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Antón Castro

EL MATARRAÑA MÁS LITERARIO

EL MATARRAÑA MÁS LITERARIO

[Montse Castellá, Octavio Serret, Cisco Sánchez, Chusé Aragüés, el presidente de ASCUMA, Santi Borrell y Juli Micolau, en la Parada de Torre del Compte] 

 

Un río de literatura en las lenguas de Aragón

 

 

[El Matarraña y su comarca concentraron este fin de semana, en La Fresneda, Torre del Compte y Valderrobres, a más de un centenar de escritores en castellano, aragonés y catalán. Se presentaron dos libros: ‘Poesia a la frontera’ (Serret/March), con 95 poetas, y ‘Tren de Val de Zafán’ (Gara d’Edizions), de cuentos y poemas]

 

El Matarraña reivindica desde 1987, de manera sistemática, que es un territorio marcado por la historia, el paisaje y la cultural en general, muy especialmente la creación artística y la poesía. Dice el librero Octavi Serret, de Valderrobres: “¿Qué es la comarca del Matarraña? Es la gente y es este territorio agreste y duro que busca su lugar en el mundo de la cultura. Tengo un amigo que dice que aquí hasta los márgenes son duros. Nuestro éxito, si puede llamarse así, está en la gente que es abierta y hospitalaria. Somos muy nuestros, con una identidad muy marcada. Y el río es el nexo de todo. El poeta valenciano Francesc Mompó dice: ‘Tenéis un río tozudo: va tierra adentro como si huyese del mar.’ Es un río especial”.

El mundo mágico del Matarraña ya existía, ya había tenido sus apologistas –desde Néstor Luján y Juan Perucho a Giorgio della Roca, desde José Donoso y Luis Buñuel a Ángel Crespo, desde los artistas Romà Vallés y Teresa Jassá a Gema Noguera…-, pero Serret ha traído una inyección de actividades e inquietudes: en 2003 empezó publicando libros colectivos de “autores ebrencos” de cuentos, poemas, narraciones policíacas como ‘Un riu de crims’, y ha ido invitando a autores de toda España a conocer este espacio. En 2009 recibió el Premio Nacional por la Proyección Social de la Lengua Catalana.

El pasado fin de semana se realizaron dos actos complementarios: el sábado se organizó, en La Fresneda, la XXI edición de Trobada Cultural del Matarraña, y el domingo, en Valderrobres y Torre del Compte, se celebró la VI Jornada de autores ebrencos del Matarraña y se presentaron dos nuevos libros: ‘Tren de Val de Zafán’ (Gara d’Edizions), y ‘Poesia a la frontera. Antologia de poetes en llengua catalana, aragonesa i castellana’ (March /Serret), “dos libros redactados en las tres lenguas de Aragón donde participan autores de la Corona de Aragón”, matiza el librero y editor.

Entre los numerosos asistentes de las tres comunidades estaban autores, en castellano, como Francisco Javier Aguirre, Manuel Forega, José Antonio Gargallo, Alicia Estopiñá y Emilio Pedro Gómez; Juli Micolau, que reside en La Fresneda (igual que Andreu Subirats) y es uno de los principales autores aragoneses en lengua catalana, Merxe Llop, último premio Guillem Nicolau con su ‘Ressò en l’obscuritat’ (DGA, 2011), Ramón Mur y Artur Quintana, dos clásicos de la divulgación de la lengua y la cultura del Bajo Aragón y el Matarraña; estaban Francho Nagore y Chusé Inazio Nabarro, dos de los autores más conocidos en lengua aragonesa.

Javier Aguirre, autor de varios libros sobre el Matarraña y activo colaborador de las jornadas, señalaba: “Los dos volúmenes significan una contribución importante a la creatividad literaria y una demostración de la vitalidad que existe y de la fraternidad que vincula a las tres lenguas oficiales en Aragón. Es sintomático que los dos editores -uno aragonés como Chusé Aragüés, de Gara, y otro catalán como Cisco Sánchez de March- hayan coincidido en el mismo planteamiento artístico y simbólico, utilizando la poesía y la narración como vehículos para mostrar la unión entre territorios vecinos, respetando la idiosincrasia y la adscripción administrativa de cada uno de ellos”.

Serret, que ha sido coeditor con Sánchez del volumen de poemas, explicaba: “Hemos creído que era la hora de la poesía. Y aquí está en un volumen que marcará un antes y después: 95 escritores que son aragoneses, valencianos, catalanes. ‘Poesia a la frontera’ aglutina a creadores de distintas tendencias, generaciones y procedencias. Su respuesta ha sido muy generosa”.

Francho Nagore estaba tan entusiasmado como perplejo: “Una cosa así casi resulta excesiva, casi inconcebible. Tantos escritores juntos es una fiesta. El Matarraña te atrapa por la cultura y el paisaje: entras en él y ya huele un poco a Mediterráneo”. Con todo, Nagore decía que el catalán de Aragón y el aragonés “se ignoran mutuamente. Estamos demasiado lejos. Y son buenos encuentros así para establecer relaciones”.

Chusé Inazio Nabarro dio clases durante casi una década en Valderrobres y parece conocer muy bien las afinidades entre el catalán y el aragonés. Participa en los dos volúmenes, con sonetos y canciones de estirpe tabernaria y con un cuento en el que rinde homenaje al tren de Gallur a Sádaba, en el que trabajaba su abuelo. “Aquí es donde el catalán más vivo, pero padece problemas semejantes al aragonés de los valles, que se habla menos: también va hacia atrás y pelea contra la amenaza de extinción”.

Merxe Llop, nacida en Nonaspe,  se acercó así a su universo de infancia: “El Matarraña es un paisaje insólito. Parece de secano y a la vez tiene mucho de mediterráneo. Tiene montañas y grandes historias de amor. Es una tierra potente y apasionada. Con rasmia. Es una tierra de paradojas: parece ocultarse y a la vez mostrarse; es una tierra abierta a las gentes. Y yo me siento muy integrada: la comarca del Matarraña llega desde Caspe hasta Fayón, hay mucha variedad dialectal, pero nos entendemos todos, y yo siento que ya he encontrado mi lenguaje”. Ella participa en el volumen de Val de Zafán, que contiene relatos, viajes y poemas.

Octavi Serret, que tiene algo de torbellino, anunció a HERALDO nuevos proyectos. “Vamos a seguir trabajando con el sello March y vamos a crear una editorial electrónica, centrada en la publicación de inéditos. Empezaremos en noviembre. Y además queremos ensanchar nuestra librería virtual: en este momento podemos ofrecer a los clientes un fondo de 40.000 volúmenes”. Chusé Aragués, de Gara d’Edicions, también seguirá apostando por la divulgación de creadores aragoneses en distintas lenguas: dentro de poco publicará ‘El fragor del agua’ de José Giménez Corbatón “en francés y en ruso” en la colección Viceversa.

En esta reunión, “que ha superado todas las expectativas”, se iba a debatir sobre el concepto de frontera, pero al final no se hizo. “A veces la frontera es ese lugar de la palabra y de la ficción del que ya no quieres regresar”, decía Francho Nagore. Otros señalaban: “Citas como esta facilitan la abolición de las fronteras. El tren de Val de Zafán, desaparecido en 1971, también era un tren de libertad y de intercambio: había eliminado barreras e iba de Aragón hasta el mar”. No hubo las mesas redondas previstas, pero sí un recital de la cantante tortosina Montse Castellá, que elogió el universo del Matarraña y del río Ebro, una exposición de paisajes de Jesús Celma en La parada de Torre del Compte, y se leyeron muchos poemas. Entre los vates en las tres lenguas destacó el show de Marta Almenara, que susurra sus poemas al oído y contó con un rapsoda y poeta como Joan Vinuesa para lanzarlos al viento que mece los olivos, los almendros y las viñas.  

 

Poesia a la frontera. Antologia de poetes en llengua catalana, aragonesa i castellana. Coordinación: Santi Borrell. March, en colaboración con Serret y ASCUMA. El Vendrell. 304 páginas.

 

Tren de Val de Zafán. Narrazions. Escritos. Relats. Coordinación: Juli Micolau y Chusé Aragüés. Gara d’Edizions. Colección ViceVersa. Zaragoza, 2011. 284 páginas.

 

*Este artículo apareció ayer en ‘Heraldo de Aragón’.

1 comentario

Pau Llanes -

Ay, Antón... si supieras el bien que me haces aún sin querer... te leo casi todos los días y sosiego mi nostalgia con tus palabras e imágenes. De vez en cuando me reencuentro con viejos amigos, aunque sólo sea en silecio y en la distancia... Hoy en tu post me he reencontrado con Chuse Aragüés luego de casi dos décadas de ausencia. Fue un buen amigo, lo recuerdo con cariño. Cuántas cosas pasamos juntos en aquellos tiempos remotos cuando éramos casi hippies (y rojos). Hasta tuvimos por un tiempo una buhardilla juntos e iba a Madrid a verle mientras hacía la mili... y le leía mis primeros poemas (que le encantaban, recuerdo, de paso)... Cuánto me alegro que le vayan las cosas bien, con su editorial, sus proyectos. Chuse siempre ha sido un enamorado de los libros y de la lectura...

Ummm... algún día editaremos algo juntos, lo prometo, se lo dices de paso... Ojala me recuerde con tanto cariño como lo recuerdo yo a él...

Abrazos, desde el otro lado, bajo el volcán...

Pau Llanes