POEMAS DE DOLAN MOR
(Fragmento del libro La novia de Wittgenstein)
yo soy como tiresias mujer y hombre a la vez llave candado voz silencio en el discurso selva desierto ramas el hacha entre las hojas brazo mancado baile la fiesta de la muerte en mis dedos las fresas salen envenenadas y un pájaro se posa en mi frente y dispara la flecha al cazador
*
inclinada en la hoja
ante el ordenador
escribo lo imposible
de nombrar con la lengua
la pantalla sus signos
*
¿alguien mece a estas horas
mi corazón las ramas
como un pájaro oscuro
o es acaso aquel gato
que devora las plumas
de mi canto canoro?
*
sobre mi no-cabeza
pende el hacha de nadie
navaja del lenguaje
que corta en dos el verbo
y la sangre gotea
(un cuervo blanco brilla)
la idea cae cifrada
negra sobre la página
*
permito que florezca
la lluvia en mi interior
los huesos de los hombres
los vestidos nenúfares
el perfume de un sapo
pero nada me cura
porque estoy condenada
a escribir como un muerto
que heredó naufragar
en un mar sin orillas
*
y así mi corazón
directo va al naufragio
porque sabe que habita
el pecho de un cadáver
*
lo inefable se nombra
con la dificultad
de saber que no hablas
porque sólo los mudos
escriben lo invisible
con su bello discurso
encima de la arena
*
sin embargo lo intentas
con la piedra de sísifo
escribes cada día
en tu agenda o bitácora
pero siempre te ahogas
bajo el nombre de ofelia
que es el clon femenino
de narciso en el lago
*
la emoción pertenece
a otro siglo fugaz
menos (también) numérico
cansino y digital
*
¿no sientes un ligero
mareo cuando asomas
tu corazón portátil
a ese brocal sin límites
del mundo al desarrollo
que pronuncian revistas
e internet en la cuántica
de tu amigo max planck?
*
soy una bestia frágil como todas las bestias mi ignorancia me salva y a la vez me condena en mi cabeza viven la máquina el caballo en mis ojos la cámara de vídeo es inmortal apuñalo las horas con mis patas de fresa mis zapatos oscuros dibujan el cristal donde pasto a escondidas mis órganos humanos imagino que soy dios convertido en fiera pero soy (¡oh aristóteles!) un animal civil
*
así empiezo a dudar
de todo lo que existe
la luna los aviones
los planetas las fórmulas
también cuestiono a wittgenstein
y digo que es mentira
que lo que el hombre
llama estación temporal
es símbolo del cambio
pero no de las flores
desnudas o doradas
adornando el estanque
de los pozos en berna
*
pero berna es un símbolo
igual que otra ciudad
un cuchillo en la hoja
un nombre un sustantivo
sin remedio escondido en el mapa
geográfico que se imagina el hombre
*
igual la poesía carece
de sentido de espacio
y dimensión a pesar de sus mezclas
raros experimentos
de un siglo hacia otro siglo
poblado de vanguardias
aquello que es creado
es reflejo y mentira
delante del cristal
nevado del espejo
pues cada pensamiento
conduce a la ignorancia
y cada situación del efecto
es la causa inicial del problema
*
y sin embargo cantas
con tu boca de hormiga
dispuesta en el taller
de un viaje detenido
en la nave de nadie
hablas de mano sueñas
que eres mitad penélope
y otra mitad ulises
(tejes la soga el hilo
de metal con tus dedos
en el viaje hacia ítaca)
pero siempre has sabido
que llegarás a un puerto
que se nombra d. wallace
o a un desierto sin labios
que se llama rimbaud
*
*Me he encontrado hoy en la FNAC, donde grabábamos a David Monteagudo y a Elena Medel, y me ha pasado su nuevo poemario. ‘La novia de Wittgenstein’. Me manda estos fragmentos y esta foto, realizada por Alessandra Malini.
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