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Antón Castro

LA VOZ Y EL ARTE DE UN SIGLO: MALENA O IMPERIO ARGENTINA

Ayer se cumplieron cien años del nacimiento de Imperio Argentina (1910-2003), cantante, actriz y bailarina que fue esposa de Florián Rey, con quien hizo películas de éxito como ‘Nobleza baturra’, y que rodó en Riglos ‘Tata mía’ con José Luis Borau

 

-1. Imperio Argentina publicó sus memorias en 2001 con el título ‘Malena Clara’

                                                                                             

-2. La actriz y cantante solía decir: “Estar en un escenario es la más hermosa vanidad. Y yo sigo enamorada de mi profesión”.

 

Magdalena Nile del Río aunó belleza y talento y “una elegancia elemental” (como dijo Falla) que la convirtieron en una auténtica estrella de su época a lo largo de veintidós películas y de unos cuantos discos donde mezclaba el tango y la copla. Tal como día como ayer, hace cien años, nació en el barrio de San Telmo, Buenos Aires. Era hija de un guitarrista gibraltareño y de una bailarina sevillana. A los cuatro años, la niña debutó en la escena y pronto fue bautizada como ‘La Petite Imperio’. Algunos años después, la conoció el Premio Nobel Jacinto Benavente en Perú y dijo: “Canta tan bien como Pastora Imperio y baila tan bien como Antonio Mercé, ‘La Argentina”, y fue él quien le sugirió un cambio de nombre: Imperio Argentina.

La niña había tomado clases de baile, en el Teatro Colón, con Anna Pavlova: “Estaba entonces ella en plena forma, y la recuerdo como una pluma en el escenario, bailando ‘El lago de los cisnes”, le diría a Vicente Molina Foix para el libro ‘La edad de oro’ (El País Aguilar, 1997). Algo más tarde, la familia Nile del Río se trasladó a España, y el realizador aragonés Florián Rey la contrató para ‘La hermana San Sulpicio’ (1928). Rodaron poco después ‘Los claves de la Virgen’, pero el reencuentro decisivo entre los dos se produjo en París, en los estudios de Joinville: allí Imperio Argentina rodaba en castellano algunos éxitos de Hollywood. La propia esposa del cineasta le dijo a la joven: “¿No te has dado cuenta de que está loco por ti?”. Imperio Argentina realizaría dos películas con Carlos Gardel, ‘La casa es seria’ y ‘Melodía de arrabal’, ambas de 1932. El año anterior había aparecido en un corto con Maurice Chevalier: ‘El cliente seductor’.

“Florián Rey fue mi Pigmalión. Todo lo que yo sé de cine se lo debo a él, que era tan exigente, tan artista. Yo creo que no ha habido ningún director en España, e incluyo a Buñuel, de su talento, de su preparación. Aunque era muy violento trabajando”, dijo. Después de grabar ‘La hermana San Sulpicio’ en versión sonora, harían dos películas de enorme éxito: ‘Nobleza baturra’ (1935) y ‘Morena Clara’ (1936). ‘Nobleza Baturra’ –tal como recuerda Agustín Sánchez Vidal en su libro ‘El cine de Florián Rey’ (CAI, 1991)- se rodó en un pequeño caserío de Bisimbre, “en un ambiente de total fidelidad, sin ningún asomo de pintoresquismo”, y fue todo un acontecimiento. La película contó con un presupuesto de 450.000 pesetas de la época (2.700 euros), se estrenó en 35 ciudades españolas coincidiendo con la festividad del Pilar. Era una pieza de atmósfera campesina y musical que utilizaba como tema central la jota de la ‘Olivarera’ o ‘Magallonera’. La actriz y cantante, ya casada con el cineasta, vivió dos meses por la zona y ese tema se lo enseñaron el cura del pueblo Manuel Pardo, “que tenía una espléndida voz”, y Guadalupe Martínez, la hermana de Florián. Al año siguiente, ensancharon los triunfos con ‘Morena Clara’ (1936), que narra la historia de dos briboncillos gitanos que roban unos jamones y son llevados a juicio.

Poco después, el propio Hitler y su ministro Goebbels la llamaron para que rodase en Berlín. El líder nazi la saludó al grito de “Mi artista, me encantas”. Florián e Imperio rodaron allí ‘Carmen la de Triana’ (1939), “con más medios que nunca”, y ‘La canción de Aixa’ (1939). Para entonces, el matrimonio hacía aguas. Imperio grabó ‘Tosca’ (1940) con Renoir y Visconti, que fueron sustituidos por Carl Roch, se reencontraría con Florián Rey en ‘La cigarra’ (1948), pero su carrera iría perdiendo fuerza hasta que fue redescubierta por la crítica en 1962 en San Sebastián en una retrospectiva del cineasta de la Almunia. En 1986, José Luis Borau la recuperó para su película ‘Tata mía’, que se rodó en Riglos. No aplaudió ‘La niña de tus ojos’ de Fernando Trueba, que recreaba parte de su historia. Escribió, con Pedro Manuel Vílllora, sus memorias, ‘Malena Clara’ (Temas de Hoy, 2001) y falleció en Benalmádena en 2003.

 

 

El nazismo y los amores difíciles

 

Imperio Argentina fue un auténtico ídolo de masas, pero no le favorecieron en absoluto sus coqueteos con el nazismo ni su proximidad al franquismo. Durante algunas de sus actuaciones en Buenos Aires, en México D. F. o en Nueva York fue objeto de protestas y de insultos, hasta el punto de que la mujer del presidente Roosevelt o el dramaturgo Tennessee Williams salieron en su defensa. Tuvo una vida sentimental compleja: se casó con Florián Rey (“de un empujón me tiró al suelo”, dijo en una ocasión), se le insinuó Marlene Dietrich, “vestida de tío, con corbata, muy antipática”, amó durante una década a Rafael Rivelles y, entre otras relaciones, vivió una historia de amor con el dibujante y poeta Rafael de Penagos. En Aragón recibió varios homenajes antes del adiós, en Zaragoza y en La Almunia de doña Godina, y solía cantar a dúo con Luis Alegre.

1 comentario

Ines -

Ya conozco algo más de esta actriz, las fotos están hermosas, sobre todo la de color.
Saludos