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Antón Castro

JAVIER AGUIRRE HABLA DEL LIBRO 'JOSÉ ANTONIO LABORDETA. CREACIÓN, COMPROMISO, MEMORIA'

[Entrevista inédita con el profesor Javier Aguirre, antólogo de José Antonio Labordeta y coordinador del libro ‘José Antonio Labordeta. Creación, compromiso, memoria’ que publicó Rolde con distintos apoyos.La entrevista se la hice por correo electrónico cuando el diario ’Heraldo’ iba a reeditar el libro. Por distintas razones no pudo hacerse, pero aquí queda una crónica de un trabajo totalizador apasionante y un retrato de ese personaje fascinante y complejo, y a la vez tan sencillo y cotidiano, como José Antonio Labordeta.]

 

¿Qué es lo que te llevó a coordinar el libro ‘José Antonio Labordeta, creación, compromiso, memoria’?

Aunque la idea del libro se había concebido en Rolde de Estudios Aragoneses un par de años antes, el proyecto se puso en marcha en 2004, cuando Labordeta logró por segunda vez su escaño en Madrid. Los compañeros del REA me pidieron coordinar el libro porque conocía bien su obra y porque tenía una relación bastante estrecha con él. Además, juntos habíamos preparado recientemente su antología poética Dulce sabor de días agrestes.  

-Cómo pensaste el libro: qué tipo de libro querías hacer, cómo lo dividiste, cómo se ha organizado.

En un principio proyecté un libro más bien académico, un libro de artículos escritos por especialistas, ya sabes, con mucha nota a pie de página, referencias bibliográficas y demás, un libro colectivo en el que se abordara con rigor distintos aspectos de su vida política y creativa. Enseguida me di cuenta de que no era una buena idea, y que en el proyecto el aspecto afectivo debía ocupar un papel central. Labordeta era una persona muy presente y muy querida en nuestra sociedad como para abordarla simplemente como objeto de estudio. Al final, el libro se organizó en torno a los tres grandes bloques que dan título al libro, y se añadió el álbum de fotos, las obras dedicadas de artistas plásticos y escritores, y su primer LP, Cantar i callar.     

-Una pregunta que quizá debiera antes: ¿qué idea tenías de Labordeta, cómo lo veías, cómo lo retratas: es un intelectual que canta, un político que hace poesía, un ciudadano que canta por todos, un ciudadano en el que nos reconocemos?

Labordeta es todo eso que comentas, desde luego, pero, por encima de todo,  Labordeta es una personalidad carismática, arrolladora, y por ello muy compleja y muy atractiva. Labordeta es una de esas personas excepcionales que constituyen, por sí mismas, un potentísimo elemento de cohesión social. Hay poquísimas personas con ese don, y Labordeta era una de ellas. En ese sentido, es muy posible que pase muchísimo tiempo hasta que en Aragón aparezca alguien con esas características.   

-Vayamos con la materia. Si tuvieras que definir el apartado de Creación, qué nos dirías…

 En la parte dedicada a la creación, se aborda la actividad de Labordeta en el ámbito de la canción, la literatura, y también del cine y la televisión. Sorprende la enorme actividad desplegada por Labordeta en el terreno creativo. Creo que es especialmente interesante, por poco conocido, el trabajo dedicado a la relación de Labordeta con el cine, que es analizado de forma magistral por Vicky Calavia a partir de las declaraciones del propio Labordeta. Hay muy buenos trabajos de Antonio Pérez Lasheras, Antón Castro, José Jiménez Corbatón, José Luis Melero y Joaquín Carbonell. 

    

¿Cómo podríamos resumir el sentido del compromiso de Labordeta?

El compromiso político de Labordeta siempre estuvo marcado por la independencia, al margen de que en determinados momentos pudiera participar bajo unas siglas concretas. Su carácter no se adaptaba precisamente bien a las disciplinas de partido, tal como señala Mar Herrero en su artículo. En el libro, Gonzalo Borrás y Jorge Cortés han analizado muy especialmente el compromiso político de Labordeta durante la transición.     

¿Qué significó de veras Andalán en su vida?

Andalán fue un capítulo fundamental, pero no sólo en la vida de Labordeta, sino en la historia reciente de Aragón, en la medida en que supuso un factor determinante en la recuperación de Aragón como comunidad durante los difíciles años del tardofranquismo y la transición. En el libro, el tema es abordado por Eloy Fernández Clemente y Francisco Acero.

Una de las novedades es el rescate de ‘El dedo en el ojo’

 “El dedo en el ojo” era una sección de Andalán en que Labordeta abordaba el análisis de numerosas cuestiones de la realidad nacional e internacional con aguda perspicacia y con gran sentido del humor. Mi buen amigo Francisco Acero, profesor de Literatura y excelente investigador, había trabajado sobre el tema y le pedí una colaboración. Su artículo es realmente bueno. 

Memoria: ¿Por qué Memoria? ¿Podríamos decir que es la biografía privada y la biografía coral?

En efecto. En el bloque dedicado a la memoria, personas muy cercanas escriben sobre su experiencia vital con Labordeta en distintas épocas de su vida. Se habla de su niñez y de su adolescencia, de sus años como profesor en el instituto en Teruel y de otros momentos que son quizás más anecdóticos, pero también muy significativos para entender a la persona. En este bloque han colaborado Emilio Gastón, Javier Lacruz, Javier Delgado y Fernando Sanmartín.  

-¿Cómo es el álbum de fotos de José Antonio? ¿Qué tiene de especial?

Hay muchas fotos que ya habían sido publicadas en otros libros o en la prensa, pero que por su significado pensé que debían aparecer en el álbum. Y también hay muchas otras fotos inéditas de momentos más familiares y privados, desde una boda hasta la celebración de una nochevieja. Excepto una foto en que aparecen sus nietas Marta y Carmela solas, en todas las demás Labordeta aparece con algún amigo o en grupo. Además del álbum, los artículos vienen profusamente ilustrados con fotografías y material gráfico. 

-Háblame de la parte de textos y artes. ¿Qué valoración haces al verlo así?

El último apartado del libro recoge los trabajos que numerosos escritores y artistas elaboraron para la ocasión. Se trata de un amplísimo grupo de personas cuya única vinculación es su afecto a Labordeta. Que personas tan alejadas entre sí vital e ideológicamente compartan las páginas de este libro ilustra muy bien lo que representa Labordeta en nuestro país.  

-¿Qué significó para él y para Aragón el disco ‘Cantar i callar’?

José Giménez Corbatón y yo mismo hemos hablado en el libro de lo que supuso la publicación de Cantar i callar en el año 1974. A mi modo de ver, Cantar i callar es el acontecimiento cultural más importante de toda la transición en Aragón, en la medida en que supuso para buena parte de la juventud aragonesa el descubrimiento de su país y la recuperación de la conciencia de comunidad. 

¿Esperabas el impacto tan grande que produjo su muerte?

No me sorprendió en absoluto. Como ya he dicho antes, Labordeta ha sido, él solo, el elemento de cohesión social más potente de la historia reciente de Aragón. Pero es que además representa el compromiso desde la honradez y la independencia, valores muy escasos en la política real. Eso es algo que el ciudadano valora por encima de todo lo demás, y así lo expresó tras su fallecimiento.

¿Qué nos deja Labordeta para siempre?

Nos deja su forma de entender la vida y la política. Y también nos deja una importante obra creativa. Podemos estar seguros de que Labordeta ya es parte fundamental de la historia de nuestro país. 

 ¿Qué te dijo Labordeta cuando vio el libro?

 Labordeta siempre fue muy reacio a la elaboración de este libro, y en varias ocasiones me dijo directamente que no quería que se hiciera. Como comprenderás, trabajar en esas condiciones no era precisamente motivador, por lo que en un par de ocasiones estuve a punto de mandar todo a paseo. Pero la respuesta de los numerosos colaboradores y el apoyo incondicional de mis compañeros del REA me convencieron de que debía finalizar el proyecto. Todo cambió cuando Labordeta vio el libro y, sobre todo, cuando se presentó en el Teatro Principal en un emotivo acto festivo en el que participaron numerosísimos amigos suyos y que contó con la presencia de los máximos representantes de la ciudad y de la comunidad, como Juan Alberto Belloch y Marcelino Iglesias. Entonces Labordeta se sintió emocionado y agradecido. Y yo di por bueno el trabajo realizado.

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