POEMAS DE MANUEL RUIZ AMEZCUA
El libro ‘Del lado de la vida. Antología poética(1974-2014)’, de Manuel Ruiz Amezcua, con prólogo de Antonio Muñoz Molina, publicado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, contiene mucha poesía social y política, mucha indignación contra quienes nos gobiernan. Ahí va una muestra. Además, el autor, muy gentilmente, me envía dos poemas más.
LA GLORIA SE PUDRE SOLA
La calumnia, que adorna vuestras bocas.
La injuria, que ampara vuestros labios.
La mentira, que os hizo miserables.
Esa vileza crónica
curtida en la rapiña del poder.
Esa mirada, tan vacía
de ideas como ahíta de miseria.
Esas palabras, huecas como el aire.
Esa infamia, cocida a cieno lento.
Ese astuto rosario de maldades
de antiguos perros de siempre,
hoy con distintos collares.
Esa sabiduría en el engaño.
Esa lenta basura programada
de mugre vuestra con cabal conciencia.
Esa cucaña. Esa maldad siniestra…
Todo lo que me empuja a contestaros
que vuestra vida es una ofensa,
que habéis perdido la memoria y la vergüenza.
LA ESPAÑA ETERNA
(Y PROFUNDA)
[A Juan Mengíbar]
Tienen el alma impermeable,
creo que escribió Machado.
Devotos y matuteros,
les dejó como epitafio.
Cambian siempre de chaqueta,
si les ofrecen buen caldo.
Los conozco hace ya tiempo.
Los sufro hace muchos años.
A los que van como pícaros
y a los que ejercen de santos.
A los que van de rebeldes
y viven como vasallos.
A los que ejercen de nobles
y actúan como villanos.
Reconozco a los hundidos
y conozco a los salvados.
Oteo a los redimidos
y veo a los condenados.
Me asustan los poderosos
que aumentan siempre lo malo.
Sé de esas leyes eternas.
Sé de esa casta de sobra.
Sé de esa noche y sus sombras.
De los que roban a solas
y de los que en las tribunas,
con mucha y buena tramoya,
engañan a sus esclavos.
Como a buenos feligreses,
a ellos todo les da igual.
Su único Dios: el dinero.
Su única patria: medrar.
Como buenos parroquianos
siempre fueron muy taimados
y durante cuarenta años
glorificaron a Franco
con sus mismísimas manos.
Y nunca contra el tirano,
ni contra nada del clero,
que nada manifestaron.
Cultivaron el silencio,
y los que nunca callaron
esos fueron muy poquitos
y lo acabaron pagando.
Esos fueron unos cuantos
y lo pagaron muy caro.
De los otros, los de Franco,
ahora gobiernan sus hijos
hace casi cuarenta años,
como lo hicieran sus padres.
Y siguen los mismos pasos.
Y siguen libres las manos
para robarnos los cuartos.
Siempre tuvieron muy cerca
la intención de la venganza
para convertirse en amos.
Se vengaron como siempre
y disfrutaron odiando.
Se vengarán cuando puedan,
llevándose lo que quieran.
Y cuando no puedan vengarse en ti,
lo harán en tu descendencia.
FUEGO EN LO OSCURO
[Para Sara, nuestra perra.]
Acaba de nacerle un hijo.
Lo ha llevado en su vientre
dos meses y unos días.
Va de acá para allá
con la locura del instinto,
con el desasosiego de la sangre,
con el temor de la tristeza.
Gruñe y jadea, mueve
el cuerpecillo inmóvil.
Sus ojos son el reino del espanto.
Hay algo que la enloquece,
que no entiende,
que no puede comprender.
Y mira desde otro mundo…
Se queda quieta, esperando a la vida.
Se queda sola, lamiendo a la muerte.
*La foto es de Virxilio Vieitez.
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