JAVIER BENITO Y LA LATA: 15 AÑOS
DE TÚ A TÚ.
JAVIER BENITO. La Lata de Bombillas cumple quince años. Su responsable es un entusiasta de la música y de la búsqueda. Explica aquí las claves de su trabajo.
“Son quince años duros de trabajo que creo merecen ser celebrados a lo largo de todo el año. Cada mes tendremos un concierto que tenga un especial significado para nosotros, bien por la talla del artista, bien porque haya sido un hito en nuestra programación o simplemente porque en su momento fuera un concierto intensísimo que queramos repetir. También queremos editar un triple vinilo que recoja algunos de los cientos y cientos de grupos que han pasado por nuestro escenario y hacer un pequeño festival en los meses de abril o mayo”, dice Javier Benito, responsable de la sala La Lata de Bombillas. .
Javier: quince años de la Lata. ¿cuál es la sensación que se te viene a la cabeza?
Incredulidad. No solo por lo difícil que es mantenerse, normalmente los ciclos son más cortos, si no porque ni de lejos era nuestra intención al abrir.
¿Cuál es el balance?
Muy positivo, sin duda. Muy orgullosos de nuestra programación, de lo conseguido, de la gente que hemos conocido, de los amigos que hemos hecho.
Si tuviéramos que hablar de una estética de la Lata, ¿qué dirías, cuál es tu apuesta específica de estilos, de músicas, de artistas?
La Lata de bombillas nació con un claro espíritu pop. Pop rock independiente nacional e internacional, eran finales de los noventa. Hemos ido evolucionando y con los años los sonidos americanos fueron ganando peso. Al mismo tiempo siempre hemos mirado atrás, a los sesenta especialmente y siempre hemos estado abiertos al soul, al garage, al surf...
¿Programar música es llorar o es hacer feliz a alguna gente?
Las dos cosas. Muchas veces a la vez. Es lo que me mantiene ahí, programo para ser feliz y sé que hago feliz a la gente. No me importa llorar de vez en cuando, sobre todo si es de felicidad.
¿Cómo explicarías el binomio Zaragoza y la música en directo?
Es una ciudad muy dura, falta cierta tradición, nos hemos saltado alguna generación y ahora nos está costando enganchar al directo a la gente más joven. Aún así creo que hay datos para la esperanza, si sumáramos los aforos de todas las salas de la actualidad un fin de semana cualquiera el resultado superaría seguro al que en ese mismo fin de semana llenaba las pocas salas que ofrecían directos en los ochenta y los noventa. Se está programando mucho y bien.
¿Cuáles han sido las dificultades que no te dejaron dormir o que aún no te dejan?
Evidentemente las dificultades económicas, con un aforo reducido, nuestra política de entradas baratas, una extensa programación y, a la vez, alejada de los gustos más convencionales, es difícil no vivirlas. Hay dos cosas que se podrían mejorar mucho en esta ciudad, las cuantías de las ayudas a la programación de las salas privadas y las trabas urbanísticas para hacer música en directo y poder mejorar las condiciones de las salas.
¿Por qué se llama así? ¿A qué has querido aludir?
Es un gran misterio, incluso para nosotros. Surgió y supimos que era el nombre.
¿Qué concierto o conciertos no has podido olvidar?
Retribution Gospel Choir, ser fan de Low y tener a Alan en tu escenario... El homenaje a El Niño Gusano, increíble. The Wave Pictures, The Sadies, Colin Hare, Peter Broderick, Elliot Brood, Scott Matthew... Pero también muchos que hemos organizado fuera de La lata Neil Hannon, Mark Lanegan & Isobel Campbell, Los mismos Low...
¿Cómo se vive en La Lata el Pilar?
Con tranquilidad, mucho de nuestro público huye del bullicio de estos días y al mismo tiempo estamos demasiado alejados del centro como para que nos influya. Esto no quiere decir que no se lie alguna noche, pero como puede pasar cualquier noche loca del año, pero, en general, nos conformamos con ser un refugio para los que quieran disfrutar de un Pilar tranquilo y con buena música.
¿Cómo vives tú el Pilar?
No lo vivo.
¿Hay algo que, al ver la programación, te haya llevado a decir: tengo que ir de todas todas?
The Pretyy Things, a ver si me puedo escapar. Trabajo todos los días, pero en general hace años que es difícil encontrar cosas interesantes en el programa oficial, no está a la altura de la ciudad ni de lejos. Es pobrísimo. Lo más interesante sucede en las salas privadas.
Por cierto, ¿cuál es tu visión de la música aragonesa de ahora? ¿Te atrae, te emociona, no pasa por su mejor momento?
Yo creo que el momento es bueno a nivel de grupos, hay muchos grupos haciendo cosas atractivas, salas programando, blogs muy activos... Zaragozafelizfeliz hace una labor encomiable y publicó hace unos meses un LP que recoge lo más interesante que se está haciendo ahora mismo y lo mejor de todo es que se quedaron cortos, el álbum podría haber sido doble fácilmente. Aún así evidentemente faltan cosas, faltan grupos que den el salto, que giren más a nivel nacional, que salgan fuera. Y falta más público para llenar todas las salas, pero soy positivo y creo que hay un caldo de cultivo para que en un futuro cercano las cosas sean diferentes.
*La foto de Javier Benito es de Beatriz Pitarch. Aquí está con uno de los premios de la Música Aragonesa.
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