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Antón Castro

'CARICIAS PERPLEJAS': LA LUZ Y EL FARO

'CARICIAS PERPLEJAS': LA LUZ Y EL FARO

Olga Bernad (Zaragoza, 1969) abrió un blog de golpe y ocurrió algo especial: sus poemas hallaron eco inmediato, lectores e incluso un constante río de elogios. Impelida por un estado de inspiración vehemente, Olga Bernad dio lo mejor de sí misma y vertió un sinfín de registros, de sensaciones, de metáforas que han dado lugar al libro 'Caricias perplejas'. Un poemario que puede leerse como una novela sobre las emociones, el placer y el dolor de amar, un friso de luz y de tormenta donde, cuando anochece, se agolpan las sensaciones: el delirio, la locura, el desgarro inefable, el afán de vencerse en otro cuerpo de luz.

No es fácil encontrarse con una poeta tan hecha. Tan segura. Tan deslumbrante. Tan personal en sus desvíos y en la elaboración del discurso, tan inconformista en la materia oscura de sus sueños. Sin nombrarlo exactamente nunca, sin ponerle (ni ponerse) un nombre, Olga Bernad crea un sujeto poético, eso que a ella le gusta denominar "una autoficción", y construye un libro armonioso, intenso, repleto de hallazgos y de estados de ánimo. Un libro sobre la vida, sobre la belleza, sobre el dolor y la amistad, sobre la enfermedad, sobre la fidelidad y el olvido, uno de esos volúmenes donde casi todo suena a no oído, a no visto. Hay aquí también una importante potencia alegórica, pienso en 'La miliciana', en 'La isla', en 'Los pájaros crueles'. La mujer que ama, esa mujer que lo quiere todo más allá de la hambruna de amor y la sed de ser, se consume, se desespera y se exalta, y lo hace con una intencionada ambigüedad: "Solamente tu nombre me envenena".

Caricias perplejas. Olga Bernad. Fundación Ecoem: Siltolá Poesía. Sevilla, 2009. 88 páginas. [En la foto, Cecil Beaton y Carole Lombard en 1931.]

 

2 comentarios

Olga B. -

¡¡¡Gracias!!!

Gemma -

Todo el libro es una delicia. Esa "potencia alegórica" de la que hablas da buena cuenta del vislumbre (y el alcance) poderoso de su palabra. A mí sus poemas me convencen verso a verso.

Besos