome el pecho,

corre, quema etapas, apresúrate,

y con él, o con otro, da lo mismo,

ten una hija hermosa que te copie.

 

Renovada tu imagen, la esperaré,

para repetir mis yerros.

 

 

THE LAST ROSE OF SUMMER

 

Sabiendo que nunca me equivoqué

sino en las cosas que yo más quería

 

                                   Luis Rosales

 

Gracias a ti, excesivo aire acondicionado,

que acatarras mi imagen

y ya puedo aparecer congestionadamente

disimulando las lágrimas

 

(de haber sido en primavera

hubiera tenido que pretextar

la primera alergia de mi vida);

 

y gracias, Luis Rosales: tu “Autobiografía”

es con, su desolación, estética coartada,

y portas sobre tus hombros mi fracaso.

 

Este verano, súbitamente,

el primer día de mi invierno.

 

 

 

ARDBEG UIGEADAIL

 

El mejor malta del mundo

en la Jim Murray’s Whisky Bible 2009,

pero no por su sabor ahumado o su recuerdo

a arenques en salazón

según una prueba de cata;

 

no, el mejor

porque lo probé contigo una tarde

cuando aún el amor era posible.

 

Hoy daría todos sus barriles

por una sola gota

de agua –aunque fuera del grifo–

abrazándote en la cocina.

 

¡Single Malt! Desde que tú te fuiste,

más solo que nunca.

Y, como afirma la cata, persistente.

 

 

 

WHISKY CON HIELO

 

                        I

 

Entre 700 y 1.000 años

de edad tiene este hielo

desprendido de un glaciar,

su transparencia en el whisky.

 

Trescientos años de margen de error:

cuatro o cinco veces el plazo

de mi existencia.

 

Agua de muchas vidas.

                                      Uisge bheatha.

 

                        II

 

Ayer,

contigo,

el mejor whisky del mundo

con un agua común.

 

Pero hoy cambian las tornas:

muy lejos,

el mejor hielo del mundo

–tardará mucho en licuarse–

y un whisky corriente.

 

Y si es cierto que entonces

te tenía junto a mí,

hoy ocupas mi pensamiento,

destellando aún

como el hielo en el vaso

cuando el whisky se ha ido.

 

III

 

Es un buen whisky de 12 años.

Mezclado con el hielo de 800,

hacen buena pareja.

Qué importan, pues, los otros doce

que a ti y a mí nos separan.

 

Cuando todo termine,

aún te seguiré amando;

como este hielo

que, cristalino y puro,

no se derrite.

 

 

ANTONIO RIVERO TARAVILLO

 

Premio Andaluz a la Traducción Literaria por sus versiones de John Keats (Poemas, 2006), y Premio Comillas de Biografía por Luis Cernuda. Años españoles (1902-1938) (2008), es autor de los poemarios, Farewell to Poesy (2002) y El árbol de la vida (2004), más la plaquette Bajo otra luz (1989).

Ha publicado, entre otras, traducciones de libros de poetas como Alfred Tennyson, Robert Graves, Ezra Pound, Christopher Marlowe, John Milton o, en 2010, la Poesía completa de William Shakespeare y la Poesía reunida de William Butler Yeats, así como antologías de poesía norteamericana, irlandesa medieval y gaélica escocesa (todas en traducciones directas). También, novelas de Jamie O’Neill, Jonathan Swift, Flann O’Brien y numerosos otros.

En prosa, su obra incluye Las ciudades del hombre (1999), Los siglos de la luz (2006), Con otro acento. Divagaciones sobre el Cernuda “inglés” (2006, Premio Archivo Hispalense), Viaje sentimental por Inglaterra (2007), Las líneas de otras manos. Esbozos de crítica literaria (2009) y Macedonia de rutas (2010).

Ha dirigido la Casa del Libro de Sevilla y las revistas Mercurio y El Libro Andaluz. En la actualidad es director literario de Paréntesis Editorial. [Esta foto me la ha mandado Antonio Rivero Taravillo.] 

2 comentarios

Kenit Folio -

Buenos poemas.
Un saludo.

Fan -

¿Por qué habra dejado su blog sólo visible para unos pocos privilegiados? ¿Será que la plebe no podemos seguir leyéndolo con deleitado asombro? ¿Será que recela de algún lector que en realidad aprecia su buen hacer? ¿Será que ahora escribe chistes secretos? ¿Qué será, Antón, qué será? Hoy no duermo la siesta.