FERNANDO SANMARTÍN ESCRIBE DE 'LOS CABALLOS DE JORGE GAY'
[En el suplemento ‘Artes & Letras’ de Heraldo de Aragón en la página seis hay un artículo titulado ‘Los caballos de Jorge Gay’, que firma Javier Lacruz. Ese texto es de Fernando Sanmartín, gran admirador de la trayectoria del pintor zaragozano. Mil disculpas a los lectores, a Fernando, a Jorge y a Javier. Lo ilustro aquí, así de partida, con Nico y Margit Kocsis que fueron las mujeres sobre el caballo blanco de Terry. Más adelante colgaré una imagen de Jorge Gay.]
Dos fotos de Nico, como chica de Terry.
Margit Kocsis a caballo, en una foto del gran Leopolfo Pomès.
LOS CABALLOS DE JORGE GAY
Por Fernando SANMARTÍN
Hago aquí una confesión que nunca he revelado. De niño, veía en televisión las series que emitían entonces: ‘El fugitivo’, con el doctor Richard Kimble buscando al manco; ‘Kung fu’, en la que un monje shaolín iba de aquí para allá con el recuerdo de su maestro ciego; y ‘Bonanza’, donde la familia Cartwright mostraba que en el Far West uno puede ir aseado siempre, incluyendo el alma en el aseo. Pero en televisión veía también un anuncio que empujó mis primeros sueños eróticos y mi afición posterior por los caballos. Era de Bodegas Terry. Y aparecía una muchacha rubia galopando a lomos de un caballo cartujano, que hoy aún me hace exclamar ¡ah, qué imágenes! A partir del anuncio intuí cosas que llegaron después y nació en mí el gesto de contemplar la belleza de un caballo, esté en un establo, en un hipódromo o incluso en un lienzo. Por eso me fascinan los caballos de Degas, que reflejan como ningún otro el movimiento del animal antes de la carrera, algo que el artista descubrió en Normandía. Y me gustan los que pintó Marcelino de Unceta. Y los de Natalio Bayo, que se alían a jinetes heroicos o nadan mostrando fuera del agua su cabeza. Pero hace unos días he tenido otra grata sorpresa. La Feria del libro de Madrid ha deseado un feliz año 2011 con un pequeño libro de Jorge Gay, hermoso y muy cuidado, que contiene un texto y diversos dibujos de este pintor con el caballo Biblos como protagonista, un animal sabio que mira el cielo y el humo de las chimeneas.
Hoy no me importaría, por unos segundos, montar en la grupa de aquel caballo cuyas bridas llevaban las manos dulces de la chica rubia en el anuncio de Terry. Le regalaría a ella, estoy seguro, ‘Los viajes de Biblos’, de Jorge Gay. Y a ver qué pasaba.
5 comentarios
janpuerta -
Un abrazo
JESUS -
Nada más lejos de la realidad, la he vuelto a dejar junto a la joya de la corona, una botella de Ron Negus.
Recuerdos
Elías Moro -
¡Y la rubia de Terry, por favor!
Un icono adolescente.
¿Qué habrá sido de ella?
janpuerta -
Un abrazo
santiago -
Esperamos tu post sobre Maria Schneider, otro mito, sobre todo para los españoles.