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Antón Castro

CARTA A SOL Y KATIA ACÍN MONRÁS

El próximo doce de diciembre se va a colorar en la Casa de Ena, donde vivieron Ramón Acín y Conchita Monrás, una placa que recuerda que allí forjaron un ámbito especial de convivencia y de creación, desde la pasión por la vida, por la modernidad y por Huesca.

Carta a Sol y a Katia Acín Monrás

Queridas Sol (pájaro libre en su cielo) y Katia Acín Monrás:
Éramos, somos muchos los que amamos y admiramos a vuestros padres, asesinados en Huesca, su ciudad del paraíso, en agosto de 1936. Somos muchos los que hemos aprendido los secretos de la convivencia, de la democracia y de la creación descubriendo, día a día, el plural magisterio de ambos: Conchita, vuestra madre, tenista en sus inicios, pianista y mujer de una sensibilidad incomparable, y Ramón, un hombre de su tiempo, un ángel luminoso en constante rebeldía que repudió la violencia. Somos muchos los que, con la llegada de la democracia y, sobre todo, a partir de la gran exposición de 1988, pudimos acceder a un universo emocionante presidido por el amor, la modernidad, la modestia y una dulzura radical.
Siempre recordaré mi primer encuentro con Sol Acín: nos encontramos en un restaurante, abrimos el hielo y el fuego de tantos recuerdos silenciados; más tarde, en su casa de Asín y Palacios, en Zaragoza, Sol abrió (abriste Sol, con tus textos secretos, tu corazón agigantado) sus álbumes de fotos y esparció sobre la mesa y en el ámbito íntimo del salón la esquizofrenia de una existencia que la había obligado a callar, casi a ser otra mientras pugnaba por ser ella, la niña que había sido desde 1923 hasta 1936 en aquella casa que tenía algo de edén de ideales definitivos. En las fotos estabais todos y todo: la familia al completo, armoniosa en medio de la tempestad, los latidos de una creación fértil que lo mismo abarcaba la escultura, la pintura, el dibujo, el periodismo (siempre recordaré los elogios que recibió el diáfano estilo de Ramón Acín), la enseñanza y la política, entendida como una práctica dialéctica necesaria y saludable. Ramón hablaba con el otro, dialogaba sin temor a la discrepancia, lejos del odio o del menosprecio. Y sobre la mesa se estremecía el material humano del arte y de la afirmación de la vida.
Años después, ganado para siempre para la causa de Ramón y Concha, me encontré con Katia Acín (contigo Katia, que reiventaste tu fogoso espíritu juvenil tras la jubilación y te reencontraste con tu padre en la tinta del grabado. Sé por Víctor Juan que el 23 se inaugura una exposición tuya; me alegro enormemente y te agradezco aquel magnífico grabado que me enviaste desde Altafulla), ahora en un restaurante oscense, poco antes de conocer ese piso donde se encuentran los muebles, una porción de cuadros y dibujos, y otras fotos. Fue como penetrar en un sagrado recinto, en un aire habitado de sombras y de resplandores. Katia hablaba sin parar de aquellos días inolvidables, recordaba una carta ilustrada con palomas que les había enviado su padre desde la cárcel, recordaba dos cuentos ilustrados de Ramón Gómez de la Serna que habían llegado desde Madrid, recordaba el amor inviolable de sus progenitores, entre objetos que debían conformar el Museo Etnológico de Huesca algún día. Y recordaba, cómo no, ese momento fatal de la leva hacia la cárcel. Todo ese mundo ha sido recogido por Emilio Casanova y Jesús Lou, entre otros, en el DVD "La línea sentida", que se presentó la pasada primavera en Albarracín, en medio de un torrente de admiración unánime.
Estos días, vuestros padres vuelven a estar con nosotros. En realidad, no se habían ido. Serán homenajeados el doce de diciembre con una placa en la mítica Casa de Ena, donde jugabais, donde aprendisteis a sospechar del enloquecido cierzo en el Hortal que gemía un desorden de presagios. La placa es un gesto necesario, un símbolo y la corrección de un error u olvido que se ha ido sucediendo en la democracia: ¿cómo era posible que Huesca no recordase a vuestros padres, que se sintieron oscenses hasta la médula? Un grupo de amigos -Víctor Pardo, Manuel Benito, Víctor Juan Borroy, y tantos otros- ha tenido este detalle que también es una manera de homenajearos a vosotras, semilla de la semilla, hijas de un sueño de libertad en el que nos miramos a diario. Y al hacerlo, nos sentimos mejores.

8 comentarios

rebullida -

yo tambien ire

Cide -

qué alivio saber que estás de nuevo en el camino.

miguel mena -

qué bueno que volviste, amiguito

Javier -

Venga Antón, que te veo ya empezando a hablar como un auténtico informático de puertos USB y nuevas tecnologías. Poco a poco vamos a ir conociendo más facetas creativas tuyas con las que deleitarnos. ¡Adelante!
Un fuerte abrazo

Javier -

:)

Anton -

Vitoriño de Villa Albina: Aunque no seas uno de los impulsores del homenaje de facto, no se entendería del todo sin tus páginas, sin tu apuesta constante, sin tus muchos desvelos en tu blog y en ese rincón de libertad y creación que has armado. Bendigo las nuevas tecnologías por ello. Y lo dice un inútil absoluto y un acomplejado con los puertos USB o con el sencillo hecho de colocar una foto. Un abrazo infinito y te envío de nuevo mi admiración sin resquicios.

Chorche -

Bienplegau de nuevo, Antón!! Te esperábamos

víctor juan -

Benquerido Antón:
Gracias por volver. Gracias por escribir.

Yo no soy impulsor ni organizador del homenaje a Ramón Acín. Soy un ciudadano más, uno de tantos otros, como todos, feliz por esta iniciativa. Nada más.