TRES ARTISTAS DEL AGUA EN GALERÍA FINESTRA, HOY
La Galería Finestra Estudio inaugura esta tarde, en su sede de Zumalacárregui 12, la exposición “A lo largo del Nilo...RIO... Mare Nostrum”, con obras inéditas del fotógrafo Bernard Plossu, el pintor Rafael Torres Correa y el artista (escultura, fotografía, video arte) David Rodríguez Gimeno. La muestra se realiza en colaboración con el Gobierno de Aragón, el Instituto Francés y el Ayuntamiento de Zaragoza.
Galería Finestra Estudio
C/ Zumalacarregui 12, local. 50006 Zaragoza
Tlf: 976234516 fax: 976229531
[Ana Gil me ha pedido un pequeño texto para la exposición. El catálogo lo ha maquetado, en colaboración con la galería, el escultor, fotógrafo y videocreador David Rodríguez Gimeno.]
LA ETERNA SINFONÍA DEL AGUA
He aquí tres artistas seducidos por el embrujo del agua. Tres artistas muy distintos, por su técnica, por su forma de mirar y por el objeto de la mirada. Bernard Plossu es uno de los grandes fotógrafos del momento: un hombre discreto, casi sobrio, que va y viene alrededor del mundo envuelto en el silencio con su cámara al hombro. Plossu es, ante todo, un creador que sabe ver. David Rodríguez Gimeno es el artista moderno y acaso incansable que se maneja con pasmosa naturalidad en un sinfín de disciplinas: es escultor, creador de vídeo, fotógrafo y alguien que experimenta con su cuerpo ceñido a la selva. Y Rafael Torres Correa es un pintor que lleva en el alma el color del Caribe, la furia de las tormentas del atardecer, el imponente vuelo del aura tiñosa, la materia disuelta y estremecida de la pintura: mancha, arrebato, atmósfera, mar de luz y sombra en continua expansión.
Los tres participan en un proyecto sobre los ríos y los minúsculos regatos que surcan una montaña o la vaguada, sobre el mar y las riberas. Ese proyecto, que es esta muestra de galería Finestra, también es una aventura, una exploración de la naturaleza, un viaje en compañía del agua. Bernard Plossu es un fotógrafo que ha viajado alrededor del mundo desde los trece años: con su padre, inicialmente, y luego solo. Ha captado la India, el curso del Níger, las carreteras solitarias de México, ha captado con un extraño acento poético, de calculada sobriedad, los desiertos y sus arquitecturas. Aquí, Plossu se acerca al Nilo, ese gran río de África que atraviesa el espejo de la historia y baña tantas vidas y civilizaciones y hábitos cotidianos. Plossu, como un espectador apacible, capta la floresta, los campesinos, las barcas, los marinos, los reflejos de la corriente, y poco a poco, con esa elegancia suya, documenta una forma de ser y de estar sobre la tierra.
David Rodríguez Gimeno presenta un trabajo en vídeo inspirado en los ríos. En realidad, son dos piezas grabadas en un casi invisible arroyo de las afueras de Huesca: una abarca un espacio de siete metros, y la otra de 61 metros. David hace dialogar el curso del agua, y su melodía, más o menos cambiante, con el cielo, con los sedimentos, con ese modesto cauce, y así realiza una propuesta que parte de lo ínfimo para lograr una metáfora universal, un espejo, un cántico, una nueva reflexión sobre el hombre que inmiscuye su cuerpo y sus sueños en el paisaje. David añade dos sugerentes fotos.
Rafael Torres Correa parece haber pasado de sus desiertos terrosos a cielos de agua, a una constelación de islas a la deriva. No se ha olvidado de sus texturas ni de sus páramos, pero aquí parece adentrarse en la memoria del paisaje, en la presencia del agua que fluye y que lo llena todo, que traza una avenida entre cordilleras. Rafael Torres Correa compone tramas de luz, construye espacios cósmicos, oye el lamento del mar junto a las rocas, intuye el misterio de los abisales fondos marinos. Los tres, Bernard, David y Rafael, se encuentran en el arte, en el delirio de crear, en la sinfonía eterna del agua.
*He aquí una foto de Marsella, realizada en 1975 por Bernard Plossu.
0 comentarios