IDA Y VUELTA A HUESCA ENTRE LA NIEBLA
Muy de mañana, marcho a Huesca. No se veía nada: todo era niebla, esa niebla fatigosa que no te permite disfrutar del camino ni del coche (A la vuelta, en cambio, la niebla se ha desperezado un poco, asoma el sol, y pienso en La Gioconda y en ese estudio del paisaje con su indecisa profundidad de campo que efectúa Leonardo da Vinci; rarezas de quien ha estado hace pocos días en el Louvre). Es como si avanzases a tientas por un túnel de inquietantes presencias al acecho que no sabes en qué instante te van a aprisionar o soltar un manotazo en la cara y en los ojos. Escucho la radio: siempre es una buena compañía. Las voces de la radio. ¡Qué pena que sea tan de mañana, y no a primera hora de la tarde, cuando da gusto escuchar la sonrisa franca de Gemma Nierga! Me gusta su sonrisa sobre todo, esa impresión casi fugaz de alegría lanzada con tanto desparpajo a las ondas, me gusta Mara Torres que conduce Hablar por hablar de madrugada y escucha con la paciencia de quien se prenda de las historias ajenas. En Huesca, está Fernando García, feliz con el premio que ha recibido Arcadi Espada, el Blasillo. Arcadi Espada es el señor de los blogs: el dietarista más leído y más lúcido (y polemista, a fuer de sincero) del país, y Fernando, hace ya más de un año, intuyó que allí, en sus reflexiones y críticas, en sus lecciones de periodismo, había una auténtica mina.
Nos vamos a Gráficas Huesca y a su estudio de Diseño: por allí andan el meticuloso impresor Mariano Sánchez y el diseñador Alberto Naya, responsable del equipo de Estudio Creativo Veintiocho. Me asombra el orden y la pulcritud de la imprenta: no hay ni un solo papel en el suelo, ni una caja abandonada al azar, todo rezuma meticulosidad y eficacia. Mariano para quien el orden es una conquista inmediata de tiempo libre- nos invita a entrar en el obrador y nos regala dos libros preciosos: El cuento de Paco Yunque, una idea muy original del pintor y fotógrafo David Viñuales Lera, una auténtica gozada con un trabajo de puesta en escena, muy imaginativo y muy elaborado (que te lleva a pensar en cosas de Isidro Ferrer y Javier Solchaga, lo digo por esa proximidad a la poética del objeto que ellos practican). Y nos regala también el catálogo de Gabriel Figueroa, que se editó para Huesca-Imagen, con prólogo de Chus Tudelilla. Impresionantes las fotos en blanco y negro del fotógrafo de Luis Buñuel, y no sólo del Sordo de Calanda. La estampa de portada, con una exuberante y poderosa María Félix (la enamorada de Agustín Lara, la Doña Bárbara más voluptuosa, la mujer de ir y fuego que deslumbró a Julio Alejandro de Castro), es la prueba. Avariciosos de libros de fotografía los dos, Fernando y yo salimos felices a las callejas invadidas de smog de Huesca. Para entonces ya hemos trabajado un poco con el futuro catálogo de Antonio Calvo Pedrós y ya hemos visto los cuidados diseños del Estudio Veintiocho, en especial el de Lanau, tan osado, tan sugerente como afortunado. El diseño es una de las bellas artes del pasado fin de siglo, un puente directo al siglo XXII.
Ya en Zaragoza, viene a mediatarde Rafael López, ese artista de Casetas que trabaja en Artes Gráficas y que es como un ahijado o un nieto lejano de Amsel Adams. Ilustrará la portada de Artes & Letras del próximo jueves y expondrá una selección de sus obra en blanco y negro, en la Torre de Doña Blanca, en los VI Encuentros Literarios de Albarracín, titulados: Contar la vida. Memorias, biografías y diarios íntimos. Ahí, Pepe Melero, con quien hablo porque no acaba de recuperarse del todo, zigzaguea y se angustia entre décimas de fiebre y algunos dolores tras la operación, tendrá mucho que decir: él es un lector insaciable de dietarios, como Fernando Sanmartín o Julio José Ordovás, escritores de diarios también
Nos vamos a Gráficas Huesca y a su estudio de Diseño: por allí andan el meticuloso impresor Mariano Sánchez y el diseñador Alberto Naya, responsable del equipo de Estudio Creativo Veintiocho. Me asombra el orden y la pulcritud de la imprenta: no hay ni un solo papel en el suelo, ni una caja abandonada al azar, todo rezuma meticulosidad y eficacia. Mariano para quien el orden es una conquista inmediata de tiempo libre- nos invita a entrar en el obrador y nos regala dos libros preciosos: El cuento de Paco Yunque, una idea muy original del pintor y fotógrafo David Viñuales Lera, una auténtica gozada con un trabajo de puesta en escena, muy imaginativo y muy elaborado (que te lleva a pensar en cosas de Isidro Ferrer y Javier Solchaga, lo digo por esa proximidad a la poética del objeto que ellos practican). Y nos regala también el catálogo de Gabriel Figueroa, que se editó para Huesca-Imagen, con prólogo de Chus Tudelilla. Impresionantes las fotos en blanco y negro del fotógrafo de Luis Buñuel, y no sólo del Sordo de Calanda. La estampa de portada, con una exuberante y poderosa María Félix (la enamorada de Agustín Lara, la Doña Bárbara más voluptuosa, la mujer de ir y fuego que deslumbró a Julio Alejandro de Castro), es la prueba. Avariciosos de libros de fotografía los dos, Fernando y yo salimos felices a las callejas invadidas de smog de Huesca. Para entonces ya hemos trabajado un poco con el futuro catálogo de Antonio Calvo Pedrós y ya hemos visto los cuidados diseños del Estudio Veintiocho, en especial el de Lanau, tan osado, tan sugerente como afortunado. El diseño es una de las bellas artes del pasado fin de siglo, un puente directo al siglo XXII.
Ya en Zaragoza, viene a mediatarde Rafael López, ese artista de Casetas que trabaja en Artes Gráficas y que es como un ahijado o un nieto lejano de Amsel Adams. Ilustrará la portada de Artes & Letras del próximo jueves y expondrá una selección de sus obra en blanco y negro, en la Torre de Doña Blanca, en los VI Encuentros Literarios de Albarracín, titulados: Contar la vida. Memorias, biografías y diarios íntimos. Ahí, Pepe Melero, con quien hablo porque no acaba de recuperarse del todo, zigzaguea y se angustia entre décimas de fiebre y algunos dolores tras la operación, tendrá mucho que decir: él es un lector insaciable de dietarios, como Fernando Sanmartín o Julio José Ordovás, escritores de diarios también
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