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Antón Castro

CALVOMOÑACO / 24

CALVOMOÑACO / 24

Domingos tristes de tu vida, domingos tristes.

¿Los recuerdas? La primera visión no era el sol,

ni las salamandras de la fuente ni el agrio temblor

de las higueras. Ni la pantorrilla blanca de las lavanderas.

Era el traje de pana marrón claro de tu padre

y una hoz lenta que mecía entre los animales.

Él, insomne y nervioso, ya llevaba varias horas trajinando:

apuraba la luz de la mañana, parloteaba al calor

 del aguardiente doméstico, ensortijaba sus pensamientos

sombríos, le decía a tu madre “¿cuánto pan quieres, mujer?”.

Poco después salíais al camino. Aquel era

un instante único: avanzabas a su lado con una alegría

casi definitiva, con el afán de que el camino se prolongase

Hasta el fin de la noche. O por toda la vida.

Apenas hablabais: él llevaba a una vaca por la mano

y tú otra. Morena, de pelambre oscuro y denso.

Marela, ocre como la tierra repudiada por las lombrices.

El  camino ofrecía abedules y laureles, muros de fronda,

y un intenso olor de hinojo y a peral que se despereza.

Cruzabais un soto, una tupida selva, un pinar antiguo

donde el viento gemía con un sonido de arpa dulce.

Por fin llegabais a la finca: una pradera interminable

que se hundía en el vallecillo y que estaba vallada por laja.

Tu padre te miraba un instante, sin atreverse a ver tus

lágrimas, sin querer asumir tu infinita tristeza.

“¿Qué querrás que te traiga hoy?”, te preguntaba.

No sabías que contestar. Y se iba en búsqueda del autobús

de la feria. No tardarías en verlo pasar por allá arriba,

en lo alto de la carretera. Imaginabas por un momento

que tu padre pensaba en ti, que partía tan abatido

como tú habías quedado con las vacas y las piedras

en aquel domingo triste de todos los domingos.

En aquel domingo de los inolvidable domingos del adiós.

 

*Otra ilustración de Alberto Calvo. No sé si el texto tiene mucho que ver con el dibujo, pero es muy especial para mí. Es un borrador de un poema que quizá se quede así.

1 comentario

Beatriz -

Hermoso poema, "que quizá se quede así"
Domingos tristes,que identifican a tantos y tanto sentimiento en ellos.
Felicidades Antón.