"NUNCA", DE ÁNGEL GONZÁLEZ
NUNCA
¿Hemos de sacrificar a la doncella
en el altar del dios que reclama su sangre
para confirmar su poder sobre nosotros,
y comprobar que su grandeza
no sufre menoscabo con el paso del tiempo?
Rómpase la grandeza del dios en mil pedazos,
que la lepra corroa la púrpura que cubre su soberbia figura,
y que su eternidad se reduzca a ceniza.
Y prevalezca la sencilla gracia
de la doncella viva, fugaz, irrepetible,
su sonrisa tan clara,
su alegría
que ella no sabe efímera, y por tanto
es en su ser presente inmortal un instante.
De Nada grave. Ángel González. Visor. 2008. La foto es de Jerry Uelsmann.
OTRO POEMA
Tanto la he llamado, tanto
he suplicado su asistencia,
que ahora,
cuando apenas tengo ya voz para llamarla,
casi lo que más temo es que al fin venga.
No me vuelva a dar la vida.
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