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Antón Castro

LUIS ALEGRE CUMPLE HOY 47 AÑOS

LUIS ALEGRE CUMPLE HOY 47 AÑOS

Cuando yo tenía 5 o 6 años y vivía en Lechago y Calamocha, para mí Zaragoza era una especie de ciudad mítica por una exclusiva razón: en Zaragoza jugaba el Real Zaragoza. En Zaragoza vivían mis héroes de entonces. Recuerdo muy bien la primera vez que viajé a Zaragoza con mis padres y hermanos. Veníamos a la Basílica del Pilar, a la boda de mi prima Maribel. Pero si a mí me hacía ilusión venir a Zaragoza era, sobre todo, porque yo creía, ingenuamente, que en cualquier momento me podía tropezar con Marcelino o con José Luis Violeta. Me pasé el día de la boda mirando de un lado a otro, por si de repente aparecía por allí uno de ellos. Pero no sólo eso no sucedió sino que, encima, el viaje me sentó fatal, me mareé en las endiabladas curvas que tenía aquella carretera y tuvimos que parar el coche varias veces para que yo vomitara.

 

Superado el chasco de la primera vez, el resto de mi relación con Zaragoza ha sido, está siendo, excelente. Y no sólo con la ciudad de Zaragoza que, es directamente, mi casa. Hay otros muchos lugares de esta provincia asociados a instantes magníficos que casi siempre tienen que ver con el cine. Entre mis 12 y mis 14 años residí con mi familia en las afueras de Fuentes de Jiloca, donde me recuerdo por sus montes escuchando en Radio Zaragoza a Paco Ortiz glosando las gestas de Arrúa, Diarte o Perico Fernández. Me recuerdo años después en Sos del Rey Católico, con Alberto Sánchez, Luis Berlanga, Alfredo Landa, José Sacristán, Fernando Baldelloú y Pascual Peiró en el rodaje de La vaquilla; me recuerdo en Fuentes de Ebro, en la Semana de cine con José Antonio Aguilar y Cristina Palacín. Y con Cuchi, Carlos Pérez Anadón, Roberto Fernández y Asunción Balaguer el día en el que María Pilar Palacín, la entonces concejala de cultura de Fuentes, decidió dedicarle una calle a su ídolo, Paco Rabal; me recuerdo en Bulbuente, con Julio Alejandro y Agustín Sánchez Vidal; me recuerdo en Monegrillo con Bigas Luna, Penélope Cruz, Javier Bardem, Jordi Mollá, Anna Galiena, Chema Mazo y Stefanía Sandrelli; me recuerdo en el Monasterio de Veruela con José Luis Cuerda, Antonio Resines y Alfredo Landa en el rodaje de La Marrana; me recuerdo con Carlos Forcadell enseñándole el pueblo viejo de Belchite a Perico Beltrán; me recuerdo en la comarca de Calatayud, con Fernando Fernán Gómez, Antonio Banderas, Ana Gracia, Alejo Lorén, Ramón Pilacés y Gabriel Latorre en el rodaje de Réquiem por un campesino español y con Terele Pávez y María José Moreno en el de El aire de un crimen; me recuerdo en Cariñena, con Julio Medem, Carmelo Gómez y Emma Suárez en el rodaje de Tierra; me recuerdo en Alfajarín, con Antonio Resines y el grupo de amigos de Ignacio Martínez de Pisón en el rodaje de su Carreteras Secundarias; me recuerdo aquí, en Zaragoza, con Miguel Ángel Lamata en el rodaje de Una de zombis y con Antonio Artero y José Antonio Labordeta y su hija Ana en el rodaje de Biografía interior; me recuerdo en Fuendetodos, con Joaquín Jimeno, Roberto Sánchez, Carlos Saura y Maribel Verdú en la casa natal de Goya; me recuerdo con Genoveva Crespo, Carmen Puyó y Lola Campos tratando de enseñarle a Jorge Perugorría el acento aragonés para que hiciera de Goya; me recuerdo con Imperio Argentina y José María Pemán y Luis María Garriga en Borja y en La Almunia de Doña Godina. En realidad en La Almunia me recuerdo con mucha gente. Aunque será difícil de olvidar aquel día en el que un chico de allí, de la Almunia, en un bar, le lanzó a Maribel Verdú uno de los piropos más divertidos que he escuchado en mi vida. Le dijo: "Hala maña, que si tú fueras mi madre, mi padre dormiría en la escalera". 

*He seleccionado aquí un fragmento de su discurso de recepción de la medalla de Santa Isabel de Portugal.

 

 

 

 

1 comentario

Javier B. -

Feliz cumpleaños, Luis. Un abrazo