JON LEE ANDERSON, SEGÚN FERNANDO GARCÍA MONGAY
Casi 100 horas
en Huesca*
Jon Lee Anderson (California, USA, 1957) parece un aventurero de película. Capaz de vivir holgadamente con dos perfiles anuales de 50.000 palabras, su lema es de una obviedad de novela negra: Chico, abre los ojos. Va por el mundo sin grabadora ni cuaderno de notas, dispuesto a escuchar y a preguntar mucho. Luego, en el calor del hotel, lo anota todo: reconstruye con amor a los detalles y a las escenas lo que le han contado, lo que ha visto, lo que ha intuido. Lo hace con exactitud y veracidad. Como si estuviese escribiendo una sinfonía en los apretados caracteres de su portátil. Con este método, ha redondeado perfiles de García Márquez, Sadam Hussein o Hugo Chávez para el The New Yorker que se consideran piezas impecables, joyas del oficio de contar la vida que es el periodismo. Jon Lee Anderson también es conocido por su monumental biografía del Che Guevara y por su libro La caída de Bagdad. Fernando García Mongay, el ciudadano oscense que ha puesto el Congreso de Periodismo Digital en el mapa del planeta, siente una pasión fetichista por las andanzas de los reporteros. De ahí que publique Un día con Jon Lee Anderson, que se presenta mañana y que será el pretexto para un encuentro entre el norteamericano y Gervasio Sánchez en Ibercaja, a las 19.30. García Mongay ha escrito un volumen de una rara intensidad: la historia de una fascinación que incluye un texto de Anderson acerca de sus seis horas por la sierra de Alcubierre, siguiendo los pasos de Orwell como si fuese un viajero en el tiempo entre dos campos de batalla de la Historia: Irak, de donde venía, y Huesca, donde pasó 100 horas inolvidables y donde percibió que los caracoles son demasiado exquisitos.
*Este texto aparece hoy en la sección "Cuentos de domingo" de "Heraldo". En esa web imprescindible que es Gistain.net, la enciclopedia de la vida encerrada en la red, puede descargarse el libro en PDF.
en Huesca*
Jon Lee Anderson (California, USA, 1957) parece un aventurero de película. Capaz de vivir holgadamente con dos perfiles anuales de 50.000 palabras, su lema es de una obviedad de novela negra: Chico, abre los ojos. Va por el mundo sin grabadora ni cuaderno de notas, dispuesto a escuchar y a preguntar mucho. Luego, en el calor del hotel, lo anota todo: reconstruye con amor a los detalles y a las escenas lo que le han contado, lo que ha visto, lo que ha intuido. Lo hace con exactitud y veracidad. Como si estuviese escribiendo una sinfonía en los apretados caracteres de su portátil. Con este método, ha redondeado perfiles de García Márquez, Sadam Hussein o Hugo Chávez para el The New Yorker que se consideran piezas impecables, joyas del oficio de contar la vida que es el periodismo. Jon Lee Anderson también es conocido por su monumental biografía del Che Guevara y por su libro La caída de Bagdad. Fernando García Mongay, el ciudadano oscense que ha puesto el Congreso de Periodismo Digital en el mapa del planeta, siente una pasión fetichista por las andanzas de los reporteros. De ahí que publique Un día con Jon Lee Anderson, que se presenta mañana y que será el pretexto para un encuentro entre el norteamericano y Gervasio Sánchez en Ibercaja, a las 19.30. García Mongay ha escrito un volumen de una rara intensidad: la historia de una fascinación que incluye un texto de Anderson acerca de sus seis horas por la sierra de Alcubierre, siguiendo los pasos de Orwell como si fuese un viajero en el tiempo entre dos campos de batalla de la Historia: Irak, de donde venía, y Huesca, donde pasó 100 horas inolvidables y donde percibió que los caracoles son demasiado exquisitos.
*Este texto aparece hoy en la sección "Cuentos de domingo" de "Heraldo". En esa web imprescindible que es Gistain.net, la enciclopedia de la vida encerrada en la red, puede descargarse el libro en PDF.
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