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Antón Castro

MAÑANA, HOMENAJE Y POEMARIO PÓSTUMO DE VICENTE PASCUAL

MAÑANA, HOMENAJE Y POEMARIO PÓSTUMO DE VICENTE PASCUAL

 

 

 

Presentación de De la nada nada viene de Vicente Pascual

Colección Veruela Poesía de Olifante

Intervienen: Cristina Palacín, Trinidad Ruiz Y ANTÓN CASTRO.

Palacio de Sástago. Mañana, Martes 23 de marzo a las 19,30 horas

ZARAGOZA

 

Poco antes de fallecer, Vicente Pascual Rodrigo (Zaragoza, 1955-Utebo, Zaragoza, 2008) ultimó un poemario. Le dio una y mil vueltas y lo dejó listo para su publicación. Trinidad Ruiz-Marcellán lo ha editado en la colección Veruela, en colaboración con la Diputación de Zaragoza, un volumen espléndido, precioso. El nuevo trayecto de esta colección la inició ‘Lugares comunes’ de Octavio Gómez Milián. El libro ‘De la nada nada viene. Todo cabe en el vacío’ está dedicado a Ángel Guinda –“Para Ángel Guinda. Si alguna letra sé, es de él de quien viene”, escribe Vicente Pascual Rodrigo-, lleva un pequeño prólogo mío y una estupenda nota de solapa de Alejandro Ratia, a quien siempre estuvo muy unido.

 

He aquí el texto de Alejandro RATIA

 

LA ESTÉTICA DEL AGUA

 

 

 

Entre los últimos papeles que pintó Vicente Pascual hay unos que me conmueven especialmente. En ellos reaparecen temas del pasado. Así, una encina de Rasal, en el Prepirineo, que había pintado en los setenta, en los tiempos de La Hermandad Pictórica. Pero también reaparecen en sus poemas versos que son muy parecidos a aquellos títulos que, en aquella misma época, les ponían a sus cuadros los hermanos Pascual Rodrigo. O los que llevaron, más tarde, algunas de las obras de su aventura en solitario. Lo que parecían largos títulos, son ahora breves versos. “Y los chopos, que ya brotan”, por ejemplo. O “¡Mirad, están danzando!”.

Sus años últimos tienen algo de recapitulación. La enfermedad le dio tiempo a Vicente Pascual de repensarse, y aunque le restaran fuerzas para pintar, limitando sus formatos, le regaló la Poesía, a la que se entregó devotamente, con un espíritu parejo al que caracterizaba su obra plástica. La austeridad cromática de sus pinturas rima con la parca adjetivación que hallamos en sus versos, y con la sencillez de los metros elegidos. El poeta y pintor se identifica con un pordiosero, con un obrero que sólo quiere obedecer. Es la estética del agua, del artista transparente que se considera un medio. “Está el agua tierna, humilde, sin voz / prestando su cuerpo”, dice. “De la nada nada viene”, su poemario póstumo, es una poética y una estética a la contra de los tiempos. Frente a la egolatría del supuesto creador, se reivindica la humildad del artífice, que recoge el don del poema o de las formas de otro sitio, donde existen realmente. Vicente Pascual diría que los recoge “de lo alto”. Ese es el sentido en que debemos llamarle, tal como a él le gustaba, Realista, en el sentido hondo que le daban a este término los sabios medievales.

Zaragoza, a 22 de enero de 2010

3 comentarios

Hosting -

El poemario es fantastico, es un evento maravilloso que mejor homenaje a tan excelente personaje.

Elias -

Siento añadir un comentario que no tiene nada que ver con tu página, pero necesito contactar con "Eduardo Fuembuena Loscertales" ha escrito un comentario en : http://antoncastro.blogia.com/2007/070701-evocacion-y-misterio-de-carmen-sender-garces-.php y es posible pueda saber su correo electrónico. El motivo por el que busco a éste señor es porque me he encontrado un guión de 100 paginas suyo y estoy intentando localizarlo. Agradecería se ponga en contacto en el correo que pongo en el formulario.

mayusta -

Conozco el poemario: una maravilla. "Le dio una y mil vueltas...". Así era Vicente y así se esculpe la buena poesía.Abrazos.