ENTREVISTA: SANDRA ANDRÉS BELENGUER
ENTREVISTA. La joven narradora zaragozana Sandra Andrés Belenguer, nacida en 1982, debuta en la literatura juvenil, de carácter fantástico, con una inquietante novela de misterio e intriga, ‘El violín negro’ (Laberinto. Madrid, 2009), que recrea el mito del fantasma de la Ópera. El libro se presentó hace algunas semanas en la Casa del Libro de la mano del narrador David Lozano, que ha completado este año su trilogía ‘La Puerta Oscura’, con ‘Réquiem’ (SM).
“El violín negro’ ha sido una catarsis para mí”
“Víctor Hugo fue mi mentor:
él me inició en la narrativa”
“Del fantasma de la Ópera me atrae todo:
el misterio, su destino trágico, su tormento”
¿Desde cuándo escribe?
Comencé a escribir redacciones y cuentos infantiles en el colegio y en algunas ocasiones obtuve el primer premio. Cuando tenía once años pasé de la colección ‘Barco de Vapor’ a Víctor Hugo. Él fue, de alguna manera, mi mentor y mi iniciador en la narrativa. ‘Nuestra Señora de París’ y ‘Los Miserables’ fueron mi punto de partida en este mundo tan apasionante como es la literatura.
¿Cómo nació en usted esa pasión tan grande por ‘El fantasma de la Ópera’?
A los trece años mis padres me regalaron esta novela. Casi sin darme cuenta fue creciendo en mí la idea de averiguar e investigar si el personaje principal, Erik, había existido. Sigo con este tema, bien cuando puedo ir a París o mediante mis contactos en Internet. Sí puedo asegurar, por boca de una descendiente del autor, Gastón Leroux, que más de la mitad de la historia es verídica: en los subterráneos de la Opera Garnier de París vivió oculto un hombre con habilidades extraordinarias, que era un apasionado de la música.
-¿Qué es lo que la emociona tanto de esa narración?
El misterio que la envuelve por completo otorgándole una tensión y una intriga fascinantes; el trágico final que aguarda a su protagonista, que tiene que dejar partir a un amor no correspondido, probablemente por la deformación física en su rostro que padecía desde niño; la psicología atormentada del fantasma que, siendo un hombre de una capacidad intelectual extraordinaria, tiene que conformarse con vivir bajo tierra. Y algo que me encantó es que cuando acaba esta historia comienza el mito y la leyenda.
-Parecía lógico, pues, que en su debut literario le rindiese homenaje a esa obsesión…
Siempre había tenido la idea de realizar algo sobre esta historia, de hecho, en el año 2000 escribí un ensayo comparativo sobre la novela original y el famoso musical de Andrew Lloyd Webber. Una vez acabada mi carrera de Filología Hispánica diseñé una web en inglés en la que fui exponiendo todo lo que había recopilado sobre ‘El fantasma de la Ópera’. Esta web me llevó a conocer muchísimos fans de todo el mundo sobre este tema. En París, una amiga norteamericana me preguntó por qué no escribía una novela sobre esta leyenda. Así nació ‘El violín negro’.
-¿Qué quería hacer con ‘El violín negro’ (Laberinto)? ¿Rendir homenaje a Gaston Leroux, recrear ese ámbito misterioso o forjar una historia suya personal, inquietante?
Seguramente, fueron las tres cosas. Mezclo ficción con datos contrastados y posibles realidades de de cuando se construyó la Opera Garnier en el siglo XIX.
Su novela alterna dos períodos en París: el de 1907, en torno al mundo de los subterráneos y de las antigüedades, con crimen incluido, y el presente, que propone un enigma en torno al violín del título.
Siempre me ha gustado en la literatura que el pasado y la actualidad tengan cierta interacción. Aquí estaba justificada para que el lector pudiera comprender las raíces de donde nacían los sucesos que ocurren en la época actual. La novela es como un pequeño puzle que poco a poco se va desarrollando y unificando hasta llegar a las escenas finales.
-¿Hay algo de cierto en la narración de ese violín de sonidos esotéricos o es una invención absoluta en torno a la música?
Según la leyenda, el fantasma no solo era un apasionado de la música sino que sabía ejecutar a la perfección diversos instrumentos, entre ellos el piano, el órgano y el violín. A partir de ahí, tuve la idea de crear un misterioso violín de color negro que de tuviera un profundo vínculo con su dueño, incluso con el paso de todo un siglo. Quería que el personaje principal de mi novela fuera alguien sensible como la joven Christelle, capaz de amar la música como el propio fantasma y a la vez dotada de la valentía suficiente para implicarse de lleno en el misterio que debía desentrañar y afrontar los peligros que conllevaba el descubrimiento del violín.
-Acude en ayuda de la muchacha el enigmático Kyriel…
Personifica el misterio, los interrogantes y la intriga. Incluso su propio nombre tiene una significación muy especial que está unida a su propia personalidad. Esta primera novela para mí ha sido una catarsis porque he volcado en ella años de investigación acerca de la leyenda del fantasma y la pasión que siento por este misterioso personaje.
-¿Quién es ‘Ladyghost’?
Ladyghost es mi nick en Internet y nace allá por el año 1996, año en el que comienzo a interrelacionarme con más fans de todo el mundo por el tema del fantasma de la Ópera. A nivel internacional y por mi web actual soy conocida por este nick. Aparte, soy la creadora y moderadora de un grupo dedicado a este tema con más de mil quinientos miembros de todo el mundo.
-¿En qué está trabajando?
Preparo una nueva novela con mucha ficción, misterio, romanticismo… y mucho miedo. Y no tiene nada que ver con ‘El violín negro’.
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