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Antón Castro

TRECE AL SOL... MARISOL AZNAR

[Hoy domingo, con todas las entradas vendidas ya, se ofrece la quinta y última función de 'Tiempos modorros' de Jorge Asín y Marisol Aznar. El pasado agosto publiqué en heraldo.es esta entrevista con la guionista, cantante y actriz. Abajo he colocado una nota sobre el espectáculo, que está derrochando risas y risas. Un vendaval de carcajadas.]

TRECE AL SOL DE... MARISOL AZNAR

 

Marisol Aznar (Zaragoza, 1972) es actriz, cantante y guionista de teatro y de televisión. Tiene compañía teatral propia: los Mc Clown. Participa, con un gran sentido del humor, en ‘Oregón Televisión’.

 

 

“Con la crisis, el verano se tiñe de oscuridad”

 

“Habría que reivindicar la alegría y la belleza más que nunca” 

 

Antón CASTRO / Zaragoza

-1. ¿Qué hace una actriz y guionista en verano?

En un verano normal descanso un poco y recupero fuerzas, el año es durísimo, sobre todo como guionista. Ahora mismo estábamos haciendo el ‘Oregón Televisión’ solos Jorge Asín y yo, y acabamos agotados. Así que lo dicho: descanso unos días y en agosto a volver a pensar y a escribir como loca para tener la nueva temporada para septiembre. Este año es atípico: no sabemos el futuro que nos espera en la tele; es bastante incierto por no decir otra cosa. Así que este año como guionista de la tele quieta en la mata. Trabajamos juntos Jorge y yo en nuevos textos teatrales, mejorando nuestra obra de teatro y pensando ideas nuevas con mucha gente para movernos y sobrevivir. Como actriz tampoco me quejo, no nos va mal de bolos con nuestra obra ‘Tiempos Modorros’. Así que lo dicho: nuevos tiempos, nuevos movimientos.



-2. ¿Dónde suele descansar?

He veraneado en muchos sitios. Ha habido años de hábitos fijos; cuando era pequeña en el pueblo de mi madre, Ambel, y también en Benasque, donde iba a unos campamentos maravillosos. De jovencita subía a Jaca todos los veranos a trabajar de monitora. Ahora he variado más: alguna escapada al extranjero para ver mundos diferentes cuando se ha podido, sigo subiendo mucho al Pirineo, me hace falta de vez en cuando, y también elijo playita. Desde que soy madre, más. A mi niña le encanta el mar y vamos a un apartamento que tiene mi hermana.

 

3. ¿Es usted de todo, no?

Ah, se me olvidaba: también vamos a Fréscano. Tenemos una casa entre un montón de amigos y, como nos ha dado por reproducirnos, allí que nos juntamos todos con nuestros churumbeles, a comer, a jugar y a reír.

 

 

4.  Nos va a dar envidia...

Ya digo que no elijo nada. Según las circunstancias, las pelas y los que los bolos nos permiten, vamos a un sitio o a otro.


-5. ¿Cuál son el viaje de verano y la ciudad de su vida?  

Tengo varios veranos de mi vida. Cada momento de la vida tuvo su verano y me lo pasé genial en casi todos. En cuanto a la ciudad, me quedo con Florencia, me impresionó. Es la belleza.

 

-6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Cómo fue esa época?

Fueron épocas estupendas, momentos únicos y felices. Cada cosa que te pasaba era increíble, toda una aventura.



-7. ¿Cuál sería su mejor recuerdo de entonces?

Me acuerdo mucho de las excursiones que hacíamos en Ambel, nos íbamos a merendar con un bocadillo de chorizo de Pamplona y recorríamos, andando, una acequia, un canal de riego, con el agua hasta las rodillas. Era para nosotros la selva amazónica por lo menos. ¡Qué felicidad!




-8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades realiza estos días?

8. Buah, leo todo lo que cae en mis manos. Acabo de terminar la última novela de Almudena Grandes ‘El lector de Julio Verne’, también ‘Por qué somos como somos’ de Eduardo Punset, y ahora estoy con ‘Danza de Dragones’, el último de ‘Juego de tronos’ que salió a la venta ¡Por fin!

-9. ¿Cuál sería un fetiche o un instante especial de un verano inolvidable?

Me acuerdo mucho del Museo d’Orsay en París. Fue un viaje muy bonito: la pintura impresionista me encanta.



-10. ¿Cuál ha sido el gran personaje de sus veranos?

No sé, no se me ocurre uno solo. Han sido muchos en libros, en películas, en teatro, personajes que me ha tocado representar muchos veranos. Ahora en estos momentos me quedo con Mari Ramona, la chica del Conchito, que me está tocando representarla alguna que otra vez.



-11. ¿En qué ha cambiado el verano con internet y con la crisis?

De entrada, el verano ha cambiado sobre todo desde que soy madre. Ahora busco cosas que hagan feliz a mi hija Inés. Con internet ha habido una revolución, pero creo que en todas las estaciones, verano, invierno, primavera, otoño... Quizá en el verano se note más porque es un tiempo de desconectar, e internet te mantiene conectado mucho más que antes. Yo lo veo positivo: te acerca más a mucha información. Es como todo. Hay que hacer un uso racional, procurar no engancharse ni depender de nada. ¿La crisis? Con la crisis el verano se tiñe de oscuridad; las noticias, los periódicos nos van minando el ánimo. Solo se oye hablar de la dichosa crisis. Creo de verdad que hay que aparcar un rato el tema y disfrutar un poco, lo que se pueda. La realidad es dura, pero el machaque mental al que nos están sometiendo está siendo insoportable. Habría que reivindicar la alegría, el optimismo, la belleza más que nunca... Me encanta el verano. Yo soy feliz en verano.



12. Si tuviese que resumir el espíritu del verano en un ‘tuit’, ¿qué diría?

El espíritu del verano son la calle, la gente, la despreocupación, las noches de charradas a la fresca, la alegría, y tanta luz: los días largos, las puestas de sol.




-13. ¿Cuál es la mejor, la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?

Recuerdo un bolo con el grupo de Teatro Hécate, mi grupo de teatro de toda la vida, hacíamos teatro en el instituto, después en la Universidad, etc. Era un bolo en una plaza de un pueblo (no diré cual) y hacíamos un ‘Shakespeare’. Fue un desastre absoluto, sonaba la música de un pub a tope, no habían cortado la circulación y pasaban coches por delante del escenario. La gente no escuchaba, se iban, venían... podíamos habernos deprimido mucho, pero nos lo tomamos con humor y nos dio por reír y reír... Pocas veces en mi vida recuerdo haberme reído tanto. Impresionante. Aun me da la risa. También con el grupo Mc Clown, actuando y en la furgoneta, hemos vivido grandes momentazos de risas y de buen rollo.

CRÍTICA DE TEATRO

 

La crisis, según Conchito y Mari Ramona

 

Antón CASTRO. Zaragoza

Marisol Aznar y Jorge Asín son dos actores en estado de gracia. En el doble sentido del término: están inspirados, conectan bien como intérpretes y como guionistas y, además, poseen un sentido del humor muy notable en muchas direcciones: son capaces de ser paródicos, esperpénticos y candorosos. Y por supuesto costumbristas, desde la desmesura controlada del baturrismo. ‘Tiempos modorros’ concentra todos estos elementos y quiere ser, por la vía de la simplificación satírica, un retrato de la crisis. Lo quiere ser y lo es. En primer lugar, la obra –de gags y sketches muy felices, con voluntad de unidad- es la síntesis de muchos de los males actuales: las mudanzas y la tiranía de la banca, los conflictos sociales, concentrados aquí en el copago, el retrato de los gobernantes en la intimidad y la crisis de la televisión.

‘Tiempos modorros’ es una comedia bufa, a la manera de Darío Fo, y es una sátira de hábitos, mucho más medido de lo que pudiera parecer, y es también una obra esperpéntica. El guión es ingenioso, con constantes destellos humorísticos, avanza y retrocede por el filo de la navaja sin inclinarse en exceso hacia la demagogia, pero tampoco sin eludirla. La caricatura exige la estilización y el énfasis de los defectos. Quizá la concesión más importante sea la aparición del alcalde Conchito y su hija Mari Ramona, que es una de las mejores creaciones del dúo Asín-Aznar: es casi un homenaje al público y pone el broche a un espectáculo de más de una hora donde el espectador no deja de troncharse. ‘Tiempos modorros’ encarna la terapia de la risa incontenible forjada con lucidez, con crítica y con mucho sentido común. La realidad puede ser así de surrealista y de absurda.

La obra está organizada mediante un sencillo pretexto: un conferenciante sueco, un tal Larsen (el nombre y los apellidos son un poco más extensos) va a dar una conferencia de remedios contra la crisis. Y pronto, entre su atento auditorio, aparece una mujer que le interpela. Una mujer que quiere saber. Una mujer peculiar: cuando el profesor está a punto de explicarle qué sucede con los bancos -que han pasado de conceder créditos hasta a los canarios y a los chinos indigentes no dárselos a nadie y a apropiarse de lo que sea mediante la estrategia del llanto: los banqueros también lloran y expolian- tiene que irse con urgencia al baño.

Así, con ese hilo conductor, se organiza la obra, que tiene uno de sus momentos culminantes en la relación de Mariano Rajoy con su madre. Una de esas madres que le reprocha que haya engañado a todos los españoles o incluso a su propio padre, al que no ha querido hacer ministro. Otro momento culminante, en este caso de crítica más feroz y descarnada, es en la mirada sobre la televisión: en ‘Aragoneses por el mundo’, la conductora de Calatayud encuentra a un baturro, con su cachirulo y todo, en un lugar llamado Mierda. Y para desternillarse es la escena en que Marisol Aznar imita a Eva Perón: al fin y al cabo ella sueña con que su padre sea el alcalde del mundo.

‘Tiempos modorros’ no deja títere con cabeza y demuestra que en esta sociedad hay demasiados descabezados. Y prueba el gran éxito popular de ‘Oregón televisión’: el espectáculo reivindica esa forma de hacer humor y los logros del proyecto, y es la constatación de cómo dos actores –y todo el equipo que hay detrás- habían calado en la sociedad aragonesa. Jorge Asín y Marisol Aznar están espléndidos. Son graciosos a su pesar. Son divertidos con intención: divertidos, entrañables, próximos. Tienen el don de la comunicación. Suscitan empatía, poseen un inmenso carisma y conocen a la perfección su oficio. El sonido puede ser mejorado en el espectáculo, pero lo que es insuperable es la autenticidad, la entrega, la rabia, el deseo de conmover y de hacer reír. Hacía tiempo que no se vivía algo semejante en la escena aragonesa: dos actores que son la prolongación de los deseos, de las fantasías y de las quejas del público.

 

Tiempos modorros. Guión, reparto y dirección: Marisol Aznar y Jorge Asín. Teatro Principal. Hasta el domingo, 23.



 

 

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