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Antón Castro

TENIS, CANDELAS, "LA NIÑA DEL FARO"

TENIS, CANDELAS, "LA NIÑA DEL FARO" Domingo para un diario sin interés:
-Partido de tenis, más bien entrenamiento, de una a dos, bajo un sol de justicia, con Diego y Jorge. Me lo paso en grande; me hacen correr de lo lindo. Se me desajustan todas las articulaciones, pero sarna con gusto no pica.

-Acaba julio. Y me voy a nadar en la piscina olímpica de Miralbueno. En esta ocasión casi no hay nadie.

-Recibo una llamada muy cariñosa de Nacho García-Valiño, el autor de muchos libros y de “Las dos muertes de Sócrates” (Alfaguara), que ha tenido tres ediciones. Ha estado ingresado una semana en el hospital por un problema de riñón y de retención de líquidos, llegó a pesar 16 kilos más de lo habitual que ha eliminado en cuatro días. Ahora ya está bien y se marcha de vacaciones a un pueblo de Logroño que se parece al paraíso. Me anima a que escriba novelas. Estoy en esa fase donde empiezo a pensar que ya no publicaré mucho más. Cada vez me cuesta más escribir, tengo menos ideas y mucho menos ilusión. Lo cual, como me dice siempre mi madre, significa que debo volver a empezar. Nacho me anuncia que su padre, excelente acuarelista, presentará una exposición de paisajes en el Hotel Boston en septiembre y que está verdaderamente entusiasmado. Está a punto de terminar una nueva novela.

-Por la tarde, me aíslo en “La casa de los persas”. Leo la historia de García Maroto, tan próximo a Buñuel en los tiempos de la II República, la trayectoria de Ewan McGregor, un artículo sobre el bandolero Luis Candelas Cajigal, que fue detenido y ajusticiado por no querer abandonar a su enamorada casi adolescente, otro sobre el arquitecto increíble Frank Wright Lloyd, una especie de brujo de una tribu de locos que no cobraban, sino que pagaban por estudiar por él. Ha realizado más 400 edificios y todos están en situaciones muy críticas. Al genio se le desploman los inventos…

-Nuevo partido de fútbol con Jorge y Diego. Daniel está en Barcelona, y el enfrentamiento no ha tenido encono. Ha sido un puro entrenamiento. Hemos podado los pinos y se ha ampliado el horizonte. Jorge y Diego vuelven a casa en bicicletas; el conductor del autobús de Garrapinillos no para de pitarles, se meten en un camino entre los maizales y esperan que pasen el acalorado piloto.

-Avanzo en la lectura de otro libro sobre faros: “La niña del faro” de Jeannette Winterson (en la foto; autora de “La Pasión” o “Escrito en el cuerpo”), libro que ha publicado Lumen y que cuenta la vida de una joven que se queda huérfana y que es cuidada por el viejo Pew. Le cuenta mil historias del mar, de la saga de fareros o ingenieros de faros, y entre ellos figura un tal Robert Louis Stevenson. El libro se aleja de una clave realista, pero es tremendamente sugestivo; está contado por la propia voz de la niña, que nació, por cierto, en 1959, igual que Miguel Mena, Fernando Sanmartín, Ignacio Fortún, Fernando García Mongay, Santiago Arranz, Antonio Pérez Lasheras o yo mismo.

6 comentarios

Elisa -

Me gustan mucho los faros y sus historias. Voy a leer este ¿conoces algún otro libro que trate de faros.
Gracias

Anónimo -

Y Miguel Mena, antes de ser tan famoso e importante como es hoy, publicó un libro que se titulaba "Paisaje del ciclista", un auténtico homenaje a Laudelino Cubino.

Laudelino Cubino -

Valiño tiene razón. Escribe una novela.
En 1959 Bahamontes ganó el tour de Francia.
Hala pues.

Antonio PÉREZ MORTE -

Así lo haré Sr.Castro, sus excelentes consejos y sus magníficas recomendaciones literarias siempre han provocado en mi, efectos altamente beneficiosos, por lo que, como siempre, quedo enormemente agradecido. ¡Abrazos! ¡Cuídesde usted también!

(¿4?)

Señor Pérez Morte -

Desde luego, es un libro eminentemente poético, es un libro sobre el arte de contar historias y de mitigar el dolor de vivir con la palabra, es un libro sobre la inmensa cordillera de faros que alumbran el mar.

Le felicito por esa extremada y envidiable juventud.Y le envío un abrazo. Cúidese y ponga ese ánimo alicaído al oreo del viento de la montaña... AC.

Antonio Pérez Morte -

Estimado señor Castro, la niña del faro al igual que todos los amigos citados nacieron un año antes que yo,
que lo hice en 1960.

Querría preguntarle si pese a nuestra notable diferencia de edad, y con estado anímico un tanto decaído, el mencionado libro pudiera ser una lectura apropiada para mí. Espero su respuesta.
Suyo afectísimo:

Antonio PÉREZ MORTE

(¿4?)