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Antón Castro

PATI BLASCO, EN LA CASA DE LA MUJER

PATI BLASCO, EN LA CASA DE LA MUJER

PATI BLASCO Y ‘LA PIEL DESNUDA’ EN ZARAGOZA


[Foto: Dave Aharoniam y de Desnivel] Ricardo Calero me manda esta invitación: “ Si puedes NO TE PIERDAS la presentación en Zaragoza, con la presencia de la autora, de ‘LA PIEL DESNUDA’ (Temas de Hoy) de Pati Blasco. Que contará, en esta ocasión especial, con la intervención de la actriz María José Menal, el artista-poeta Miguel Ángel Ortiz y el artista Ricardo Calero”.


(Además podréis disfrutar de la magnífica exposición de GEMA RUPÉREZ, la artista que estuvo becada durante dos años en la Casa de Velázquez)

Será hoy jueves, a las 20.00, en la Casa de la Mujer.

 

La propia Pati Blasco escribe en su blog:

 “’La piel desnuda’ es una trepidante historia de amor, violencia y solidaridad que nos permite reflexionar sobre los angustiosos giros que producen el azar, el poder de la justicia y el amor para enderezar el futuro. Esta es la historia de Ángel Álamo, un escritor que está atravesando un momento de crisis. Mientras conduce hacia su casa, atropella a Sofía y se da a la fuga.
Acuciado por la culpa, decide volver al lugar del homicidio y comprobar si la víctima ha fallecido.
Mientras Sofía se debate entre la vida y la muerte en un coma profundo, Ángel orquesta una arriesgada mentira sobre su identidad que le permitirá introducirse en el universo de la víctima y conocer a su peculiar familia, un entrañable clan que, a pesar de que ha vivido acechado por la mala suerte, la muerte y la enfermedad, siempre está dispuesto a tender una mano a la vida y la ilusión.
El protagonista se convierte en imprescindible para todos los miembros de la familia, que lo consideran su ángel de la guarda, ya que creen que la ha salvado de las garras de un asesino que la perseguía por las investigaciones que llevaba a cabo sobre los abusos policiales en la frontera con Marruecos.
Pero solo el joven conoce la verdad, y por eso no puede apartar de sí la ansiedad que le produce saber que el objetivo del clan es descubrir quién ha sido el que ha provocado la desgraciada situación de la muchacha y hacerle pagar por ello”.

También hay un estupendo tráiler de Aitor Bárez.

http://www.youtube.com/watch?v=My2ZBeYcKFc



FRAGMENTO DE ‘LA PIEL DESNUDA’ (DESNIVEL). PATI BLASCO
Ni siquiera quería nacer, me sacaron por cesárea al décimo mes. A los dos años morí de hipotermia al caer a un río en pleno invierno, permanecí técnicamente muerto varios minutos, pero me recuperé sin problemas, aunque las malas lenguas digan que pisé el otro lado y por eso siempre he tenido un aire melancólico. En los últimos dos años he buscado las formas más eficaces de evasión, y he pensado en cerca de trescientas maneras de suicidarme que nunca he llevado a cabo por falta de valor. Pero aquel día todo cambió. Entré al hospital junto a ti y poco a poco me fui incorporando a la espesa jungla de la vida, descubriendo que no había ido a ese hospital a despedirme del mundo, sino a reencontrarme con él. 
Voy a empezar por el principio, por el día en que te atropellé.

Cuando miras al cielo no aprecias lo vivo que está. No imaginas que las estrellas son como seres humanos: nacen, viven y mueren. Lo habitual es que se junten en parejas como estrellas binarias, y si se encuentran a una distancia demasiado corta, su desarrollo individual se ve alterado por los cambios que sufre su compañera. Pero no todas las estrellas tienen compañía: algunas viajan solitarias como nuestro Sol.
Así me sentía yo, con la soledad del sol en esa noche sin luna, alejado del mundo, sin ningún centro de masas en el que orbitar, nada. Solo; borracho y solo. Ya no era ni polvo de estrellas, yo también estaba desapareciendo.
Entré en casa, decidido a descansar un rato.
Me despierta el roce de su piel desnuda..., me gustaría hacerle el amor, pero no consigo moverme. Se levanta y comienza a vestirse con esa ropa de pana que tanto me gusta, le da un aspecto acogedor e invencible.

—Berta de pana, ¿cuándo has llegado?
—Me quité el disfraz de «Berta contable ordenada», pero estabas demasiado grogui para ayudarme con las malditas botas de tacón que no sé ni...
—Ven aquí... —Se tumba en la cama, con la cabeza apoyada sobre un codo—. ¿Por qué no nos quedamos atrincherados como cuando nos conocimos? Solo leer y follar...
—Suerte que Jaime nos traía comida...
—Y libros...
—Una semana sin salir de casa... ¡Habríamos muerto de hambre!
—Habríamos muerto de amor. ¿Qué te pasa?
Su cara tiene gesto de sorpresa y dolor. Las manos están posadas sobre los pechos, de los que sale un líquido espeso y amarillo, como el calostro para un recién nacido... Berta empieza a gritar.
Me desperté de golpe, sudando. Era yo quien gritaba. Otra vez, otra pesadilla. Pero estoy en su lado de la cama. Sábanas limpias, colchón nuevo, ¿cómo es posible que siga oliendo a ella? Parece que haya estado aquí tendida hace apenas unos segundos. Una alucinación olfativa: igual que ves el rostro amado en cualquier esquina, puedes oler el cuerpo amado en su lado de la cama aunque ya no sea ni la misma cama, solo porque sigue siendo el mismo lado. Menuda locura.
He ocupado por fin su lado de la cama, eso me duele, como una sutil traición.
No tenía valor para quedarme en casa. ¿Qué iba a hacer? Aún tenía resaca, lo mejor para la resaca es otra cerveza. Tras apurarla bajé al garaje, me apetecía conducir. Es curioso cómo una apetencia inocente y estúpida puede cambiar el destino de diferentes personas.


Casi nadie por la calle, demasiado frío, demasiado viento. Paré en un semáforo del paseo de los Melancólicos, muy apropiado, y me percaté de lo borracho que estaba porque las luces de los semáforos lejanos bailaban como ovnis a punto de aterrizar. Se puso en verde. Entonces te vi y quedé embelesado mientras miraba cómo corrías aprisa por la acera, ¡te parecías tanto a ella! En tu forma de correr y en la manera en que tu melena oscura cortaba el viento... Por un momento creí que ella había vuelto, me quedé hipnotizado por la visión melancólica de un recuerdo que se hace carne.
Sin avisar cruzaste la calle, me miraste un instante, tenía los reflejos adormecidos por el alcohol y no reaccioné. Mi coche te atravesó como si realmente fueses un fantasma.

 

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