'AGUA Y CIELO': AMOR Y MEMORIA
Mariano Gistaín y María Pilar Clau
narran una historia de amor imposible
“Escribimos a cuatro manos y un alma”
María Pilar Clau y Mariano Gistaín presentaban el lunes, en el Instituto Goya, su primera novela conjunta: ‘Agua y cielo’ (Mira editores), una breve e intensa narración de amor y agua que transcurre en diversos espacios. El consejero de Medio Ambiente Alfredo Boné, el presentador de Aragón Televisión Pablo Carreras y el editor Joaquín Casanova ejercieron de maestros de ceremonias. Es su segundo libro conjunto tras ‘Lo mejor de Zaragoza’ (Zaragoza Global, 2009). Mariano Gistaín y María Pilar Clau explican así el tema central de ‘Agua y cielo’: “Es un amor imposible en la práctica pero que tiene tanta fuerza que trasciende la realidad y vence al tiempo y a la distancia. Hay varias historias que confluyen: la abuela, el pueblo de ambas –Aleluya, que en realidad es Laluenga- y los protagonistas, Antonio y Leonor, que se aman desde la infancia”.
Clau y Gistaín han incorporado personajes históricos y escenarios muy reconocidos: la tertulia del café Niké, el alcalde de Zaragoza Luis Gómez Laguna, que era fotógrafo, bibliófilo y apasionado de la nieve, la Base Americana, el ambiente de Barbastro en los años 60… Agregan los autores: “Los protagonistas Antonio y Leonor viven dos vidas: la real, llena de obligaciones, convenciones e impedimentos; y la ideal: el mundo de los sueños y la poesía. Los personajes viven en los poemas de Miguel Labordeta y los demás autores del Niké: Julio Antonio Gómez, Manuel Pinillos, Rosendo Tello, Guillermo Gúdel, Miguel Luesma, Benedicto Lorenzo de Blancas, Emilio Gastón, Luciano Gracia… La novela es un canto a los mayores, y también a la poesía”. Los autores subrayan que sus protagonistas nacen en una tierra sin mar y sin ríos, y sin embargo las corrientes de agua marcan una y otra vez sus vidas. “Al no haber río, tienen que abastecerse de pozos y balsas. Esto es histórico, igual que la importancia del embalse del Grado y los riegos del río Cinca, que aseguran la supervivencia y un poco de prosperidad –matizan los dos autores altoaragoneses-. El agua forma parte del argumento de la novela, igual que el cielo, que es esa parte inmaterial, soñada”. Se lee en un fragmento del volumen, cuya portada ha diseñado Antonio Fernández Alvira: “Niños y mayores, hombres y mujeres, todos celebraban la fortuna de poseer juntos el estanque que el sol elegía cada tarde para refrescarse”. Encantados con esta nueva experiencia de escritura conjunta, que continuará con nuevos proyectos, resumen: “Escribimos a cuatro manos y un alma. Es una experiencia maravillosa”.
Mariano, en vísperas del nombramiento como Doctor Honoris Causa de José Antonio Labordeta, dijo que los Labordeta eran “familia real republicana de Aragón” y que por eso él y María Clau le rendían un homenaje en el libro. Esta foto es de Oliver Duch y pertenece al archivo de Heraldo de Aragón.
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Miguel Lorenzo Lizalde -