EDUARDO LAGO, PREMIO NADAL
Eduardo Lago (Madrid, 1954; no sé por qué siempre había pensado que era gallego; un apellido muy frecuente en mi infancia en Santa Mariña de Lañas y alrededores era Lago) ganó el Premio Nadal, que recuperó su inclinación por las apuestas literarias que hacía en el pasado. Eduardo Lago, al que he leído mucho en la revista de “Libros”, que dirige Álvaro Delgado y coordina la estupenda poeta Amalia Iglesias, venció con “Llámame Brooklyn”, una novela dentro de una novela, según las agencias. El jurado valoró la novela como “una historia de amor, amistad y soledad” que constituye “un canto al misterio y al poder de la palabra escrita, así como su concepción caleidoscópica, a modo de rompecabezas”. Ha sido calificada ya como “un artefacto insólito en la narrativa española actual”. El argumento cuenta la historia de un periodista del “New York Post” que se entera de que su mejor amigo, Ackerman, ha muerto, y debe recuperar entre los cuadernos que Ackerman dejó en un hotel de Brooklyn una novela a medio acabar. Ackerman la escribió con el afán de que llegase a una mujer, a una única lectora: Nadia Orlov, un completo enigma por ahora… Recuerdo a Eduardo Lago como un crítico intenso y atrevido, a veces de sinceridad feroz, con una gran capacidad interpretativa; tengo mucha curiosidad por su novela. Doctor en Literatura por la Universidad de Nueva York, Eduardo Lago da clases en el Sarah Lawrence Collage. El madrileño había ganado en 2002 el premio Bartolomé March por un estudio de tres traducciones españoles del “Ulises” de James Joyce: las de Eduardo Chamorro, José María Valverde, la de Salas Subirats para Rueda… Y además ha traducido a la poeta y narradora Silvia Plath, a Henry James, a John Barth, a Junot Diaz y a Christopher Isherwood, entre otros.
La finalista fue Marta Sanz (Madrid, 1967) con su novela “Susana y los viejos”, una novela coral sobre amores y desamores… Es autora de libros como “El frío”, “Lenguas muertas”, “Los mejores tiempos” (Premio Ojo Crítico, 2001) y “Animales domésticos”. Lluis Maria Todó ganó el premio Josep Pla con “El mal francés”, traductor y autor de una docena de novelas. Aquí, Lago y Marta Sanz posan ante el escritor malagueño Antonio Soler.
NOTA. [El gran diseñador Fernando Lasheras me envía una amabilísimo recordartorio: Eduardo Lago publicó en Prames, en el año 2000, un libro titulado "Cuaderno de México", de 105 páginas, un volumen ya revelador que se me había pasado por alto. Gracias a Fernando y gracias a Prames por su visión].
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