¡BRAVO!, DE BERNA, BERNAD Y LOS OTROS
¡Bravo!, de Berna, Bernad y los otros
El bailarín crea un espectáculo coral, ‘Con los grandes de la jota’, basado en la música española, que conmueve al público del Auditorio. Hoy, a las 19.00, se despide el montaje.
Berna, en una imagen de archivo, con Josué Barrés.
Miguel Ángel Berna cree en sí mismo y en sus empeños. Es un artista que se atreve, que se arriesga, que emprende continuos desafíos desde una convicción: el arte, como mejor sale, es en equipo. Y él es más que un bailarín educado en el flamenco y en la jota: es un aglutinador. Alguien que creen en los valores del espectáculo con todos los detalles: la música en directo, el canto, el baile, la coreografía, el vestuario, la iluminación. Cada uno de sus montajes, más o menos equilibrado, es una fiesta coral de entrada. Un proyecto de muchos para, como poco, la inmensa minoría. Y a veces, como sucede con ‘Con los grandes de la jota’, para todos los públicos. Miguel Ángel Berna une, mezcla, armoniza disciplinas. Pone a la gente en movimiento, se emociona con el trabajo de los demás y lo mima, y los demás lo miman a él, establecen un hilo de complicidad y de respeto, de pasión recíproca por el escenario.
‘Con los grandes de la jota’ es un paseo por muchos de los grandes momentos de la música por excelencia de Aragón. Berna, y Alberto Artigas (que es como su ‘alter ego’ musical) y Miguel Ángel Tapia (que aquí, en gran noche de entrega y oficio, toca el piano y dirige al Coro Amici Musicae con pequeños gestos de manos, de cabeza y de cejas), elaboran una función que tiene algo de compendio musical español en torno a la jota: se tocan piezas de Falla, Chapí, Albéniz, Guerrero, Bretón, Pérez Soriano o, entre otros, del propio Artigas, que ofrece toda una exhibición instrumental de laúd y bandurria. Toño Bernal alterna el contrabajo y la guitarra eléctrica con enorme solvencia, y Josué Barrés está inmenso de nuevo con la percusión: sus manos en los cajones emulan una orquesta o el sonido mismo del mar.
A esa música, con piezas específicas o situadas entre ellas para lo ocasión, le ponen voz Nacho del Río, Beatriz Bernad, dos joteros muy reconocidos aunque jóvenes, y la mezzosoprano Beatriz Gimeno, que deslumbra en tres fragmentos de ‘Gigantes y cabezudos’, especialmente en ‘Si las mujeres mandasen’. Nacho del Río y Beatriz Bernad han cantado muchas veces juntos, han grabado varios discos y se compenetran a la perfección. Del Río posee una voz honda y muy bien educada, no es un vozarrón, que logró momentos maravillosos, con ecos del Oto más melancólico, me ha parecido; Beatriz estuvo pletórica, arrolladora, con una fuerza indecible y un inventario de matices que hacen de ella la voz femenina más inspirada de la jota.
Miguel Ángel Berna, con su cuadro de bailarines, puso la danza (el arte del punta, tacón, punta y otros meneos), y el ritmo de las castañuelas. Empezó con el vértigo flamenco en la sangre e hizo una especie de homenaje a su formación, a sus raíces del sur, a su impronta islámica y jazzística. Y luego, dosificando muy bien sus apariciones, con el grupo, en pareja o en solitario, demostró qué lleva dentro, cómo siente la jota, cómo esta vibración antigua y casi enigmática le tiembla en los músculos y en la cabeza.
Baila la jota como se le antoja y acabó muy arriba, sudoroso y exultante, con los últimos acordes de ‘Gran Jota’. Si Beatriz Bernad y Nacho del Río cosecharon muchos “bravos”, él no les fue a la zaga; ni él ni su cuerpo de baile. ‘Con los grandes de la jota’ tiene otra virtud: más allá de la pureza o no de la propuesta, que tiene mucho de mestizaje y de experimentación, es la constatación de aquí se puede trabajar en equipo con el viento a favor o con el cierzo en contra. La jota, dosificada y digna, es, puede ser un espectáculo inolvidable. Berna y los suyos así lo entienden. Y el público aceptó la dádiva: les premió con más de cinco minutos de aplausos.
FICHA:
‘Con los grandes de la jota’. Director y coreógrafo: Miguel Ángel Berna. Músicos: Alberto Artigas, Miguel Ángel Tapia, Toño Bernal y Josué Barrés. Intérpretes: Beatriz Bernad, Nacho del Río, Beatriz Gimeno. Auditorio de Zaragoza. Lleno. Hasta el domingo.
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