FERNANDO AÍNSA: NUEVO POEMARIO
PODER DEL BUITRE SOBRE SUS ALAS
Fernando AÍNSA
Ediciones Olifante, 2012
[El escritor firma ejemplares estos días en la Feria de Zaragoza y en la de Huesca de su nuevo poemario, 'Poder del buitre sobre sus alas', publicado en Olifante, el sello de Trinidad Ruiz-Marcellán y Marcelo Reyes.]
Los dueños del cielo que me cubre
Hablaré de buitres.
Hablar de buitres desconcierta
Ese volar sin batir las alas
ese andar torpe sobre la tierra
esa ave solitaria a veces tan gregaria
esa austera dignidad desmentida por su mala fama
siembran dudas sobre su destino de carroñero.
Mas creo saber de estas cosas y asumo el riesgo
Convivo con ellos en la distancia desde hace tiempo
en el aislado refugio de mi comarca.
Me digo que los buitres aunque han perdido su guerra contra el sol
y saben del final de aquellas alas derretidas del pretencioso Ícaro,
son los dueños del cielo que me cubre
y con eso les basta.
Peinan el silencio del aire
Patrullan este valle
Peinan el silencio del aire
Con vueltas en espiral
se dejan caer con elegancia innata
Abiertas sus alas desvían la horizontal
hasta el ángulo con que doblan hacia su destino.
Sorprende el estilo circular
del vuelo devastador,
la eficacia del timón bien gobernado
lo concéntrico del objetivo en que se ciernen
sobre su propia sombra en la tierra.
Mas en ese girar sobre ellos mismos
no hay indicio de un rumbo desvariado
sino advertencia de vida detenida para siempre
allí donde se agrupan
en algún rincón de este paraje.
Proyectan así el talle cimbreante de su silueta en la ladera
cuando advierten de la muerte su marca definitiva
la inmovilidad completa y prolongada
de aquella oveja perdida del rebaño.
Un deseo de tu fantasía
Tal vez el buitre no es más que un deseo de tu fantasía.
Crees amarlo
pero no ves en su imagen sino un obsesionado capricho revestido de plumas y un cuello pelado,
grotesca fealdad con que se aparece
en tantos sueños y pesadillas.
Sospechas entonces que no te buscas más que a ti mismo
De ahí la insistencia con que intentas transformar su vuelo en poesía.
Clavar un pico en la palabra
Página en blanco con buitres proyectados
trazando sombras.
Quisiera ajustar mi verbo a su vuelo rápido y preciso
remontarlo en un batir de alas
hacerlo caer luego
hacia el hueco de esta pantalla
—imposible reflejo
de ese cielo tan perfecto que nos cubre—
para clavar su pico en la palabra
hasta sangrarla y hacerla suya.
La visita del buitre
Entró por mi boca
el buitre a visitarme
y allí se quedó
Hizo en la tibia entraña nido
y de mi desazón su alimento.
Desde entonces, el buitre que me habita
—Jonás memorioso de la ballena
varada en la seca tierra de mi presente—
espera paciente la endoscopia que extraiga
sin sangrar en exceso
versos de sus garras
capaces de vivir por sí mismos
lejos de mí y de su mirada.
Esperado festín en las alturas
Si la ceniza no fuera el destino de mi final ya escrito
por haberlo así decidido
antes que mi cuerpo sea morada de gusanos
quisiera que un festín de buitres procurara.
Cuando observo sus desplazamientos
la concentración de que son capaces
ante todo signo de la muerte
silenciosos
batiendo alas en el horizonte
sueño en convocarlos desde mi inercia yacente
llevado a la cima, cerca de su morada.
Lo sé
vendrían desde lejos
Uno de ellos indicando en qué lugar los espera
este banquete que ninguno desdeñará
tanta es “el hambre atroz que nunca se les apaga”.
Feliz picotear de mis entrañas inaugurando el sacrificio
Altar de la celebración
allí estarían los buitres
Mi cuerpo desgarrado
Carniceros ávidos me repartirían entre ellos
para luego volar en sus cuerpos dividida
mi ambición de frustrado panteísta
agnóstico resignado
creyente en la sola Naturaleza.
Estar, por fin, disuelto en otras sangres
Estar, por fin, disuelto en otras sangres,
y decirme
me veo multiplicado desde arriba.
Asimilado,
sobrevivir en ellos
convertido en carne de su carne
ese destino de un sueño de otros
mito del eterno retorno
reencarnado en avergonzado poeta
empeñado en volar hacia lo alto.
*Todas las fotos de los poemas son de Stanley Kubrick, que fue un magnífico fotógrafo antes que director de cine.
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