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Antón Castro

FRANCISCO CARRASQUER: POEMAS

[El escritor y editor Manuel Rico, responsable de las ediciones de poesía de Bartleby, ha tenido un elegante detalle: me envía, nos envía a todos, tres poemas del libro ‘Baladas del alba bala’ de Francisco Carrsquer, que publicó Bartleby, la editorial de Pepo Paz, en 2001 y que antes habían aparecido en La isla de los ratones. El grabado corresponde a Marcos, hijo de Francisco Carrasquer (1915-2012). Las foto, salvo el retrato de Carrasquer, son de Izis y las he tomado de la web viejas-fotos.blogspot.com]

 

TRES PRIMEROS POEMAS

DE “BALADAS DEL ALBA BALA”

DE FRANCISCO CARRASQUER

(Bartleby, 2001)

I

Frío puro del alba.

Entre el impuro frío de la noche

y el diurno calor del corazón

hay un filo de hora

que corta en dos la lente de razón:

medio disco de Dios, medio del hombre.

 

Medios discos no ruedan.

O son cálices, o lámparas, o barcas;

o son cuernos, o son hachas, o son balas.

 

Todo es posible en el alba:

esa hora del blanco frío,

en que el sonrojo aún no asalta

y se ha retirado el luto.

 

El fofo algodón del alba

embebe el cruento escándalo,

languidece el ojo horrible

y ensordece los disparos.

 

Parece hora de sonámbulos

y es la hora en que más despiertos

se crispan los sentenciados.

Luego, les llega el dormir

con los trigales por manta

y una amapola en los labios.

 

Los aullidos de Caín

los despiertan de alba en alba.

 

 

II

Millares de pies desbotados

se acercaban por los corredores

y se calzaban para dar el puntapié

a las pesadas puertas descorrido el cerrojo

 

millares de manos impacientes

por agarrar el manojo de alambres

tensados por el miedo

y galvanizados por la rabia

 

millares de alambres esperando el corte

de la tenaza que va a apretar el alba

 

no más voz ni temblores

la mano del alba y su tenaza

 

un insípido vaho en la bocaza

un olor nauseabundo en los calzones

una siniestra gota irónica de semen

un crujido de tablas

un chasquido de botas

un clic de algún resorte

un saco que se aplasta sordamente

y un choque seco de una calabaza

 

y con los alambres

sueltos van a hacer nido las garzas

 

y todos los pajarillos

se ponen a alborotar

contra las máscaras que andan

hacia el día hacia la luz

que les va a volver la cara.

 

 

III

Saldrá el sol

y será demasiado tarde

porque habrá pasado ya

el cuarto de hora secante

que enjugará la tinta

y copiará la palabra del revés

y para leerla

habrá que echarse boca arriba

 

a menos que no se tenga un cuerpo

duro frío y bruñido

contra un alma de azogue

 

saldrá el sol

y será demasiado tarde

porque la luna ya se habrá fundido

como un helado de nata en esa mano

del asesino que habrá ya blanqueado

el escenario la cruz y los sepulcros

 

saldrá el sol

y será demasiado tarde

porque su heraldo pálido

lo habrá pasado ya a cuchillo

y en todo el horizonte chorreando

se habrán perdido ya sus huellas dactilares

 

y el inspector y el juez dormidos.

 

1 comentario

xavier garcía -

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