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Antón Castro

ILDEFONSO 'VOLVIÓ' AL PRINCIPAL

ILDEFONSO 'VOLVIÓ' AL PRINCIPAL

Ayer, en el Teatro Principal, donde se había celebrado hace casi 25 años un recital ‘Principal es Poetas’ coordinado por Javier Delgado, Ildefonso-Manuel Gil (1912-2003) fue objeto de un sencillo homenaje. Recitaron sus poemas Luis Felipe Alegre, Cristina Yáñez y María José Moreno. Carmen Ruiz Fleta, poeta y periodista, recordó que lo conoció hacia 2001 y conversó con Miguel Gil, que glosó su trayectoria y algunos poemas, y con Ángel Guinda, que lo definió como un poseído por la poesía y un hombre que identificó, con absoluta naturalidad, poesía y vida.

Yo conversé con Toño Gil, que definió a su padre “como el mejor profesor que había tenido. Daba sus clases de memoria y se sabía todo ‘La vida es sueño’”, con José Luis Melero, que contó muchas anécdotas del escritor, con su peculiar sentido del humor, con los expertos María Antonio Martín Zorraquino, que habló de su poesía y de su presencia en la Institución Fernando el Católico (la Institución prepara para noviembre un gran congreso internacional bajo la dirección de José-Carlos Mainer y Manuel Hernández), y con Manuel Hernández, que hizo su tesis doctoral sobre él y que es uno de los mantenedores de la ‘Ruta Giliana’, que se ha iniciado en Daroca y ha seguido en Paniza, Teruel y Zaragoza.

Finalmente, Vicky Gil recordó a su padre, su amor hacia los niños, hacia las nietas que tenía más cerca, Lucía e Irene (presentes en el acto), recordó el núcleo de amistades y a su madre Pilar Carasol, que a menudo le pasaba a máquinas los poemas y narraciones y memorias a Ildefonso-Manuel Gil. Y no solo eso: era su choferesa. Gabriel Sopeña tocó dos canciones: ‘Puesta de sol en Salónica’ -y recordó que a Ildefonso le gustaba mucho la guitarra (Pepe Melero dijo que había compuesto un poema, ‘La guitarra’ en los años 40, que se había leído en el Principal, por el que le habían dado 500 pesetas)- y cantó maravillosamente bien ‘Cass’, ese poema de José Luis Rodríguez, que inmortalizaron Más Birras, con Mauricio Aznar, y el propio Gabriel en su disco ‘Mil kilómetros de sueños’.

Hubo algo más de medio patio de butacas lleno. No hubo representación institucional. La organización dio las gracias al Ayuntamiento, a Rafael Campos, director del Teatro Principal, por su generosidad, y a todo su equipo. El acto estaba coordinado Jesús Lorda y por la Fundación Comarca de Daroca y contó con la colaboración de las bodegas Señorío del Águila. Con la venta de botellas de vino se financiaron los gastos de técnicos de iluminación y sonido.

Ildefonso-Manuel Gil retratado por Cano. Arirba, el retrato que le hizo Antonio Mingote en 1942.

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