EMILY DICKINSON: CUATRO POEMAS
								
				
				El editor Pepo Paz me envía una selección de cuatro poemas de Emily Dickinson del libro ‘Poemas a la muerte’, que acaba de publicar en su sello  Bartleby Editores con traducción de Rubén Martín.   449   Morí por la Belleza – y me acababan de ajustar a la Tumba cuando Alguien que murió por la Verdad fue recluido en la habitación de al lado –   Preguntó suavemente “¿Por qué has muerto?” “Por la Belleza”, dije – “Y yo – por la Verdad – Ambas son Una – Hermanos somos, pues”, me contestó –   Y así, como Parientes que una Noche se encuentran hablamos entre dos Habitaciones – hasta que el Musgo nos alcanzó los labios y nos cubrió – los nombres –   360   La Muerte da significado a Cosas en las que el Ojo apenas se detuvo a menos que un Difunto nos pida con ternura    que contemplemos sus pequeñas Obras al Lápiz, o de Lana, “Fue lo último que hizo con Sus dedos” – diligentes hasta el momento –   en que el Dedal pesaba demasiado – la aguja se detuvo – por sí misma – y fueron colocados entre el Polvo en las estanterías del Armario –   Tengo un Libro – que me entregó un Amigo – Con el Lápiz – aquí y allá – había señalado donde le apetecía – Descansan – ya Sus dedos –   Y ahora – no leo – cuando leo – pues las intrusas Lágrimas – destruyen los Grabados de Modo Irreparable.   182     Si no estuviera viva cuando los Petirrojos vengan, a ése de Corbata Carmesí  dale una miga en mi Memoria.   Y si no te pudiera dar las gracias por estar muy dormida, has de saber que lo estaré intentando con labios de Granito.   1017   Morirse – sin la Muerte y vivir – sin la Vida es el Milagro más difícil encomendado a la Fe.   *De Poemas a la muerte – Emily Dickinson (Bartleby, 2010). Traducción de Rubén Martín.  
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Olga B. -
Clara Santafé -