CRISTINA REMACHA EXPONE EN DECOR-ART ( Y UNA HISTORIA DE AMOR)
[Una de las entrevistas de las que tengo un imborrable recuerdo es de la que le hice a Paco Ortiz, el gran locutor, padre de Paco Ortiz Remacha, de Aragón Radio, y mirado de la pintora Cristina Remacha (hija del maestro de forja y escultor Pablo Remacha), que expone estos días su obra en la sala Decor-Art de Pilar Bailo. Al hilo de esa muestra, que aún no he ido a ver, traigo aquí un fragmento de aquella entrevista: una narración preciosa de un loco amor que cristalizó muchos años de convivencia y varios hijos, creo que tres: Paco, Alfonso, poeta y activista cultural y editor, y un tercero, a quien creo no conocer. He aquí un fragmento de aquel diálogo. Al habla Paco Ortiz...]
--Pablo Remacha, era un hombre recio, duro, de carácter muy serio. Al estrecharme la mano casi me la rompe. Vino con él una cría que tenía trece años, con unas coletas larguísimas, y de verdad, de verdad que existe el flechazo. Vi aquella criatura y la verdad es que me quedé mudo: tan bonita, tan delicada. Cuando le di la mano, al despedirme, experimenté una sensación extraña, tanto es así que pensaba diariamente en ella. Y yo mismo me decía: "¿Cómo puedo yo, un hombre hecho y derecho, ocho años mayor, enamorarme de una niña?". Tenía mala conciencia.
--Ahora lo llamarían pederasta.
--Intenté hacer amistad por todos los medios con la familia Remacha, no por ver cómo trabajaba el artista precisamente. Ella venía a verme aquí al Pasaje Palafox a los concursos de cara al público; de tapadillo íbamos a los cines tolerados, paseábamos y la gente me miraba de una manera un poco extraña. Yo tenía una vespa, una de las primeras que llegaron aquí a Zaragoza. Se enteraron sus padres de esos paseos y no les sentó muy bien. Era junio y estábamos en un pequeño jardincito de su casa. Les dije: "Pablo, Marcela, tengo que comunicaros algo trascendental para mí y para vosotros. Me voy a casar con vuestra hija". Pablo Remacha me miró de tal manera que me fundió como cuando machacaba el hierro duro. "Paco --dijo--. ¿No habrá pasado algo anormal?". "Pablo, soy un caballero". Ellos aceptaron porque me querían muchísimo también, esperando que la boda fuese dentro de cuatro o de cinco años. "Pero es que esto además va a ser rápido, eh. El 25 de enero". Insistí: "Mira Pablo, aquí hay dos cuestiones. O me caso con ella o la rapto y me la llevo aunque organicemos el escándalo del siglo. No puedo vivir sin ella". Hubo un lío familiar increíble. Hubo que hacer unos trámites religiosos tremendos y ahí Alfonso, mi hermano, que no aprobaba la idea, me ayudó mucho.
Esa niña es hoy la artista Cristina Remacha, de dilatada y personal trayectoria pictórica, expone ahora en la sala Decor-Art, en la calle Cuatro de Agosto. La foto la he tomado de la página web de Cristina Remacha: http://www.cristinaremacha.com
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1 comentario
Magda -
La historia de amor es hermosísima.