LA ALHAMBRA, VISTA POR ENRIQUE VILLAGRASA
POEMA EN LA ALHAMBRA
“-Ninguno más; pues, señor, soy hijo de la Alambra.”
W. Irving
En el silencio de la mañana
Granada, primaveral y soleada.
La huerta.
Anoche con los ecos de la historia,
estamos aquí para presentar
Las noches azules del alma:
la amistad no deja lugar a dudas.
Cinco gotas de agua
contienen cinco gotas de luz.
Soy hijo de los ecos de tus voces.
¿En qué poesía hemos caído, en qué versos,
en qué poemas en prosa nos perdemos?
¿Ya no podrá la lírica otras tardes
de ribera a ribera atravesar el Mediterráneo?
Sé que se va la luz monte arriba,
pero casi a oscuras y en silencio se escribe.
Hastiada ya el alma de tanta espera
ve que no hay rosas en el aire, sí espinas.
Y los cerezos olvidan dar flores en mi pueblo:
rápido envejece el verano
a la orilla del Jiloca.
¿Y qué habrá que escribir para que entiendan
los versificadores que no es eso, que no?
¿Cuándo la lírica moverá el mundo,
y los sonetos las fiestas celebrarán?
La poesía se muere
y caen al trujal los versos desangrados.
Y en lugar de poemas encontramos
ripios escritos en su raspa.
Tanto dolor para tan pocas lágrimas
en el Sur: fecundo en tradición poética.
En el Patio de los Leones, pero quizá
no lloren ya los poetas lágrimas negras.
Cinco gotas de agua
contienen cinco gotas de luz.
Soy hijo de los ecos de tus versos.
Enrique Villagrasa
*(Jiloca: río que pasa por Burbáguena (Teruel), pueblo del autor rico en cerezas y viñedos). La revista literaria EntreRíos dedica un monográfico al monumento como fuente de inspiración artística, y entre los poemas seleccionados figura éste del poeta turolense afincado en Tarragona. La foto la he tomado de la web de www.granadarustica.com.
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