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Antón Castro

MAENZA, LA LEYENDA QUE NO CESA

MAENZA, LA LEYENDA QUE NO CESA

Antonio Maenza, una leyenda que no cesa

 

Graciela de Torres desvela, en una tesis doctoral, los vínculos entre cine y literatura del cineasta maldito y contracultural turolense

 

 

“La obra de Antonio Maenza (Teruel, 1948- Zaragoza, 1979), autor marginal de la literatura y cinematografía española de finales de los años sesenta, presenta un rasgo revolucionario desde el punto de vista teórico-literario: utiliza tanto la pluma como la cámara como elementos escriturales, identificando en consecuencia el papel y la pantalla de una manera consciente y activa. Su críptica poética literaria se aplica por igual a sus películas, en las que los libros, carteles y pancartas son elementos fundamentales que obligan al espectador a convertirse en un nuevo lector, llegando el autor a escribir sobre el propio celuloide”, explica la profesora Graciela de Torres Olson, que acaba de leer su tesis doctoral, ‘Literatura, cine o escritura: la obra de Antonio Maenza’, dirigida por el catedrático Túa Blesa, dedicada a este realizador inclasificable. Recibió el sobresaliente cum laude.

Maenza tiene el perfil de “un cineasta maldito”, así lo bautizó Emma Cohen con quien trabajó. Filmó tres películas: ‘El lobby contra el cordero’, en Zaragoza, en el verano  e invierno de 1968, donde el poeta Miguel Labordeta oficiaba de cura y Enrique Murillo fue coguionista; ‘Orfeo filmado en el campo de batalla’ (1968-1969), que rodó en Valencia en una época agitada en la que frecuentó al joven poeta Eduardo Hervás y al futuro editor de Pre-Textos Manuel Borrás, y en Barcelona trabajó en un proyecto de diez horas que se tituló ‘Hortensia-Beancé’ (1969), con la complicidad del director y productor Pere Portabella, pero también de los escritores Enrique Vila-Matas y Félix de Azúa o de la citada Emma Cohen, que se desnudaba en la cinta. Maenza, fascinado por el estructuralismo francés y la obra de Pasolini, quiso conocer a toda costa al novelista e ingeniero Juan Benet.

Antonio Maenza ha sido recuperado por distintos estudiosos: Javier Hernández y Pablo Pérez editaron su novela inacabada ‘Séptimo medio indisponible’ (Mira editores, 1997) y le dedicaron una biografía: ‘Antonio Maenza filmando en el campo de batalla’ (DGA, 1997); Vicente Molina Foix lo retrataba en su novela ‘El abrecartas’ (Angrama, 2006) y la propia Graciela de Torres, con Francisco Plou, le dedicó un documental de 52 minutos: ‘In girum imus nocte et consumimur igni. Filmbiografía de Antonio Maenza’ (2002). 

Desde entonces, Graciela ha trabajado en torno a su figura con auténtico entusiasmo y habló con sus grandes amigos: Suso Navarrete, que conservó muchos de sus materiales (que Maenza había dejado en la nevera), el cineasta y fotógrafo Alejo Lorén, con quien mantuvo una extensa correspondencia el director de ‘El lobby’, el escritor y editor Enrique Murillo, el escritor y cineasta Vicente Molina Foix, el galerista y psiquiatra Javier Lacruz, etc. Ha revisado todos sus materiales: las películas y sus escritos, dispersos, inacabados, pero “en perfecta sintonía con su cine” En sus diarios, anotó este autorretrato: “Soy muy sensible a lo bueno y más a lo bello. Sensible a la sensibilidad”. Agrega Graciela: “Antonio Maenza no se quedó en el plano teórico. Su premisa fundamental fue la de experimentar el proceso contracultural por encima de sus resultados, lo que tuvo como consecuencia que dejara sus obras inacabadas o incompletas, imposibilitándolas así para su comercialización o inserción en el sistema artístico tradicional y provocando que durante años hayan permanecido en el olvido”. Sus películas fueron recuperadas por Pere Portabella, que tenía la intención de producir ‘Hortensia-Beancé’. 

 “Mi tesis doctoral rescata buena parte de esos documentos inéditos -entre los que se encuentran apuntes, poemas y guiones- y trata de reivindicar la lucidez salvaje de un autor que empleó el cine y la literatura como medios de escritura e identificó su propia vida con su obra, hasta sus últimas consecuencias”, concluye Graciela de Torres, que fue felicitada por el tribunal por asomarse a una figura fascinante y con tendencia a la autodestrucción, de la que se sabía muy poco, y por la belleza literaria de su prosa. La profesora de la Universidad de Vigo, Carmen Becerra, le dijo: “Escribe usted muy bien”.

La existencia de Antonio Maenza está poblada de misterio. Fue lector de Martín Vigil, de William Blake y de Lautréamont, era cleptómano y visitó varios psiquiátricos. Conoció la desesperación durante el servicio militar en Huesca, a partir de entonces ya fue otro, y hasta su propia muerte está envuelta en sombras: se arrojó a la calle por la ventana, en la casa de su padre, vendedor de colchones. Se ha escrito que quizá fuese un arrebato, que fuese su propio padre quien lo empujase o que fuese víctima de una venganza de homosexuales. Dos días después de la caída, Antonio Maenza moría en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

 

Un cineasta al margen, desde Pamplona

Nuevo documental de Carles Candela

 

El Festival Punto de Vista dedicaba la pasada semana una retrospectiva a la obra de Antonio Maenza bajo el título ‘¡Maenza existe!’. Se proyectaron ‘El lobby contra el cordero’ y ‘Orfeo’, con sonorización en directo; se celebró una mesa redonda en la que intervino la propia Graciela de Torres  junto a Javier Hernández, Alejo Lorén y Vicente Molina Foix, y se emitió  ‘Hortensia-Beancé’, presentada por Pere Portabella. Una de las grandes novedades del homenaje fue que el cineasta Carles Candela presentó un nuevo documental sobre Maenza: ‘Materialista, idealista, cinematógrafo, magnetófono, buen chico y sádico’, que refleja un poco su condición de creador inabarcable y complejo que hizo su obra en apenas dos años, entre 1968 y 1969. Para Candelas Antonio Maenza es “un personaje constantemente enchufado a una red eléctrica” y un director “al margen de cualquier esquema”.

 

-Aquí se puede leer una estupenda entrevista con Carles Candela.

http://www.noticiasdenavarra.com/2016/02/10/ocio-y-cultura/cultura/mi-vida-tiene-un-antes-y-un-despues-de-maenza

 

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