IRENE X: UN DIÁLOGO ALREDEDOR DE 'LA CHICA NO OLVIDA'
Irene X “A casi todas las mujeres nos duele
no poder ser lo que realmente somos”
“En este libro el dolor es un
recuerdo, no una herida que escuece”
La poeta zaragozana, que triunfa en las redes sociales, presentó su poemario ‘La chica no olvida’ (Espasa)
Antón CASTRO
La poeta Irene X (Zaragoza, 1990), todo un fenómeno en las redes sociales, presentó en Ámbito Cultural de El Corte Inglés su poemario ‘La chica no olvida’, Premio Espasa de Poesía, dotado con 20.000 euros, que ha recibido con “muchísimo agradecimiento”.
¿Desde cuándo escribe y cómo se ha ido gestando esa pasión y esa pulsión?
Escribir desde que sé escribir, escribir con la intención de que algo sirva para algo, desde los 8 o 9 años. Empecé imitando la poesía que leía para impresionar a mi padre, y acabé escribiendo poesía; una parte por admiración a las primeras obras que leí y otra por una necesidad de catarsis.
¿Es escritora porque es lectora o por qué tiene muchas cosas que decir?
Soy escritora porque soy lectora y porque necesito contestarme muchas cosas.
¿Ha sido un estímulo el éxito en las redes, el encuentro con los lectores y seguidores?
No, ha sido más complicado porque a mayor exposición más difícil es ser sincero sobre lo que siente uno mismo, aunque el público ha sido siempre un tremendo apoyo.
Se siente próxima a poetas concretos? Parece que hay en usted cosas de Sylvia Plath, Anne Carson, Anne Sexton …
Esos nombres se me quedan demasiado grandes. Aunque han sido grandes compañeras de mi vida. De momento solo me siento próxima a mí.
Me ha llamado la atención esa manera de llamarse ‘La chica’. Entiendo que es usted, que una proyección suya y que a la vez es como un personaje…
La chica somos un montón de chicas, cada chica es un universo, pero un universo conectado por un hilo muy finito que es la etiqueta que nos ha puesto la sociedad.
¿Cómo surgió este libro, en qué es distinto a otros?
No surgió de ninguna manera. Un día escribí algo, otro día otra cosa, relacionada con la anterior, poco a poco varios poemas iban sobre la misma chica. La diferencia con otros es que en este el dolor es un recuerdo, no una herida que escuece.
Ya que lo dice: hay una palabra que vertebra casi todos sus textos. Dolor. Y sus derivaciones. ¿Qué le duele tanto, qué le hace sentir no sé si un poco como excluida y con ganas de huir a otro país, y de ahí a otro, como dice en un poema?
Creo que lo mismo que a casi todas las mujeres: no poder ser lo que realmente somos. El silencio. El disimulo. Callar cada traición por vergüenza. No ser capaz de reconocer que aguantar el dolor ha sido un triunfo.
El libro empieza con una poética y quizá con una llamada a la humildad. “La poesía es un género literario”. Si solo es eso, ¿para qué sirve? ¿O a dónde no puede llegar la poesía?
Durante estos últimos años, se ha abusado de la poesía, casi se podría decir que se ha prostituido. La poesía es un género literario capaz de convertir una mota de polvo en algo bello, pero nada más. No le demos más importancia que a cualquier otro género literario maravilloso.
Dice, también, “mi existencia es solo una evidencia de lo efímero”. ¿Le preocupa la fugacidad, que nada se eternice, que vivamos de prisa, que seamos pasajeros en la vida?
Ahí estaba hablando de eternizar mis depresiones. O de que las depresiones de muchas mujeres se sumen a la tasa de suicidios anuales, que, por cierto, la de este año ha superado la de accidentes en carretera. Y de esto no se habla en la tele.
Hay varias líneas en el libro: la identidad, matizada por el dolor y la oscuridad; la pasión, con sus desengaños y su épica del recuerdo; y la mirada solidaria hacia otras mujeres… ¿Fue eso lo que se pasó por la cabeza o se fue organizando así el libro?
Creo que siempre escribo en base a lo que estoy viviendo, no fue planeado. Por mi cabeza y por mi corazón pasa absolutamente lo mismo de siempre, solamente es que este mayo cumplí 28 años. ¿Acaso no es verdad que cada año perdemos uno?
Combina esos poemas largos, casi narrativos, con los breves, a veces incluso de un único verso. ¿Qué busca?
No busco nada. Hago catarsis conmigo misma y, a la vez, intento que el libro tenga una misión. Para mí dentro de la poesía un libro solo puede tener las siguientes misiones: que te atrevas de una vez siendo mujer a expresar sin pudor el dolor que llevas dentro, que te preguntes algo, o que encuentres una mísera respuesta. Un buen rato se puede pasar en cualquier otro sitio.
¿Cuáles son sus hábitos de escritura? ¿Cuánto desecha?
Escribo en la cama; las ideas las recojo en cualquier sitio y en el móvil, desecho cualquier cosa que se me pasa por la cabeza porque no tiene un botón de guardar. Unas 3597 notas del móvil al año. Cuando me apetece escribir suele ser en un día muy malo y suele ser en la cama, fumando y con ocho almohadas.
¿Sabe Irene X el estilo que busca?
No busca ninguno porque ya lo tiene. El suyo.
*La foto es de Asís G. Ayerbe.
0 comentarios