ESTRELLAS DEL CINE EN ARAGÓN
Grandes estrellas del cine en Aragón
[Aquí rodaron, entre otros intérpretes extranjeros, Gina Lollobrigida, Tyrone Power, Anthony Quinn, Charlton, Anna Galiena, Stefania Sandrelli, Uma Thurman, Natalie Portman o Johnny Depp, y estuvieron por diversos motivos Ava Gardner, Walt Disney, Arnold Schwarzenegger o George Clooney]
Isaki Lacuesta, con su película ‘La noche que no acaba’ (2011), ha vuelto a poner de moda a Ava Gardner, el animal más bello del mundo que vino a España a “beberse la vida”, tal como ha escrito Marcos Ordóñez, y que simpatizó de inmediato con el país. Llegó a finales de 1950 para rodar ‘Pandora y el holandés errante’ de Albert Lewin, viviría dos famosos romances con Mario Cabré y Luis Miguel Dominguín, y aún tuvo tiempo para acercarse a Zaragoza. En el coso de la Misericordia la captó Luis Mompel, en una instantánea del Pilar de 1955 mientras Julio Aparicio le brindaba un toro. Una foto para la leyenda. Aún estuvo en otra ocasión, acompañada de Ernest Hemingway.
Sin embargo, quien sí estuvo en Aragón para participar en un rodaje fue Gina Lollobrigida: vino, con su hermana y vestida de amarillo, para encarnar el papel protagonista de ‘Salomón y la reina de Saba’ (1959), una película de King Vidor que se rodó en gran parte en Valdespartera en septiembre y octubre de 1958 con más de dos mil extras y una memorable batalla: Gina fue recibida por la multitud ante el Gran Hotel, que solo la vio fugazmente al descender del coche. Desde la calle Costa se dirigía al lugar de rodaje, en compañía de Tyrone Power y George Sanders. Power encarnaba a Salomón, y rodó durante varios días; salía con su mujer Linda Christian de paseo o de compras –de ahí que algunas tiendas llegaran a colgar el simpático cartel: “Aquí compró Tyrone Power”-. Más tarde, se trasladó a Madrid para continuar el rodaje, sufrió un ataque al corazón tras un combate a espada y falleció de inmediato, vestido de rey Salomón. Lo sustituiría Yul Brinner.
George Sanders, el torturado actor que acabaría suicidándose en la Costa Brava, dejó en sus memorias algunas páginas sobre el rodaje que ha publicado Mariano García en su blog ‘Tinta de hemeroteca’ de HERALDO: “Murieron no menos de doce caballos e innumerables extras fueron llevados al hospital con tobillos rotos, clavículas rotas, o simplemente exhaustos y en shock. Se puede considerar un milagro que no muriera nadie, y en algunos momentos dudé seriamente que yo fuera a sobrevivir la experiencia”.
El escritor y locutor Miguel Mena recuerda en su libro ‘1863 pasos’ (Xordica) que en el Gran Hotel hay una página en libro de firmas del equipo de la película donde se distinguen con absoluta nitidez las formas de Sanders y la de Vidor. Y hay otra página con el autógrafo y algún dibujo de otro gran personaje de Hollywood: nada más y nada menos que Walt Disney, que estuvo en Zaragoza en el otoño de 1957.
Algunos años más tarde, en marzo de 1982, Albarracín recibió la visita de una gran estrella mundial, en posesión de dos Oscars: el actor Anthony Quinn, para intervenir en la película ‘Valentina’ de Antonio J. Betancor. En la villa conservan un recuerdo imborrable: de la atmósfera de la película, de la simpatía del actor, que hablaba “en mexicano” con los paisanos y que incluso jugó a las cartas en el Casino vestido de cura bonachón, tal como aparecía en el filme. Aquella película estaba interpretada por los niños Jorge Sanz y Paloma Gómez. Quinn también se trasladó a Loarre para rodar algunas escenas y allí dijo, para la televisión, que no le gustaba hablar de sus personajes mientras rodaba; tocándole la frente a Jorge Sanz, agregó: “Yo querría hacer una película con este muchachito, pero como director. Es un genio”.
Belchite es otro de los grandes platós de Aragón. Son muchas las películas que se han rodado en ese espacio espectral. Entre ellas, en 1988, ‘Las aventuras del barón de Münchaussen’ de Terry Gilliam. El rodaje fue bastante caótico y la superproducción tampoco funcionó en taquilla. Entre otros actores de renombre, como Robin Williams, contó con dos actrices muy jóvenes entonces: Uma Thurman y Sarah Polley. Uma le confesaría años después a Fernando Trueba que Zaragoza le había parecido “una ciudad muy aburrida”, y el realizador y productor de televisión Félix Zapatero ha recordado alguna vez que acompañó a la actriz a comprar unas botas camperas; poco después empezaría a hacerse famosa con su papel en ‘Las amistades peligrosas’. Y Sarah Polley, actriz, cantante y realizadora canadiense que ha trabajado con Isabel Coixet, contaba ocho años cuando estuvo en Belchite. Encarnó a la golfilla Sally y vivió una experiencia traumática con “días de 18 horas en un plató y viajes al hospital por hipotermia y un latido irregular del corazón causado por una explosión que tuvo lugar muy cerca de ella”, según contó a ‘El País’. Añadía: “‘El barón de Münchaussen’ hizo que me decidiera definitivamente en lo que se refiere a no querer estar jamás en grandes producciones y a centrarme en las películas independientes. Tengo verdadero pánico a volver a estar en un entorno inseguro otra vez”.
Charlton Heston era otro mito de Hollywood. Uno de los grandes por películas como ‘El planeta de los simios’, ‘El tormento y el éxtasis’, ‘Ben-Hur’ (cuya interpretación le valió el Óscar) o ‘El Cid’, que había rodado en Peñíscola junto a Sofía Loren. Llegó a Zaragoza el nueve de febrero de 1989 para grabar algunos capítulos de una ‘Historia de la ópera’ para la BBC. Con un amplio equipo y su mujer Lydia Clarke, rodeado de periodistas y reporteros gráficos aragoneses a los que trató con absoluta afabilidad, visitó Loarre, donde grabó la introducción de ‘Hernani’, Remolinos, Veruela, el Patio de la Infanta y finalmente La Aljafería, para presentar ‘El trovador’ de Verdi. Heston fue simpático: recordó su rodaje de ‘55 días en Pekín’ (1963) con Ava Gardner en Las Rozas, Madrid, y muy especialmente habló de ‘El Cid’ y de la belleza de Sofía Loren. Confesó que el castellano que sabía lo había aprendido entonces.
En Veruela, también en 1989, se rodó una de las películas más difíciles y hermosas de Carlos Saura: ‘La noche oscura’, una aproximación a la vida y la obra de San Juan de la Cruz. En ella aparece una joven, de veinte años, Julie Delpy, que se hará muy famosa más tarde con la trilogía ‘Tres colores’ de Krysztof Kieslowski (protagonizó ‘Blanco’), y con dos películas de culto como ‘Antes del amanecer’ y ‘Antes del atardecer’. El otoño de 1991, Monegrillo y los montes blancos monegrinos acogieron una película que ha hecho correr ríos de tinta: ‘Jamón jamón’ (1992) de Bigas Luna. Allí se conocieron Javier Bardem y Penélope Cruz, y contó con dos grandes estrellas del cine europeo: Anna Galiena, que ya había protagonizado ‘El marido de la peluquera’ y ‘La viuda del capitán Estrada’, donde compartió cartel con Chema Mazo, y Stefanía Sandrelli, una gran actriz italiana que había participado en ‘Novecento’ y a la que acabamos de ver en ‘La prima cosa bella’.
En 1998, George Clooney y Arnold Swarzennegger vinieron a Gran Casa para presentar los nuevos cine Werner de GranCasa y la película ‘Batman y Robin’ de Joel Schumacher; demostraron un gran sentido del humor y se marcharon con dos figurillas de la Virgen del Pilar. Al año siguiente, Johnny Depp, Vanessa Paradís y Jean Rochefort estuvieron rodando cinco días en Las Bardenas y otro en el monasterio de Piedra para la película ‘El hombre que mató a Don Quijote’. Ese proyecto era un sueño y una obsesión para Terry Gilliam, y acabó siendo una maldición. Así lo resumió el propio director en la prensa británica: “Fue un proyecto difícil, pero lo que pasó fue tan cruel, tan absurdo, tan surrealista, tan devastador, que una parte de mí todavía no acaba de creerse lo que ha pasado”. A Rochefort se le reveló una hernia discal y se desató una catástrofe casi bíblica de polvo, lluvia, viento y riada que se desmanteló el campamento de rodaje.
Si en 1994, Ken Loach había rodado ‘Tierra y libertad’ (1995) en Teruel y diversos lugares de Mirambel y alrededores, con Ian Hart en el papel principal, un par de años después Manuel Lombardero debutaría en el cine con ‘En brazos de la mujer madura’ (1997), que contó con una extraordinaria actriz: Faye Dunaway. Se hospedó en Casa Amada de La Iglesuela del Cid y acabó enamorada del ternasco. Cada mañana se colocaba varias toallas heladas para estirar la piel, salía el set en la casa palacio Daudén-Matutano, y con una prueba bastaba.
Entre otros rodajes importantes, cabe citar ‘El reino de los cielos’ (2005) de Ridley Scott, que arrancó en Loarre y contó con la presencia de Orlando Bloom, que se había hecho famoso con ‘El señor de los anillos’, de Liam Neeson, el protagonista de ‘La lista de Schindler’ y de la bella Eva Green; ‘El laberinto del fauno’ de Guillermo del Toro, con Sergi López, Ariadna Gil y Maribel Verdú, se rodó en parte en Belchite, y ‘Los fantasmas de Goya’ de Milos Forman, transcurrió en Veruela, ambas de 2006. En el monasterio, coincidieron solo unas horas Natalie Portman, que apenas se dejó ver, Javier Bardem y el realizador Forman. No se acaba aquí la lista de rodajes ni de estrellas. Hay más. Aragón, como decía Félix Zapatero, es un territorio de cine: de pioneros y de grandes directores, de actores, de guionistas, de técnicos y de espacios, de platós naturales maravillosos para hacer cualquier película. Loarre, Veruela y Belchite ya forman parte, sin duda, del imaginario universal de la ficción. Y Fraga ha sido nuestra Almería particular de una veintena de películas del Oeste.
*En la foto de José Antonio Duce, Gina Lollobrigida y Tyrone Power. Abajo: Ava Gardner vista por Luis Mompel; Uma Thurman en 'Las aventuras del barón de Münchaussen' y Charlton Heston en Loarre. Este reportaje apareció en Heraldo el pasado domingo.
2 comentarios
Pedro Zapater -
Marcos Callau -