LAS OLIMPIADAS / 6. STEFKA KOSTADINOVA
Una de las mejores saltadoras de altura de la historia, aunque no siempre la más regular, fue la búlgara Stefka Kostadinova (Plovdiv, Bulgaria, 25.03.1965), que se convirtió en la mejor del mundo ya en 1985, algo que ratificó en 1987: en Roma, un 30 de agosto, batió el récord del mundo, lo dejó en 2.09, y ganó la medalla de oro en los campeonatos del mundo. En Seúl fue plata con 2.06, igualada con la sorprendente norteamericana Louise Ritter, que saltó la misma altura pero con menos intentos, y el bronce fue para Tamara Bykova. En Barcelona fracasó estrepitosamente, ni siquiera logró medalla alguna. Venció la alemana Heike Henkel. Y a partir de ahí, pasó por una época llena de decepciones. Decidió casarse, fue madre de su hijo Nikolai, y en 1995 consiguió el oro en los campeonatos del mundo de Goteborg. Y en Atlanta-1996, por fin, logró el título que se le escapaba en una olimpiada.
Posteriormente, debido a distintas lesiones, decidió retirarse. Era una saltadora elegante y esbelta, de una altura inacabable, que poseía una técnica exquisita y una ejecución rebosante de belleza, tersura y armonía. El récord del mundo sigue en su poder, más de veinte años más tarde, y ahora la amenaza seriamente otra extraordinaria saltadora: Blanka Vasic, que ha tomado la senda de otra extraordinaria campeona como Kajsa Bergqvist (campeona del mundoen Helsinki 2005 y solo bronce en Sydney 2000, y dos veces campeona de Europa), que se ha despedido de la competición con una inequívoca maldición: fue la mejor durante varios años y sin embargo nunca pudo vencer en una Olimpiada.
En los últimos años, entre otras, las ganadoras del salto de altura en las Olimpiadas han sido Rosemarie Ackerman (1976, usaba el rodillo ventral), Ulrike Meyfarth (ganó en 1972 y en 1984), Sara Simeoni (1980), Heike Henkel (1992), Louise Ritter (1988) y Yelena Slesarenko (2004).
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gelmirez -