NUEVA VICTORIA DEL GARRAPINILLOS JUVENIL
El Garrapinillos juvenil jugaba ayer un partido importante ante uno de los equipos más serios de su categoría. El Juventud, que venció 3-4 al que dicen que es el gallito de la serie: el Marianistas. Es un conjunto clásico, con larga trayectoria en todas las categorías. El choque era a las doce de la mañana, en casa, en el campo de hierba natural de San Lorenzo. Hacía una espléndida mañana de sol que despedía así, con un bello fulgor de primavera, el otoño. Al principio, solo contábamos con doce jugadores. Nos extrañó la ausencia de Adrián Serna: le llamamos varias veces y no respondió al móvil. Debía seguir de parranda o inmerso en las pantanosas zonas del sueño o de alguna resaca.
En el vestuario todos teníamos clara una cosa: era un partido crucial para seguir arriba, iba a ser difícil, iba a ser intenso, apasionante, y lleno de tensión. Y así fue: ellos, de naranja, venían con un montón de jugadores y con un montón de padres, que animaron lo que pudieron. Nosotros, como casi siempre, con lo justo. Y además, nuestro arquero tenía averiado el dedo meñique. Lo probamos en el calentamiento, y pareció no resentirse. Gayoso es titular indiscutible, porque es el único que tenemos, porque está muy metido en la campaña y porque es único también. Su campaña es sobresaliente y tiene una clara influencia sobre sus compañeros.
Formamos así: Gayoso; Alex Velilla, Alfredo, Marcos, Aitor; Mario, Diego Rodríguez; Diego Cali, Jorge Rodríguez, Alex Fernández; Eduardo Pirri. En el banquillo solo contábamos con Juan, y luego se sumó Adrián Serna. Ambos jugarían y colaborarían en la victoria.
El Juventud dio la impresión de que era un equipo sólido, bien asentado, peligroso, aunque fue sorprendido muy pronto por los nuestros: pared entre Jorge y Diego, éste cedió a Pirri, que remató con elegancia y precisión. El Garrapinillos mandó y dominó, generó alguna ocasión más, aunque en un leve encadenamiento de errores, se produjo el empate. Poco después, en un remate de pícaro que no da una por pérdida, Pirri adelantó al Garrapinillos de nuevo. Ya en la segunda parte, Jorge lanzó un córner, se generó un pequeño lío en el área rival, y Pirri marcaba el tercero de la mañana tensa y su gol número doce de la temporada. Algunos minutos después, en una falta cerca de la medialuna, un delantero del Juventud acortó distancias. Y entonces, ya con Serna en el campo y Alex Fernández (de nuevo una expulsión rigurosa y confusa, excesiva para la categoría), el Garrapinillos consolidó su juego y el triunfo con diez jugadores: Adrián Serna lanzó dos pases en profundidad de a Jorge, que éste solventó del mismo modo: con dos precisas y plásticas vaselinas. Las dos muy similares y realmente bonitas.
El Juventud acusó el golpe, y aún recortó distancias con un nuevo gol, pero ya no había tiempo para la reacción. El triunfo del Garrapinillos fue justo y brillante, porque el partido se jugó de poder a poder, con pasión, con concentración, sin descanso. Éste es el octavo triunfo consecutivo de los rojillos. El equipo estuvo muy bien en todas las líneas: excelente Gayoso, sobrios y asentados sus defensas quqe ayer volvieron a demostrar que el equipo está donde está porque la defensa está dando un gran rendimiento; Mario ejerció de bastión, Diego corrió sin cesar, robó constantes y generó ocasiones y abrió espacios con desborde y potencia; Pirri realizó un partido de una gran efectividad y entrega; Diego Cali probó una nueva demarcación con seriedad y pareció sentirse a gusto; Alex estuvo bien y Jorge realizó un partido muy completo, de continuo trabajo, de lanzamientos a sus puntas, y se mostró como un buen ejecutor en los metros finales.
Los chicos estaban realmente contentos al final. Y con razón. Salvo el partido de Pina, en la tercera jornada, no hay nada que reprocharles. Eso sí, creo que el de ayer ha sido su mejor partido.
*Así captó Aloma Rodríguez el momento en que Jorge, el 10 del Garrapinillos, marcaba el quinto gol con su segunda vaselina.
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Fernando -