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Antón Castro

PATTI SMITH, POR ANDRÉS PORTERO

[Como otros compañeros de generación, nací en agosto de 1959, soy hijo de algunos discos, entre ellos ‘Horses’ de Patti Smith, que escuchaba en el pub A-Cien en A Coruña a mediados de los años 70, quizá en 1976,1977 y hasta en 1978, cuando era uno de los seres más enamoradizos de la tierra. Patti Smith acaba de publicar ‘Banga’, un disco muy especial lleno de homenaje a amigos, a autores rusos, a Amy Winehouse. Hoy, en Deia, Andrés Portero publica este estupendo sobre el álbum. Lo copio y lo traigo aquí. Es un disco estupendo.]

 

Andrés PORTERO. Deia

http://www.deia.com/2012/06/17/ocio-y-cultura/cultura/patti-smith-edita-39banga39-el-disco-que-presentara-en-bilbao

OCHO años después de su último trabajo de estudio, Trampin, Patti Smith regresa, a sus 65 años, con su 11º disco, Banga (Sony), que presentará en Bilbao el 13 de noviembre, en el Museo Guggenheim, en el marco del ciclo Women Nights. El álbum, fiel a la filosofía de su autora, cuyo rock hippie se tiñe siempre de poesía sin perder emotividad, está marcado por la nostalgia, los viajes y múltiples referencias artísticas a pintores, cineastas, cantantes y escritores. "Viajar fue una inspiración", según Smith, que ha contado con la colaboración de Johnny Depp y dedica un tema a Amy Winehouse.

Autora del enternecedor, nostálgico y emotivo libro Eramos unos niños, una autobiografía cuyo fin era homenajear a su amigo y fotógrafo Robert Mapplethorpe, Patti Smith, aquella mujer que se recluyó en los 80 tras su matrimonio con Fred Sonic Smith y que solo volvió al mundo artístico tras su muerte, hoy se declara "entusiasta y feliz con la vida". Y lo demuestra con Banga - es el nombre de un perro que aparece en el libro El maestro y la margarita- , grabado junto a su grupo habitual: el bajista Tony Shanahan, el batería Jay Dee Daugherty y el guitarrista Lenny Kaye.

Grabado en los estudios de Jimi Hendrix, Electric Lady, con parte del equipo de su debut, Horses, cuenta con la colaboración de sus dos hijos, Jackson y Jesse, los guitarristas Tom Verlaine (Televisión) y Jack Petruzzelli, y el actor Johnny Depp. En su creación, "viajar fue una auténtica inspiración", explica. Se alimentó del crucero por el Mediterráneo en el que tomó parte junto a Kaye, impulsado por Jean Luc Goggard para filmar Socialismo. La génesis del disco se inició "un año antes, en marzo de 2008", explica su autora, cuando trabajaba en una instalación dedicada a Rene Daumal, para la Fundación Cartier. En ese periodo se metió de lleno en la obra de los escritores rusos Nikolai Gogol y Mikel Bulgakov, y el cine de Tarkovsky. A todos ellos dedica canciones en este disco. Y a la actriz Maria Schneider, Winehouse y Américo Vespucio.

espíritu joven La grabación del CD, cuyas canciones "se escribieron en el mar, Hoboken, New Jersey, Puerto Rico, en la carretera y en el estudio", fue "una experiencia singular y desarrollada a lo largo del tiempo", explica Smith en un lujoso libro repleto de fotografías -una que tomó del Guggenheim, incluida- que incluye la edición de lujo del álbum, que ofrece como "cebo" la inédita Just kids, canción-resumen, eléctrica y solemne, del libro del mismo título.

El CD, que se disfruta a pesar de sus referencias eruditas, se abre con el verso explícito "vamos a ver el mundo" de Amerigo, basado en Vespucio, donde se cuestiona "¿adónde vamos… vamos en círculos a todos los sitios?". A partir de entonces ofrece música misteriosa, suntuosa y con algunos recitados; canciones dulces y hasta pop, en el caso de April fool; cortes rockeros como Fuji-san, que alude al tsunami japonés, y, especialmente, Banga, que rescata el espíritu punk de la Patti más joven; una preciosa balada en clave de pop femenino de los 60 dedicada a Winehouse, titulada This is the girl; un Mosaic folk que acaba psicodélica; la nana Seneca; y la cota experimental habitual, en este caso Tarkovsky (the second stop is Jupiter), con su música basada en el jazzman experimental y cósmico Sun Ra, y la extensa Constantine's dream.

El CD concluye con la versión de la bellísima After the gold rush, de Neil Young, mecida por un lírico piano y un coro infantil.

 

1 comentario

Tortuga -

Escuché la canción dedicada a Amy en la radio, me quedé pillada, desde entonces la necesito, y saldré a comprarla porque soy de las que necesitan sentir el tacto de los discos y explorar las carátulas, una desgracia de mode como otra cualquiera. Quiero envejecer como Patty. Me gusta tu ecléctico blog.