IRREVERENTES RESCATA A JULIUS FUCIK
Ediciones Irreverentes [que dirige Miguel Ángel de Rus] recupera el testimonio de Julius Fucik en un campo de concentración nazi, poco antes de morir. Desde hacía 25 años no se podía encontrar en las librerías españolas el libro “Reportaje al pie de la horca” (Ediciones Irreverentes, colección Rara Avis) del periodista y escritor checo Julius Fucik, en el que narra con extrema claridad y lucidez cómo el nazismo persiguió, torturó y asesinó a los comunistas checos y a todo aquel ciudadano demócrata o defensor de la independencia checa al que lograron detener. El nacionalismo alemán llegó a extremos insoportables de sadismo que Fucik relata con maestría.
En palabras del escritor y editor Miguel Angel de Rus, “cuando florecieron las ideas del fascismo, Europa sufrió el duro golpe de la Alemania Nazi dispuesta a colonizar territorios, esclavizar a los pueblos, aniquilar las razas inferiores y a los enemigos políticos y culturales y expandir su territorio. El deseo expansionista alemán y su feroz nacionalismo, los millones de muertes que provocaron, el testimonio de quienes los padecieron, siguen muy presentes en la literatura actual, en las crónicas de los escritores de aquellos países que fueron invadidos por la Alemania Nazi; nos demostraron la importancia de la lucha, la grandísima dificultad de la resistencia y el valor de la victoria, el heroísmo del pueblo, la firme convicción en las ideas, la fidelidad a su Patria. Pero hay que destacar especialmente la importancia de las denuncia de Julius Fucik, uno de esos héroes que lucharon contra los nazis, cuyo testimonio sigue vigente y nos ayuda a recordar la necesidad de luchar contra todo sistema totalitario que pretenda implantarse”.
Julius Fucik, periodista y escritor checo, nació en Praga en 1903. Estudió filosofía en la Universidad de Praga. En 1921 ingresó en el Partido Comunista y por esas mismas fechas se inició como crítico literario y teatral. Fue redactor de las publicaciones comunistas Rude Pravo y Tvorba. Desde principio de la ocupación nazi, siguió su actividad. En febrero de 1941 pasó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista en la clandestinidad, encargándose de las publicaciones ilegales del partido. En abril del 1942 Julius Fucik fue arrestado y torturado por la Gestapo. En la cárcel de Panktac, escribió "Reportaje al pie de la horca". En el verano del 1943 fue enviado a Alemania y asesinado en la cárcel Plötzensee de Berlín.
"Reportaje al pie de la horca", sacado hoja por hoja de la cárcel, se publicó por primera vez en 1945, al terminar la Segunda Guerra Mundial, y más tarde fue traducido a 70 idiomas de todo el mundo. Es el testimonio de que ni las torturas, ni los chantajes de los nazis consiguieron doblegar a Julius Fucik y a otros héroes del comunismo. Su valentía, su heroísmo, su sentido del deber, tener ideas claras y fe en la victoria, era la fuerza que levantó a los pueblos en la lucha contra el fascismo y logró la libertad.
Fucik murió físicamente, pero su espíritu está vivo. Su valor y su patriotismo nos tienen que servir a los demás, a los pueblos que luchan por la libertad, por la paz de sus familias, sus seres queridos, su tierra, por el amor a la vida. Por este libro Fucik fue galardonado en 1950, a título póstumo, con el Premio Internacional de la Paz.
Concluye De Rus “Este Reportaje al pie de la horca debe servir para recordar a los millones de personas que asesinó Alemania y para que los ciudadanos tomen conciencia de su deber de imponerse a todo dictadura, independientemente del disfraz que lleve. El totalitarismo puede presentarse de diversas formas; con su cara amable, como una necesidad de defender la democracia o la patria contra un supuesto enemigo, pero no hay que dejarse engañar. Fucik demuestra en su texto que si dejamos imponerse al totalitarismo, la culpa será sólo nuestra”.
*Recibo esta nota de Miguel Ángel de Rus, con foto del autor, y la traigo al blog porque tiene mucho interés literario y periodístico.
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Carlos Vilachá -