ANTÓN CASTRO, EL OTRO, EN MILÁN Y MUXÍA

Me contó, por ejemplo, que hace años cuando quería ser pintor hizo un gran mural sobre Rosalía de Castro, que estuvo cinco meses en Muxía, invitada por la hermana de Eduardo Pondal, el gran poeta de Ponteceso, cuya casa suelo visitar todos los veranos, allí al lado del río Anllóns. De esa estancia derivó la novela “La hija del mar”, que leí y vi en televisión hace muchos años interpretada por Amparo Pamplona, hija del turolense Clemente Pamplona. Y yo le conté varias cosas: que he escrito un cuento para mi nuevo libro “Marinos y mujeres” (que saldrá en Destino; allí lo tiene el editor Malcom Otero Barral, también tiene la novela de Miguel Mena donde narra el secuestro de Quini en Zaragoza, entre otras muchas cosas), donde el fotógrafo gallego Manuel Seara de Castro va a impartir una charla al Instituto de Enseñanza Secundaria “Ramón Caamaño” de Muxía, y habla de su maestro aragonés Patricio Julve, al que acompañó en distintos viajes por Zaragoza y Cantavieja, y que le regaló su mejor cámara y los mejores retratos de su novia. Y le conté también que el año pasado veraneamos en el camping de Leis en una preciosa y casi deshabitada playa de aguas frías, pero realmente bonita. Compartimos unos días con Pepe Cáccamo, Beatriz, Antón y Pedro. Muxía forma parte de mi vida por muchas razones: mi madre siempre me hablaba de las peregrinaciones a la Virgen de la Barca y la piedra de abalar, esa piedra que se estremece cuando el mar se encrespa o cuando tú la pisas, y yo soy un enamorado absoluto de su faro plantado ante el pedregal, que es un bálsamo de luz ante la furia del aguacero.
Antón Castro, mi hermano en Milán, mi doble, al que voy a conocer muy pronto, me dice que ha sido padre hace dos años y medio, y que está muy feliz. Prepara muchas exposiciones, programas culturales y cursos de español en Milán. Entrega más de media vida a su nuevo cargo, pero está entusiasmado. Volvimos a recordar que empezamos a darnos cuenta de la existencia del otro en Venecia en 1990. Él pasó a recoger su catálogo de “La voz de Galicia” y ya lo había recogido otro tal Antón Castro de “El día de Aragón”, que era yo. Ese día los dos empezamos a creer en fantasmas. Y eso que aún no habíamos visto las maravillosas piezas de Anselm Kiefer o aquellas fotos de lujuria de Jeff Koons y Cicciolina que luego publicó en España con todo lujos de detalles “El Europeo”…
30/06/2005 18:01 Enlace permanente. sin tema
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Autor: Anónimo
...Espero que pises la Piedra libre de pecado mortal...Aunque los buenos poetas, y más si son de la tierra, creo que tienen un permiso especial. Un abrazo (May)
Fecha: 01/07/2005 21:12.
Autor: Isabel Alonso
¿Has conocido ya a tu tocayo Antón Castro?.
Yo también me había dado cuenta de dicha coincidencia cuando vi un libro tuyo en una librería, y me llamó la atención ya que soy amiga de Antón Castro desde hace muchos años y me sorprendió no tener conocimiento sobre dicho libro, hasta que ojeándolo me di cuenta de la coincidencia.
Por cierto, si estás con él dale un abrazo de mi parte, ya que es para mí una persona muy querida, y también yo tengo muchas ganas de verle. Decirte que tendrás la suerte de conocer a una gran persona.
Enhorabuena por tu trabajo. Un saludo.
Yo también me había dado cuenta de dicha coincidencia cuando vi un libro tuyo en una librería, y me llamó la atención ya que soy amiga de Antón Castro desde hace muchos años y me sorprendió no tener conocimiento sobre dicho libro, hasta que ojeándolo me di cuenta de la coincidencia.
Por cierto, si estás con él dale un abrazo de mi parte, ya que es para mí una persona muy querida, y también yo tengo muchas ganas de verle. Decirte que tendrás la suerte de conocer a una gran persona.
Enhorabuena por tu trabajo. Un saludo.
Fecha: 05/11/2005 16:45.
Autor: Daniel
Decir de Antón Castro(Muxía), que es un fenónemo que irrumpió en la Naturaleza hace no sé cuantos años, personaje sin igual. Grande donde los halla, único en cualquier faceta que realiza; seguro que no me equivoco...
Fecha: 16/12/2005 15:16.