PIZARRO, ELOY FERNÁNDEZ, MARISA DOMÍNGUEZ
Por la mañana, creo que por primera vez en mi vida, asistí a una conferencia de Economía: la charla de Manuel Pizarro. Había muchos amigos; resultaba un poco incomprensible el error estratégico de la institución: dio la conferencia en un espacio angosto y descuidado a rebosar, en vez de en el Paraninfo. Pizarro estuvo espléndido, y a mí me quedó la duda de qué sentido tiene esta OPA, cuyas características son tres: es una OPA hostil, el pez chico intenta comerse al grande, y además Gas Natural no trae dinero para pagar, en el fondo –vino a decir Pizarro- vende duros a cuatro pesetas y a especular con el capital ajeno. No entiendo nada de política ni de economía: por ejemplo, me desconcierta que un parlamento como el aragonés permita que el 25 % del presupuesto sea opaco. Es decir, que no se sepa cómo se distribuye, cómo se gestiona, que no haya que dar cuenta de él. Pizarro dijo que él intentaba llevar la situación de Endesa como llevaría su propia casa, con sensatez. E hizo una defensa apasionada y con datos de los valores de la electricidad. Por cierto, me gustó mucho Eduardo Bandrés: me pareció un hombre cálido, sereno, que no vendía nada. De los políticos más transparentes y sinceros que he conocido en una intervención pública.
Mariano Gistaín y yo comimos con Eloy Fernández Clemente, que está lleno de proyectos. De grandes proyectos: va a dirigir una Historia de Aragón para “La Esfera de los libros” de 700 páginas, y contará con cuatro historiadores para que le acompañen: Francisco Marco hará la historia Antigua; Carlos Laliena se encargará de la Historia Medieval; Eliseo Serrano realizará la Historia Moderna, y el joven Pedro Rújula redactará la Historia Contemporánea. El proyecto estará listo para el 2007, más o menos. Es un encargo concreto de Imelda Navajo, esa aguerrida editora a la que le dedicaron un retrato muy poderoso Concha García Campoy y Ouka Lele. Eloy además, a quien no le molestan en exceso el menosprecio y la coz de algunos colegas (“ladran, luego cabalgo”, parece pensar. Algunos critican en los otros lo que no critican en sí mismos), está a punto de publicar un libro de Fernando García Mongay, un viaje por el periodismo y las nuevas tecnologías, y unas “espléndidas memorias de Paco Uriz”, “el poeta de Olof Palme”. Y además, Eloy, que rejuvenece a diario con lecciones de entusiasmo e ilusión, anda siguiendo la pista de Jose Oliveira Martins, el homónimo de Joaquín Costa en Portugal. Y por ahí va a dar alguna que otra sorpresa.
Ayer me reencontré, más de un cuarto de siglo después, con Marisa Domínguez, profesor de Filosofía, madre de cinco hijos estupendos, santiaguesa pasada por Zaragoza, Oviedo y Lisboa, donde se ha comprado una casa y donde se ha jubilado. Hizo hace años una tesina doctoral sobre Rosalía, pero lo fundamental de ella, lo que la distingue, es su pasión por la enseñanza, su amor a los estudiantes. Diese lo que diese, siempre lograba seducir, interesar con la asignatura. Hace muchísimos años que no realiza exámenes, los alumnos se autoevalúan y ha sido capaz de enseñar su asignatura mediante el fútbol, el cine, la familia, la charla. Los alumnos la veneraban, y algunos compañeros le han hecho la vida imposible. Deambuló en Zaragoza por un montón de institutos. Nos conocimos en 1979 y me prestó entonces un libro menudo, de Aguilar, con “Las confesiones” de San Agustín. Ese libro, que siempre quise devolverle, me ha acompañado durante todos estos años en mis mudanzas. Ayer, me dijo: “Quédatelo para siempre. Es tuyo en propiedad”.
*El cuadro de Manuel Pizarro es del pintor Ricardo Mazarrón.Mariano Gistaín publica hoy su artículo en "La ciudad de las gaviotas" sobre el tema. Mariano me merece mucho más crédito que yo; el texto es estupendo.
3 comentarios
Cide -
A. C. -
Agradezco tu punto de vista. Un saludo muy cordial. AC,.
Merche -