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Antón Castro

CITA DE AMIGOS DE PABLO SERRANO EN ANDORRA

Ayer, la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos, con su laborioso equipo del CELAN al frente (María Ángeles, Javier, Pilar, Rosa, José María…), recordaba a Pablo Serrano (1908-1985). En realidad, había preparado un vasto programa con exposiciones y publicaciones con motivo del centenario de su nacimiento. En la jornada de ayer, Alberto Sánchez presentó una película, rodada entre 1976 y 1979, que intentaba plasmar el sentido artístico y filosófico del escultor de Crivillén, con un perturbador subrayado musical de Manuel Rotellar. Eloy Fernández Clemente, andorrano de nacimiento, habló de su amistad, de su colaboración con ‘Andalán’, del intercambio de cartas y abordó de manera global la trayectoria del creador. Eloy recordaba cuánto amaba Aragón Pablo Serrano; leyó el retrato literario, impresionista y repleto de imágenes, que le había dedicado a su pueblo de Crivillén. Y Emilio Gastón, entre otras cosas, recordó que lo había conocido hacia 1956 cuando apareció por el café Niké con Miguel Labordeta, del cual haría una cabeza. Emilio Gastón explicó el método de trabajo de Serrano: cómo le estiraba la cara, como le levantaba una ceja, como le arañaba de súbito una mejilla, etc., y lo hizo como él sabe: con una mezcla de candor y humor, con un amasijo verbal de surrealismo y poética naïf repleto de paradojas.

 

A la ida y a la vuelta, Emilio Gastón recitó varios poemas. Empezó con ‘ Y como mejor proceda digo’. Y lo más bello, tras muchas, muchísimas risas y un amago venial de disputa entre Eloy y Emilio, fue que el poeta despidió el acto con uno de sus mejores poemas. Hubo un auténtico diluvio de aplausos. Eloy Fernández Clemente, que siempre está en todo y que además jugaba en casa, recordó que su amigo ininterrumpido durante más de 50 años también hace escultura. Hace escultura con los materiales y con la voz.

 

A lo largo de la noche, hubo varios detalles entrañables:

-1. El conductor del taxi, el de la ida, apagó la radio para escuchar mejor a Emilio. No lo dijo, pero jamás se había visto en algo tan tierno y surrealista. Tan fascinado estaba que acudió a escuchar la mesa redonda, que yo moderé.

 

-2. El conductor del taxi, el de la vuelta, era un joven que le gustaba la poesía. Combinó nuestros cuentos, chistes, alineaciones de fútbol y bromas con la música que Andy Chango le ha puesto a Boris Vian. Al final, la apagó cuando Emilio se despidió con un poema de amor.

 

-3. Por Andorra, con su entusiasmo absoluto, andaba el gran reportero Antonio Pérez Pérez, objeto de una exposición en la villa meses atrás. Gran amigo de Eloy Fernández (que nos llevó, por cierto, a la casa donde nació, y que está, casualidad de las casualidades, enfrente de la sede de Chunta. Llamé a Labordeta y me preguntó, ya bastante recuperado: “Pero, ¿no había nacido Eloy en Alloza?”), nos trajo el periódico ‘Amanecer’ en el que hizo su última colaboración de corresponsal gráfico.

 

-4. El público se lo pasó muy bien a lo largo de las dos horas. Decía Emilio: “De aquí no se va nadie. Qué bien”. Alguien se fue. El propio alcalde Luis Ángel Romero tuvo que salir hacia las ocho y media o así para cuidar de su hijo. Dijo Mary Carmen Gascón, poeta y esposa de Emilio: “Mira, por eso ya me cae mucho mejor: le disculpo la ausencia”.

 

-5. En ese viaje, al pasar por el Ventorrillo se habló de José Iranzo, el Pastor de Andorra, uno de los ídolos de jota de Pepe Melero. Eloy recordó que había visto el documental de José Miguel Iranzo y Joaquín Carbonell, dedicado a José Antonio Labordeta. Eloy dijo que era realmente estupendo, bello en ejecución, intenso, ameno, lleno de calidez y de verdad. Y esta misma mañana, camino a casa, mientras Óscar Sipán esperaba para hablar de ‘Avisos de derrota’, sus estupendos cuentos aparecidos en Onagro, Luis Alegre elogió la pieza y usó de sus adjetivos preferidos para definir la obra: poliédrica y abrumadora, como polémica y abrumadora es la personalidad y la trayectoria de José Antonio Labordeta.

2 comentarios

Querido Enrique -

Eloy pasó muchos veranos en Alloza..., pero yo creo que Labordeta lo decía un poco de broma.

Cúidate. Antón

Ya he recibido el libro. Haremos algo después de Reyes, que es cuando vuelve A&L.

Enrique -

Fue Joaquín Carbonell el que nació en Alloza.