"LAS FLORES DEL MAL" DE BAUDELAIRE

En sus versos, impresionantes, trágicos, tocados por un agrio aroma de fugacidad, mira los vicios y los placeres del cuerpo, la embriaguez de los sentidos ante la belleza, los cataclismos de un mundo conmocionado. A todo se atreve Baudelaire: a la crítica, a la mordacidad, a la nostalgia, a la fiebre de amor, al símil deslumbrante como esos versos del albatros o La muerte de los amantes, que son compendios del vivir, de la pasión, de nuestro paso fugaz por la gloria. En un poema, sugiere Baudelaire, a veces el arte se reencarna en el cuerpo de una mujer hermosa. O en un delirio etílico. O en un arrebatado viaje con las drogas.
Las flores del mal es un inventario de brillos y de tinieblas, una travesía hacia el espanto desde la lucidez y algo esencial, nunca tan explícito: la absoluta conciencia del artista ofrecida más que con los sentimientos o con la intuición, con la inteligencia. Baudelaire creó una lírica diferente, osada, rotunda, fundó el simbolismo y abrió la senda de las vanguardias. Releo estos días de calor y de piscina la edición de Las flores del mal que publicó Pre-Textos, perfectamente rimada y hermosa, el rescate de la traducción de Eduardo Marquina de 1905. No ha perdido vigencia. El volumen, en bilingüe, anunció el alba de la modernidad.
10 comentarios
Agustin -
MAYCI....!!!!!..100% fieles ... -
mayci -
mayci -
Anónimo -
gustavo -
A.C. -
Querido May: ojalá fuese capaz de no aburrirme nunca. Aspiro a eso a cada hora, pero también he descubierto la pereza y la ansiedad, y el miedo y algo que podría parecerse al fracaso, tal como decía el otro día Pepe Cerdá, ese maestro de la vida desde el arte. Un abrazo para todos. AC
Magda -
Anónimo -
Baudelaire: Diarios íntimos
Para Antón, que ha decidido no aburrirse jamás (May)
Pepe Cerdá -