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Antón Castro

ADIÓS A JOSÉ ANTONIO NOAIN

ADIÓS A JOSÉ ANTONIO NOAIN

 

María Ruiz-Calvente, gran amiga y antigua alumna de José Antonio Noain, hermano de La Salle que tradujo las memorias de Rubinstein, al que le publiqué una entrevista en HERALDO: http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/artes_letras/rubinstein_fue_musico_integral.html me escribe y comunica que acaba de fallecer. Dice María: “Fue mi profesor de Latín durante el Bachillerato en el colegio La Salle Franciscanas Gran Vía (ubicado en la Plaza San Francisco). Ayer recibí una triste llamada de otro hermano de La Salle, exprofesor mío, diciéndome que se lo encontraron ayer por la mañana en su cuarto... Llevaba un tiempo más delgado y débil y creen que tendría cancer pero como era muy reservado se lo callaba...

El funeral se celebrará esta tarde en San Asensio (La Rioja) a las 16.00h. Y el domingo a las 12.00h habrá una misa en el colegio La Salle Gran Vía (plaza San Francisco)”.

 

Reproduzco aquí la entrevista de nuevo.

 

 

 

¿Qué es lo que le atrajo de Arthur Rubinstein? ¿Era uno de tus pianistas favoritos o algo así?
Le ‘conocí’ en Salamanca en 1958 oyendo su vinilo del concierto ‘Emperador’ de Beethoven. En Eibar, tres años después, volví a escucharle en otros vinilos con los conciertos de Grieg en la menor y el número 2 en do menor de Rachmaninov. Pero le descubrí verdaderamente cuando tuve en mis manos el disco con los ‘Scherzos’ y ‘Baladas’ de Chopin. Entonces casi sólo se oía hablar de él y de Wladimir Horowitz. Éste era arrebatador; Rubinstein sin serlo menos, añadía un touché aterciopelado y conseguía hacer cantar al piano como nadie. Era totalmente contrario a considerarlo un simple instrumento de percusión, según Stravinski.

La música clásica está llena de grandes maestros. ¿Cómo definiría al pianista polaco?
Ante todo es un músico integral. Él mismo se considera así. No tocó exclusivamente obras escritas para piano solo sino que dominó de memoria grandes óperas, transcripciones de sinfonías, de obras para órgano, de operetas, algunas de ellas realizadas por él mismo. Wagner estuvo en su punto de mira desde que era jovencísimo estudiante en Berlín a sus diez años. Padecía de ‘wagneritis’. ‘Tristán e Isolda’ fue la obra que le produjo la mayor satisfacción en aquella temprana edad. Rubinstein era absolutamente contrario a clasificaciones en el mundo de la interpretación, y se enfadaba cuando en alguna entrevista le consideraban el mejor pianista de la historia. Es muy interesante la entrevista que le hizo en inglés Robert McNeil, titulada ‘Rubinstein at 90’.

Rubinstein tiene una pequeña leyenda zaragozana: dicen que fue determinante en la carrera de Luis Galve, tocó varias veces en Zaragoza, en el Teatro Principal.
Llegué a Zaragoza el 31 de julio de 1964. Llevaba ya seis años siguiéndole la pista, pues. Tocó en el Teatro Principal en 1973 pero me fue imposible escucharle en directo; no conseguí entrada, ya que entonces yo no era socio de la Filarmónica. En la Sala Rono hay (o, al menos, había) una fotografía del gran pianista dedicada a Mariano García. En Zaragoza he adquirido, sin duda, el 95% de las interpretaciones de Rubinstein grabadas en diversos soportes, más de 200 obras diferentes.

¿Cómo llegan a tus manos sus memorias?
Iba yo detrás de ellas desde que me enteré de su existencia a través de una emisión de 50 programas en RNE de 45 minutos de duración cada uno. Hay que remontarse a 1980-1981. En esas emisiones se intercalaban textos de las ‘Memorias’ con interpretaciones de Arthur. No creo que sobrepasaran las cinco páginas de texto cada vez. A partir de ahí fui tras la totalidad de las mismas. Enseguida supe que no estaban traducidas al español, pues el propio Rubinstein lo dice en el segundo de los tomos de la edición inglesa, ‘My many years’, y en una entrevista posterior; sin embargo, indica: «Pero ya saldrán». Y mira por dónde tuve finalmente la suerte de hacerme con los tres tomos de la edición por medio de una profesora de francés del Instituto de idiomas de nuestra Universidad, que conocía a personas francesas poseedoras de esos volúmenes. Nunca agradeceré suficientemente su gestión. La autobiografía completa estaba en mis manos en enero de 2010.

¿Qué ocurrió cuando vio la edición francesa?
Lógicamente, leí con avidez los tres libros, casi 1.400 páginas muy densas, unas 2.000 en una edición actual al uso. Mientras lo hacía, me rondaba insistentemente la idea de traducir. Fue en abril cuando comencé la versión al español, y a principios de octubre, tras cuatro relecturas, la traducción completa era un hecho. Siempre tuve presente que Rubinstein fue quien de verdad dio a conocer por el mundo entero la música clásica española, con algunas obras emblemáticas que prácticamente llevaba siempre en el zurrón de sus programas.

¿Qué tipo de memorias son, qué destaca de ellas? ¿La pasión, la memoria, la minuciosidad, el hecho de que Rubinstein conociese a casi todo el mundo, su inmensa curiosidad?
Todo eso y algo fundamental: la vitalidad. Él lo decía y lo repetía de sí mismo: «Soy el hombre más feliz que he tenido la suerte de encontrar». Ya en su vejez muy avanzada, dos periodistas franceses hicieron una película sobre él, totalmente espontánea, pues se dedicaron a seguir simplemente sus pasos fuera donde fuera; el filme se tituló ‘L’amour de la vie’. Estuvo varias semanas en los cines comerciales de muchas ciudades, con gran éxito de público. También en Zaragoza. Eran otros tiempos.

Recuérdenos las tres partes y háganos una pequeña síntesis...

La primera corresponde íntegramente al primer volumen en inglés, ‘My young years’, que en francés han titulado ‘Les jours de ma jeunesse’, ‘Los días de mi juventd’. Termina en 1917, a sus treinta años, a punto de acabar la Primera Guerra Mundial. Habla de su infancia en Polonia, de cómo creció en Berlín, de un largo periodo en que estuvo prácticamente solo en la vida entre París, Londres, Polonia, Estados Unidos, Italia, España, aunque, paradójicamente, muy rodeado de gente, buena en general, pero no siempre.

¿La segunda?
La segunda parte de la edición inglesa es ‘My many years’, que en francés la han dividido en dos volúmenes: ‘Grande est la vie’, (‘La vida es grande’) y ‘Ma jeune vielleisse’ (‘Mi joven vejez’). En el primero se describen los años locos de la posguerra, la disipación del virtuoso para quien todo se le presenta demasiado fácil, tanto la existencia como el arte. Río de Janeiro, Buenos Aires, Montevideo, México, New York, París, Londres, España de nuevo ... En el torbellino de fiestas, mujeres e innumerables conciertos, Rubinstein descubre la disciplina en la soledad, lo que hizo de él el gran artista que hemos conocido. Llega hasta el comienzo de los años 30.

Vayamos con el tercer volumen...
En el último libro, se casa con Nela, asienta definitivamente la cabeza. Hay en él medio siglo de vida. Estamos ante un músico que vive la guerra. Como judío, le afecta en gran medida la persecución nazi, pues muchos de sus familiares (hermanos, cuñados, sobrinos) perecieron en los campos de concentración. El suyo es un testimonio contra el holocausto judío. A pesar de todo, ‘Mi joven vejez’ es una magnífica lección de optimismo, de fe en la música, que abre los oídos de los hombres y los lleva a entenderse. Y aún mejor que el amor de la vida, la fidelidad a la vida.

Una de las cosas que más me ha sorprendido de Rubinstein era que siempre ha tenido una vocación asombrosa, desde que se va a Berlín con su madre.
Fue un músico innato, que confió enteramente en sus condiciones naturales. Él dice que no le gustaba trabajar, sobre todo porque las obras que le obligaba a preparar su profesor berlinés Heinrich Barth le parecían muy poco interesantes, rutinarias, una pérdida de tiempo. Tuvo una vocación asombrosa hacia la cultura en general, no exclusivamente la música. Le encantaba y le enseñaron de muy niño a leer obras importantes clásicas, frecuentaba los teatros, visitaba las exposiciones pictóricas o escultóricas, todas las pinacotecas importantes, hablaba con normalidad ocho lenguas, le encantaba el latín, entendía el serbio y el croata por su parecido con el ruso y el polaco respectivamente... Aunque se le atragantaban las matemáticas.

Rubinstein y España. Hay un libro que se titula así de 1990. ¿No se ha llevado una decepción al ver qué poco habla de España?
No creo que hable poco de nuestra nación. Hay que tener en cuenta que visitó los cinco continentes y que siempre tenía algo que decir sobre los países y ciudades donde se encontraba, lo que hacía con gran generosidad y detalle. No sólo existe España. Sobre ella, su música e identidad “hablaba” suficientemente a través de las obras de Albéniz, Falla, Granados, Mompou, que constantemente tenía en dedos y en programas.

Rubinstein tenía fama de ser muy mujeriego...
Lo de mujeriego se sustancia sobre todo en el primer volumen. Arthur tuvo la “desgracia” de contarlo. Hay un artículo periodístico de 1980 del gran musicólogo padre Federico Sopeña titulado ‘Las cochinadas de Rubinstein’ referidas al asunto. Acababan de publicarse las ‘Memorias’ ya completas en ocho idiomas. Resumir los centenares y centenares de páginas de las mismas con ese título no sólo no las reflejan adecuadamente sino que es coger, como se dice vulgarmente, el rábano por las hojas. Se casa en 1932 y, sí, Nela, su esposa, pone orden en su vida, tienen cuatro maravillosos hijos, y ella le inspira y acompaña con mucha frecuencia.

Ha traducido del francés. ¿Cómo fue la experiencia, qué dificultades ha tenido?
De haber conseguido las ‘Memorias’ en inglés, las habría traducido una persona de mi confianza con mi constante apoyo por el conocimiento que tengo del personaje y de la música en general. Cuando las leía yo en francés me parecía muy problemática la versión española. Al ponerme a ello, no es que todo fuera un camino de rosas pero sí mucho más sencillo de lo que pensaba. He sido profesor de francés y, sobre todo, muchos años de latín, por lo que estoy acostumbrado a traducciones de libros originales. No me parece ninguna hazaña lo que he hecho. Si algo hay que valorar es el empeño en la labor.

¿Y ahora qué? ¿Cuál es su sueño: publicarlas, colgarlas en la red? ¿Qué se aprende de una tarea titánica como esta?

Pretendo publicarlas con motivo del 30 aniversario de su muerte. Habrá que hacer previamente el trabajo de campo necesario: permiso de quien tiene los derechos de explotación, con lo que eso supone, editor que se anime a hacerlo, etc. ¿Colgarlas en la red? El tiempo lo dirá. He aprendido que no hay nada imposible y que con constancia y adecuada preparación se puede conseguir todo.

13 comentarios

Adolfo Ricardo Gallegos -

Los correos citados son de fines de 2011, no de 2012 como dije al comienzo de esta nota.

Adolfo Ricardo Gallegos -

Este fue el tercero y último correo enviado al profesor y su enriquecedora y cordial respuesta:

From: ar_gallegos@hotmail.com
To: janroncal@hotmail.com
Subject: RE: Datos Sobre Arthur Rubinstein
Date: Thu, 8 Dec 2011 21:44:04 +0000

Hola, José Antonio

No hay ningún inconveniente con el nombre, de hecho, todo el mundo me llama Ricardo, Ricky o Richard, a la inglesa, salvo mi ex profesora de francés que lo hacía a la francesa. De hecho, Adolfo se llamaba mi padre, un asturiano que recaló en estos lares a fines de la década de 40 y se quedó definitivamente aquí. Como a él lo llamaban Adolfo, yo fui desde pequeño, Ricardo.

Agradezco de corazón toda la información proporcionada y las anécdotas de Arturo que son de una riqueza impresionante. ¿Es verdad que pensaba suicidarse o intentó hacerlo?

También leí que lo que lo motivó a realizar una nueva grabación de los valses de Chopin fue el resultado de su visita diaria al atelier parisino de su amigo Pablo Picasso: El pintor empezaba todos los días la misma pintura, una guitarra sobre una silla. Impaciente, Arturo le preguntó por qué pintaba siempre los mismo, a lo que Pablo le contesto que no pintaba lo mismo, que cada guitarra pintada era única e irrepetible. ¿existe esa anécdota? Lo refiero de lo que recuerdo en este momento, el diálogo entre los dos artistas, por supuesto, fue mucho más rico. Esta referencia la leí hace muchos en la cubierta de la ultima versión de los valses chopinianos (RCA, LP en vinilo).

Bueno, José Antonio, me despido por el momento y nuevamente gracias.

José Antonio Noain Roncal
jue 08/12/2011, 11:17 p.m.Usted
Buenas noches aquí, Ricardo. Pues sí, el anecdotario de Arturo, aunque sólo nos fijemos en lo que dice en sus Memorias, es impresionante. Con razón la familia del editor neoyorquino Alfred Knopf, a quien hay que sumar a su mujer Blanche, estaba tan empeñada en que Rubinstein contara las anécdotas de su vida. Le costó empezar, y cuando iba por la página 80, se paró y se dijo a sí mismo que no seguía más, que ya era suficiente con eso. Las anécdotas se referían básicamente a los años de su niñez. Al reclamarle los Knopf que no se parara ahí y que siguiera, lo hizo de tal modo que la resultante fue la maravilla de autobiografía que poseemos.

Lo del intento de suicidio lo cuento en la entrevista del Heraldo de Aragón, aunque creo que no salió en internet. Sí, ocurrió a sus 20 años. Desde los 10 a los 16 estuvo en Berlín, estudiando piano con Heinrich Barth y cultura general con el doctor Altmann. Cansado de Barth, rompió con él y se fue de Berlín con la intención de no volver más, aunque cayó de nuevo en el señuelo de la capital alemana de entonces. En esta segunda y breve estancia es cuando se encontró solo, sin dinero, con numerosas deudas a muchos de sus proveedores, y sin amor. Entonces, desesperado, intentó ahorcarse en el baño de su casa, colgándose en el cinturón de su bata de noche que pendía de una percha. Se rompió el cinturón, cayó al suelo y este milagroso fallo hizo que, a partir de entonces, Arturo amara la vida por encima de todo y de todos. La película que sobre él hicieron François Reichenbach y Bernard Gavoty lleva el significativo título de L'AMOUR DE LA VIE.

Con Picasso hay un arsenal de anécdotas, unas referidas a sí mismo (Arturo) y otras dedicadas a diversas personas. La de la guitarra no la conocía yo (o quizá no la recuerdo) pero es perfectamente posible, porque parece calcada de otra que le ocurrió con el pintor en Cannes. Hacía tiempo que Picasso había prometido a Arturo unos dibujos de su persona. La cosa se alargaba sin llevarse a efecto los dibujos, hasta que llegó el día. En esa ciudad de la Costa Azul francesa, y en el estudio del artista gráfico, Pablo cogió un bloc de hojas y trazó 24 dibujos del pianista, uno tras otro, a todo meter (fueron 24 porque decía el pintor que "ESTOS BLOCS SÓLO TIENEN 24 HOJAS"). Al preguntarle Rubinstein que por qué dibujaba siempre lo mismo, le respondió Picasso que en cada ocasión su rostro era único e irrepetible.

Nada más Ricardo. Supongo que seguiremos sugiriéndonos cosas sobre nuestro gran artista. Cordiales saludos. José Antonio.

Adolfo Ricardo Gallegos -

Este es el segundo correo enviado.

From: ar_gallegos@hotmail.com
To: janroncal@hotmail.com
Subject: RE: Datos Sobre Arthur Rubinstein
Date: Wed, 7 Dec 2011 13:18:47 +0000

Buenos días, José Antonio.

Le agradezco infinitamente su elocuente respuesta a mi requisitoria sobre su traducción de la Autobiografía de Arthur Rubinstein.
Lamento mucho saber que peligra la publicación de su arduo trabajo de traducción por motivos pecuniarios, pero nos toca vivir un periodo de crisis que es global. Espero fervientemente que se despeje esa nebulosa durante el 2012 y pueda cumplir su sueño de publicarla en diciembre de ese año, para conmemorar el trigésimo aniversario de la muerte de nuestro querido Arthur.

Como Ud. bien sabrá fue aquí en Buenos Aires, en la Clínica Marini (ya no existe) en Palermo, que nació Eva, la bailarina y fotógrafa, hija de Aniela y Arthur, el 18 de agosto de 1933, cuando este último se encontraba en gira de conciertos por latinoamérica. Vino en varias oportunidades a nuestro país y en una de ellas visitó a Don Manuel de Falla en su retiro en Alta Gracia, Córdoba. Hoy la casa es un museo. Estuve hace unos años y recuerdo que entre las cosas exhibidas había una foto de Rubinstein sentado al piano, con una dedicatoria manuscrita en francés que rezaba: A mon cher ami, Arthur Rubinstein.

Entré a Mercado Libre, como Ud. me indicó y encontré los tres volúmenes en francés. Los leeré mientras espero su traducción en la lengua de Cervantes.

Por último, y aprovechando su cordialidad, me gustaría preguntarle si sabe cuáles eran los idiomas que hablaba Arthur. He leido en muchos sitios que eran ocho; en la portada de un disco decía que eran siete que manejaba a la perfección y que él los consideraba como nativos.

Me despido cordialmente

Ricardo.




RE: Datos Sobre Arthur Rubinstein
José Antonio Noain Roncal
mié 07/12/2011, 03:19 p.m.Usted
Buenas tardes, Ricardo. No sé por qué, pero se me ha "quedado" más el Ricardo que el Adolfo. Así que, si no le parece mal, seguiré llamándole Ricardo siempre que nos comuniquemos.

Respondo a su pregunta del final. Si se trata de hablar idiomas de modo natural (aunque habría que matizar fechas para cada uno de ellos, según lo que el mismo Arthur dice a lo largo de su autobiografía), afirmo rotundamente que 8 (ocho). A saber: polaco, ruso, alemán (podríamos decir que fueron, por diversas circunstancias, sus tres lenguas de nacimiento; o sea, "nació" con tres lenguas); a ellas hay que añadir francés e inglés (sus numerosas y prolongadas estancias en París y Londres le fueron de gran ayuda); después, el italiano (los tifosi le adoraban) y el español (España, según él mismo confiesa, fue su segunda patria, y El Quijote la bandera que le sirvió de forma definitiva para apuntalar con soltura el lenguaje; sin olvidar sus numerosas y también prolongadas giras por Hispanoamérica: Argentina y Uruguay en primer lugar, más tarde México, Cuba, Venezuela y Colombia, sin olvidar a Chile y el Perú). Y finalmente, el portugués a la brasileira. No hay que olvidar sus numerosas giras por esa gran nación así como su relación con grandes músicos brasileños, sobre todo Heitor Villalobos y también Nepomuceno, así como con franceses-brasileiros del corte de Darius Milhaud y Paul Claudel. Esos 8 idiomas los dominaba sin duda, sí o sí ... como se dice ahora. Además, según él mismo confiesa, entendía perfectamente tanto el serbio como el croata por su similitud con con el ruso y el polaco respectivamente. Y el latín le encantaba, no así las matemáticas. No lo hablaría, claro, pero la base lógica que le proporcionó la lengua del Calcio y de Cicerón se observa igualmente en sus interpretaciones. Hay libertad en su rubato, pero dentro de una estructura real de escuela académica. Así que vamos a redondear dejando el número en 10.

La fecha del 18 de agosto de 1933, nacimiento de su primogénta Eva, la tengo muy en mi memoria, sobre todo tras haber intercambiado impresiones y solicitado permiso para la publicación personalmente con ella, a través del correo electrónico e incluso por correo postal. En el año 1935, los Rubinstein (Artur y Aniela "Nela") hicieron una larga gira por extremo Oriente que duró medio año. La gran preocupación de Arturo (así le llamaban en los países de lengua hispana y en Italia) era llegar a tiempo para celebrar el segundo aniversario de su niña. Cosa que consiguió a las 11 de la noche de ese día, pues se le presentaron problemas entre medio: por ejemplo, al pasar por la URSS, José Stalin quiso que Rubinstein tocara en el Kremlin en una gran recepción internacional que iba a ofrecer. Pero nuestro gran artista rechazó la invitación indicando que en ese país había grandes músicos que lo podían hacer tan bien o mejor que él. Todo por estar en el segundo "día de días" de su hija. Y así podría seguir contando anécdotas.

Me alegro de que haya "dado" con los libros franceses. El comienzo del segundo, Grande est la vie, es también el inicio de su primera gira por Argentina, Uruguay y Brasil, que luego se extenderá a los otros países hispanoamericanos citados. Su amor por Hispanoamérica se demuestra de mil maneras hasta el final de su autobiografía, sin solución de continuidad. Pero, claro, usted lo leerá en francés. Y no es lo mismo para un hispano parlante hacerlo en francés que en español. Espero que llegue el día en que esto último sea posible.

Nada más, Ricardo. No me cabe duda de que podremos extendernos "a modo" sobre la figura de Arturo Rubinstein y lo que ha significado no sólo dentro de la música (y del pianismo en particular) sino de la cultura en general. Que ha sido muchísimo. Con repasar los índices a que he aludido, uno puede darse perfecta cuenta.

Cordiales saludos. José Antonio Noain.

Adolfo Ricardo Gallegos -

From: ar_gallegos@hotmail.com
To: janroncal@hotmail.com
Subject: Datos Sobre Arthur Rubinstein
Date: Tue, 6 Dec 2011 14:11:55 +0000

Sr. José Antonio Noain Rocal

Estimado Profesor:

Mi nombre es Adolfo Ricardo Gallegos, tengo 47 años y soy de Buenos Aires, Argentina.

He leído con sumo placer la entrevista que realizara a Ud. el Sr. Antón Castro, en Zaragoza, para El Heraldo, sobre las memorias de Artur Rubinstein. Soy amante de la música, especialmente del piano y Rubinstein es mi pianista preferido.

Por tal motivo, le escribo para saber cuándo saldrá su traducción al español de esos volúmenes y cuál será la editorial que las publique.

He conseguido hace algunos años la versión francesa de un solo volumen: Les jours de ma jeunesse, pero lamentablemente no he podido dar con los otros volúmenes.

Le agradezco de antemano su atención y le ruego sepa disculpar mi atrevimiento.

Atentamente.-




Buenos días, Ricardo. Ayer, 6 de diciembre, celebramos en España el Día de la Constitución y estuve algo alejado del ordenador.

Me alegra que leyera con interés la entrevista que me hizo Antón Castro en Heraldo de Aragón de Zaragoza, y que vio la luz de la prensa el 10 de febrero. Creo que en internet no aparece la entrevista completa, aunque sí lo principal.

Desde esa fecha han ocurrido varias cosas, que sería prolijo detallarlas aquí. Las dos principales han sido:

1ª Que encontré editorial en Madrid, e importante, especializada en temas de Artes y Letras. Les propuse la idea de publicar mi traducción de las Memorias o Autobiografía de Arthur Rubinstein. La recibieron con agrado y me dijeron que el proyecto parecía interesante. Que para que ellos se hicieran una idea del tipo de traducción que yo había hecho, les enviara uno o dos capítulos, cosa que hice inmediatamente; les mandé los dos primeros del primer volumen, Les jours de ma jeunesse, el mismo que tiene usted. La responsable directa de la editorial me contestó diciendo que era una traducción preciosa, que sonaba muy bien, y que tenía mucho encanto. Me pidió que le enviara el texto completo, para cotejar la traducción con el original inglés-americano. Cosa que hice en sendos pdf, uno por cada libro.

2ª Pasaron casi cinco meses desde esa fecha, principios de junio, y llegó el 28 de octubre. Ese día recibo la contestación definitiva de la responsable. Me dice que la tarde anterior se reunió el consejo de la editorial, compuesto por cinco personas (los dos mayores accionistas o dueños, dos consejeros y la misma responsable) y que a pesar de que se trata de una traducción que está a la altura de las de los mejores profesionales de la casa, han decidido no publicarla debido a su amplitud y al elevado coste, teniendo en cuenta, sobre todo, que las perspectivas de venta para el año 2012 son muy escasas debido a la crisis. Y que en todas las editoriales de alrededor ocurre lo mismo. Por tanto, y en principio, mi gozo en un pozo.

Mi idea, que la conocían perfectamente en la editorial, era que la publicación se hiciera en diciembre de 2012, es decir ... dentro de un año, para conmemorar el trigésimo aniversario de la muerte de Rubinstein, ocurrida en Ginebra el 20 de diciembre de 1982. La respuesta negativa hace difícil que se pueda llevar a cabo, porque no hay previsión de que el negocio editorial disfrute de una nueva bonanza a lo largo del próximo 2012.

Yo les contesté oportunamente, indicándoles que, a pesar de todo, soy optimista por naturaleza y que esperaría mejor ocasión, teniendo en cuenta que el trabajo está acabado por completo, que lo he repasado nueve veces y que me encuentro satisfecho de lo relizado. A la traducción propiamente dicha he añadido cinco índices onomásticos, trabajo igualmente de bastante amplitud, que ayudarán mucho a la lectura de la obra y a encontrar con facilidad los datos de mayor interés para el lector.

Esta es la respuesta que le puedo proporcionar. La única posibilidad que veo de publicar mi traducción en la fecha señalada reside en que me toque el GORDO en la lotería de Navidad y lo publique yo mismo por mi cuenta y riesgo.

Por otro lado, y ya que tiene usted el primero de los tres tomos en francés, le diré que consultando en internet he visto que en Argentina hay alguna editorial que posee la obra completa en la lengua de Molière. Habría que entrar en mercadolibre.com.ar. Por ejemplo, allí se puede encontrar GRANDE EST LA VIE, el segundo de los tomos de la autobiografía.

Y nada más, Ricardo. Me encanta saber que usted es también un gran rubinsteiniano. Todo cuanto pueda ayudarnos a ambos en este sentido será siempre una gran noticia.

Reciba mi más cordial saludo, y me encantaría poderle dar buenas noticias en fechas posteriores. José Antonio Noain.


Adolfo Ricardo gallegos -

fe de erratas: "riqueza extraordinaria" quise escribir. se trató de un error de tipeo por la proximidad de ambas letras en el teclado y por no haber releído el texto antes de publicarlo. Pido disculpas, pero la triste noticia me ha dejado consternado. No tuve la dicha de conocer al profesor personalmente, pero me habría encantado. Soy de Buenos Aires, Argentina.

Adolfo Ricardo Gallegos -

Tristísima noticia enterarme de la muerte del Profesor José Antonio Noain Rocal. he tenido la fortuna de comunicarme con él a raíz de nuestro interés común por el músico polaco. Después de pasar y superar una grave enfermedad que me aquejó desde fines de 2013 y que afortunadamente he podido superar y encontrando su dirección de correo electrónico que creía perdida, hoy le he vuelto a escribir sin conocer la infausta noticia de su muerte. Publicaré, por este medio y a modo de reconocimiento póstumo, los correos que intercambiamos en 2012, pues creo que éstos son de una riqueza estraordinaria y quisiera compartirlos con quienes estén interesados en leerlos. Q.E.P.D.

jcfg -

Respetamos tu opinión y entendemos tu malestar aunque dudo que este sea el foro adecuado para debatir estos temas. En mi caso los hermanos de la Salle tienen una dedicatoria en mi proyecto fin de carrera y gracias a ellos y su exigencia me he convertido en un profesional de éxito tanto como ingeniero como profesor en dos escuelas de negocios. Como ves en la voña del señor hay de todo...

Raul -

Carmen

Poca vergüenza la tuya, que tu lo pasases bien no significa que los demás mintamos y que tú digas la verdad.

Ver delante mío como se aprobaba a una compañera mía que llevaba media de 7 suspensos sólo porque iba a Pamplona a estudiar Medicina como su padre, un importante médico del Clínico.

Ponerme cara de asco cuando saqué un 8.5 en Selectividad en septiembre. Lo único que se le ocurrió decirme es que eso lo tenía que haber sacado en Junio. Se ve que mi padre fuese tapicero y mi madre ama de casa no fue suficiente para darme el empujón que si le dieron a la hija del médico.

Y no me vendas la milonga del resentido. Simplemente soy una persona que no tiene nada que agradecer a esa institución. Una persona a la que entre éste tipo, el Alejandro y el Cuesta amargaron su adolescencia como a muchos otros a base de llamarles inútiles, reirs de ellos o enviarlos al campo despectivamente. Ahora somos químicos, matemáticos, ingenieros o economistas gracias a nuestro trabajo no a la moral y educación que nos dieron esta gente y no a su abnegación como docentes.

Carmen -

Raúl: lo que escribiste sólo tiene un nombre: difamación. La memoria te falla y en todo caso te estás confundiendo de persona, a no ser que, con toda intención, te estés inventando lo que has puesto porque no te gustó que fuera justo contigo y porque eres consciente de que no se puede defender: ¡qué bajeza la tuya! El Hno. José Antonio distaba muchísimo de ser lo que dices. Se preocupaba por sus alumnos mucho más allá del ámbito meramente académico, y hasta límites que ni sospechas. ¡Con qué ligereza juzgas! Fue buena persona y buen profesor. NO MIENTAS. Que todo pasa factura.

Raul -

Ni lo tengo por buena persona ni por buen profesor.

Siempre favorecia a los hijos de alguien famoso o que le hacían mucho la rosca. Los que sólo queríamos ir a clase eramos como fantasmas para él.

Luis V. Felpeto -

Generoso.Inteligente.Persona con gran cultura y de criterios muy lúcidos en el mundo musical.Se hizo querer incluso sin conocerlo personalmente.

Carlos Fatás -

Me dio clase en el 93.Gran profesor y persona. Siempre estará en mi recuerdo. La Salle no será lo mismo sin él.

sergio -

Tuve a José Antonio como profesor en La Salle-Gran Vía, y en la niebla del recuerdo que va difuminándose, sus clases de música, con breves fragmentos para conocer la historia de los clásicos; así supimos de Sibelius o Falla, de Bach y Vivaldi.
Descanse en paz.
Gracias por recordarle, Antón.