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Antón Castro

G. ALQUÉZAR: 'DEL AMOR DESESPERADO'

G. ALQUÉZAR: 'DEL AMOR DESESPERADO'

[Cuatro amigos, Gerardo Alquézar, Jorge Gay, José Manuel Pérez Latorre y ángel Artal compartieron muchas horas con José Antonio Labordeta durante su enfermedad. Primero en el 'Salón Habana' del estudio del arquitecto, luego en su propia casa. Por ello, como se decía, en el post anterior, le han dedicado un libro a los cuatro años de su muerto. Si antes publicaba el texto de Ángel Artal, ahora publico uno de los poemas tan elaborados de Gerardo Alquézar. Un estupendo y guadianesco poeta. He aquí el texto 'Del amor desesperado'.]

 

DEL AMOR DESESPERADO

 

Texto: Gerardo Alquézar

 

 

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.

Así yo distingo dicha de quebranto,

los dos materiales que forman mi canto

y el canto de ustedes que es el mismo canto,

y el canto de todos, que es mi propio canto.

Violeta Parra

(Gracias a la vida)

 

Me estoy quedando sin ti

igual que en la noche el cielo

cuando el alba lo destruye

viniendo con su lucero

para convertir los sueños

en días que se perdieron.

José Antonio Labordeta

(Me estoy quedando sin ti)

 

Tengo en el pecho una jaula,

en la jaula dentro un pájaro,

el pájaro lleva dentro del pecho

un niño cantando

en una jaula

lo que yo canto.

Amancio Prada

(La jaula)

 

A José Antonio Labordeta

«Su espejo es la memoria donde ardía.»

 

1

Allí donde juguetea la luz de los sentidos cobran vida las pasiones.

 

2

LAMENTO DEL PRISIONERO

Sabes, amor, comprendo que no todo sea eterno como mis ansias

de amarte, y sin embargo… ¡Ay! Si pudiera encontrarte otra vez

en los lugares de siempre, a la hora de siempre, yo que muero tras

las rejas de esta prisión.

 

3

EL AZAR DE LAS CARTAS

No otra cosa eres, amor, que el fracaso de mi vida.

 

4

25 de junio

No pudiste sospechar que, dentro de aquella caja con la que me

regalabas la memoria, se verían presas de su vacío las voces heridas de mi yo absoluto.

 

5

He caído en tantos errores que apenas me reconozco

en el desengaño.

 

6

la señal de duelo

El engaño trae consigo soledad. ¡Quebranto y torpe soledad!

Cruel alegoría de esa libertad que se nos escapa

 

7

cuando la vida imita al arte

(El arte de la traición)

La del desierto dañado es una historia de amor y traición.

Y la condena a la libertad del dolor y la tristeza.

 

8

Encerrado en la rabia y en el desprecio, comprendí que eso

era la derrota.

 

9

Lúcida, pero descarnada y cínica, es la respuesta del resentimiento.

 

10

Ni aun el dolor pervive hoy en mí como presencia tuya.

 

11

Pronto no tendrás ya nombre ni rostro; serás un pájaro

de mostaza y canela.

 

12

El amor, o la displicencia de la costumbre. Tempus irreparabile

fugit, o el vértigo de la rutina.

 

13

DE UN VIEJO CALENDARIO DE PARED

No cabe la felicidad

sino en la embriaguez

de un recuerdo

que se diluye con el atardecer.

 

14

Solía creer que era yo quien, en mis manos, tenía el devenir

de mi universo mahleriano.

 

15

SEREMOS NÓMADAS

Al tornar de los años, y me refiero a un apretado puñado de

ellos, he comprendido que la mitad de nuestra vida encarna una

existencia que no mostramos a nadie: una vida secreta, acomodada

a la zozobra y las vacilaciones. Algo tan inabordable y a desmano

de la plusvalía y la costumbre que, si se conociese, dañaría el afecto

y la autoridad que un día se nos dispensó.

 

16

He ido lentamente colmándome de secretos que he tenido

que renunciar a descubrir.

 

17

El desaliento de ser nadie para nadie o no ser.

 

18

PEREGRINO DEL OTRO LADO DEL ESPEJO

¡Adiós, mi melancólico amigo, como tantos otros, esperaste

demasiado y el tiempo se mostró más hábil que todos vosotros!

(Pero tal vez, al traspasar el umbral contiguo, también él volviera a

ser como había sido, no hermoso —porque nunca lo fuera— aunque

sí turbadoramente tierno.)

 

 

19

Mientras no fue importante el tiempo, no lo fueron los

recuerdos.

 

20

UNA CANCIÓN DESCREÍDA

Aquello que no pudimos dejar de ser, eso somos.

 

COROLARIO PARA UNA CANCIÓN DESESPERADA

Aunque me hubieras preguntado, vida mía, por el jardín

del Edén, no habría sabido responderte.

(El verano que celebra la luz y la vida

se ha hecho silencio

y apenas se oye ya el eco de sus pasos)

 

y

UN POEMA DE AMOR

Lo que de mí queda es el mundo.

 

*Labordeta. Caricatura de Cano.

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