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Antón Castro

PREGÓN DE ÁNGEL GUINDA EN TAUSTE

PREGÓN DE LA FERIA DEL LIBRO DE TAUSTE

 

Por Ángel GUINDA

[Discurso leído el pasado dos de mayo desde el balcón del Palacio Municipal de Tauste. Luego Ángel leyó un fragmento de ‘La Quinta Julieta’]

 

 

Las personas en paro llevan colgado, a manera de S.O.S. reivindicativo, un cartel que pocos vemos. Dice: “El trabajo nos descansa”. Efectivamente: el trabajo, cuando se tiene, nos descansa de la más agotadora preocupación: la angustia.

 

A mí me gustaría, como a todos vosotros, que los miles de libros que se muestran en esta Feria escoltasen entre sus páginas una hoja que hoy por hoy, y para tantos lectores, es un gran sueño; que escoltasen la sorpresa de un contrato de trabajo: sueño capaz de hacer realidad tantos otros sueños.

 

Lo he dicho muchas veces y lo repetiré muchas más: “La palabra es un ser vivo: nace, crece, se reproduce, puede morir, matar, incluso resucitar. Las palabras son semillas cargadas con el silencio de los mundos. Las palabras tienen magia. El mundo cabe en la palabra mundo: ¿no es esto un misterio y una maravilla?”

 

El libro es la caja fuerte de las palabras, es decir, de la vida; más: de casi todas las vidas, reales y posibles. El libro es un generador de vida: se escribe porque se vive y también porque se lee. Un libro es una llave que nos abre la puerta de la imaginación. Un libro es el camino que nos lleva al asombro. Un libro es una casa que nos está esperando para acogernos, para que la habitemos, también para habitarnos.

 

Todo libro es un viaje vertiginoso o inmóvil que nos transporta fuera de nosotros: más profundo, más alto, más lejos, más allá. Los libros nos fundan, nos hacen más y mejores personas.

 

Leer es más vivir. Leer es convivir. Leer es revivir.

 

Yo distingo entre tiempo estéril y tiempo fértil. Por ejemplo: el tiempo que dedicamos a desplazarnos en autobús, tranvía, tren    -sin otro que esperar la llegada a nuestro destino, salvo la efímera maravilla de ver pasar el paisaje- suele ser un tiempo estéril. El tiempo que dedicamos a la lectura mientras nos desplazamos es un tiempo fértil.

 

España ha dejado de ser aquel país en el que se escribía a dentelladas  porque se leía con las orejas, para ser un país que lee con la inteligencia, con el sentimiento y con sentido crítico.

 

Quien tiene un gran libro tiene un tesoro. Quien consigue una selecta biblioteca posee una fortuna. Esta es la riqueza que para vosotros deseo.

 

Recientemente se ha difundido por internet una aguda confesión de José Saramago. El Premio Nobel de Literatura declaraba: “Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio, que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista: tienes que leer.”

 

De acuerdo con esta reflexión de Saramago os recomiendo el diario ejercicio de la lectura: es buenísimo para nuestra salud mental (para nuestra memoria, conocimiento, voluntad) y gratificante y enriquecedor para nuestro espíritu.

 

Autores, editores, distribuidores, libreros, lectores, medios de comunicación: por vuestra asistencia solidaria a esta Feria: muchas gracias.

 

1 comentario

santi -

A pesar de su voz rota en Soria, de sus gafas que le defienden del sol que ofende... Ángel se metió en el bolsillo a la plaza y salió por la puerta grande.
Aupa!!!!!