Blogia
Antón Castro

2020: EL AÑO DE LA CAUTIVIDAD

cuentos de domingo

El año de la cautividad

El 2020 que se va ha sido el año de la pandemia, de la cautividad, de la perplejidad y de las peores despedidas: se han ido amigos, familiares y muchos ciudadanos en silencio, en soledad, con ese dolor que no soporta bien ninguna metáfora. Ha sido el año donde casi todo saltó por los aires, el año de la anomalía, el año en que el abrazo se convirtió en una fantasía de otro tiempo y los besos desaparecieron incluso del amor fraterno. El año en que las mascarillas pasaron de no ser necesarias a ser imprescindibles y objeto de multa si no se llevan. El año en que vivimos peligrosamente porque la muerte viaja por sorpresa con el virus. El año donde las decisiones sanitarias desde el Gobierno las dirimía un comité de expertos hasta que alguien reveló que no existía: era un colectivo espectral –digno del teatro del absurdo– inventado por Sánchez e Illa a modo de trampantojo científico. Fue el año de Delibes y de Galdós, el año de Bécquer, el hombre que puso las primeras alas a la poesía contemporánea y vivió un dulce amor, Alejandra, en los últimos meses de su vida.

En las listas de final de año aparecen varios aragoneses: ‘El infinito en un junco’, ensayo de septiembre de 2019, fue para los críticos de ‘ABC Cultural’ el mejor libro de 2020, quince meses de actualidad palpitante, todo un prodigio; también han sido elogiados Martínez de Pisón por su novela familiar ‘Fin de temporada’ y Julián Casanova, con su ‘Una violencia indómita’, un gran ensayo sobre las guerras del siglo XX. Otros libros han sido referenciados en varios suplementos: ‘Os contaré la verdad’ de Fernando Sanmartín, primor de prosista poeta; ‘Juego de niñas’, un excepcional libro de relatos de José María Conget, ‘El sueño del tiempo’ de López Otín y Guido Kroemer, ‘La piel’ de Sergio del Molino, los ‘Cuentos’ de Carlos Castán, dos autores muy leídos, y ‘Los deslumbramientos’ de Ángel Guinda, los versos más intensos y sabios del año. En teatro, para varios medios, ‘Con lo bien que estábamos. Ferretería Esteban’ con Jorge Usón y Carmen Barrantes, que inició su andadura en el Principal, lideró la escena. Entre las películas, destaca ‘Las niñas’ de Pilar Palomero, la mirada poética al paradójico año 1992 en el despertar de la adolescencia. Este también ha sido un año de contradicciones: el miedo y la búsqueda de la normalidad siguen luchando a brazo partido.

 

 

0 comentarios