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Antón Castro

MARIANISTAS, 0-GARRAPINILLOS, 1 (DIEGO)

MARIANISTAS, 0-GARRAPINILLOS, 1 (DIEGO)

EL GARRAPINILLOS GANA A MARIANISTAS Y PIERDE A ÓSCAR CAMBRA

La derrota del pasado domingo ante el Picasso nos hizo mucho daño: Javier Lacabe y Jorge Blasco, los dos capitanes, estaban lesionados. David Mateo y Eloy Mateo fueron castigados con un partido de suspensión, Jesús Ángel arrastraba dos tras el choque con El Salvador y Fran Moreno ha sido penalizado con cuatro partidos por agresión a un contrario. Y por si fuera poco, el goleador Óscar Cambra también estaba tocado. De entrada, Óscar, Lacabe y Rafa, que volvía, se quedaron fuera para una urgencia. A esas bajas se le sumaban otras: Alberto Rubio, enfermo y tocado en la rodilla, Néstor, que quizá se haya perdido toda la temporada, Alberto Sancho, que ha estrenado su nueva ficha con una estancia en Miami, etc. Y con un equipo diezmado fuimos a jugar al campo del Marianistas, un campo que rara vez se le da bien al Garrapinillos. Formamos con otra alineación nueva: Luis; Quique Romero, Jorge Beltrán, Eduardo ‘Pirri’, Dani Pequerul; Diego Rodríguez, Kike Alcubierre, Alberto Luna; Jorge Rodríguez, Óscar Ortiz y José Antonio ‘Pitu’. De reservas, Sergio Calvo, arquero, y Jorge de Miguel, juvenil, Rafa, Lacabe y Óscar Cambra.

El campo de Marianistas es uno de los peores de la Liga. Es irregular, tiene baches y pozas, y en algunos sitios está muy blando. Recordamos a Laszi Kubala antes del choque, y salimos a jugar con pasión e intensidad. Tanta que a los 30 segundos Jorge Rodríguez falló un gol cantado ante el marco; seguimos dominando y penetrando por las bandas con vivacidad en una tarde de domingo melancólica y muy fría. Fallamos mucho en la primera media hora: arriba, Pitu hizo su mejor partido con el Garrapinillos, y los bajitos Jorge y Óscar Ortiz, aún juvenil, creaban ocasiones: de jugada elaborada, al contragolpe o en los córners. A medida que avanzaba el choque, el Garrapinillos pareció desfondarse un poco tras tantas oportunidades falladas, y el Marianistas se vino arriba, aunque no generó demasiado peligro. Tiene un equipo homogéneo y luchador, donde destaca su menudo número once: dinámico, listo y con muchos recursos. Dani Pequerul tenía que sobreponerse una y otra vez a sus internadas; en la media, perdimos un poco el control, aunque el balance total de los medios no sería malo.

En la segunda, seguimos trabajando. Ellos salieron algo más agresivos. Dominaron sin verticalidad incontrolable: en los balones altos, tanto Pirri como el arquero Luis resolvieron bien. Decidimos que entrase Óscar Cambra, nuestro goleador con Eloy Mateo. Y pronto le dio un impulso mayor a nuestro ataque: en una de sus internadas, centró y apareció Diego para marcar. Diego trabajó mucho pero no estuvo tan fino como otros días, pero esta vez no falló en el área pequeña. El equipo siguió trabajando, buscando ampliar el marcador, y en una de las internadas de Oscar por la izquierda, pisó mal y notó un dolor insoportable en la rodilla. Tuvo que abandonar el choque entre lágrimas. Entre lágrimas sí y con esa pesadumbre indefinible de quien se acaba de dar cuenta de que algo grave ha pasado.

El Garrapinillos dio entrada a Lacabe, que jugó arriba y estuvo a punto de marcar (también notó un tirón), a Rafa, a Jorge de Miguel, y peleando peleando, trabajando en todas las líneas, logró la victoria: 0-1. El equipo se había conjurado para dedicarle el triunfo a nuestro exterior. Seguimos ahí arriba, con tres puntos de ventaja sobre otro equipo muy fuerte: el Anento A Mesa Puesta, que venció a El Salvador por 2-4. Nosotros nos alejamos de los demás: el Salvador queda a ocho puntos y el Movera también ha perdido en casa.

Lo terrible ha sido la noticia que nos llegó a las 18.30 o algo después: Óscar Cambra sufre una lesión de ligamento cruzado. Tendrán que operarlo, claro, creo, y lo más seguro es que se pierda toda la temporada. Una auténtica pena por él, sobre todo, por nosotros y por el Garrapinillos: Óscar quiere mucho al equipo, es un futbolista determinante y hace piña. Uno de los secretos de nuestras diez victorias y dos empates es la unión del equipo y, entre otros factores, el olfato goleador y el talento de Óscar. Uno de los jugadores que marca la diferencia.

 *En la foto de Josean Melendo, Oscar Cambra.

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