LUISA GAVASA: UN DIÁLOGO
DE TÚ A TÚ
LUISA GAVASA. Acaba de ser elegida Hija Predilecta de Zaragoza. Y a la vez concluye el rodaje de 'La Novia', el segundo largometraje de Paula Ortiz. Está llena de proyectos y de entusiasmo.
"LA MEJOR MANERA DE CRECER ES VIAJAR"
-Da la sensación de que uno de sus lemas podría ser “Gracias a la vida”.
-Desde luego. Cuando hice los 50 años, reuní a mis amigos en una gran fiesta y dije eso: “Gracias a la vida”. La vida ha sido generosa conmigo: en amigos, en amores, en trabajo: el año que viene haré tres películas. También he aprendido algo: cuanto más das, más recibes.
-Se le ve muy emocionada...
-Lo estoy. Primero por carácter y actitud vital: soy emotiva o emocional, ardiente, entusiasta, por decirlo así. Acabo de hacer una papel extraordinario, el de la madre, en la película ‘La novia’ de Paula Ortiz, a la que ya siento como mi directora, y ahora esto...
Se refiere a la distinción de Hija Predilecta de Zaragoza.
Casi no me recupero. Era algo que no había imaginado ni en mis mejores sueños. Y, además, hacía veinte años que yo estaba en mi ciudad en las fiestas del Pilar.
-¿Qué significa para usted el honor?
-Es algo muy especial. Piense que mi padre, José Luis, era joyero y hacía las medallas para la ceremonia. Especialmente la medalla de oro. En primer lugar he sentido una gran emoción por mis padres: ellos han muerto ya, él hace 26 años, ella hace ocho. Fueron unos padres ideales, perfectos. A a mí me dijeron, cuando les anuncié que me iba a Barcelona a hacer teatro: “Vive como quieras. Te apoyaremos siempre”.
-Parece que estaba usted más próxima a su padre...
-Quizá sí, pero mi madre era una mujer increíble. Fue profesora y campeona de Aragón de tenis. Y, además, esta distinción me ha hecho mucha ilusión por otra cosa: soy abuela, tía, suegra, hermana, madre, etc., pero ya no era hija. Y esta distinción me permite ser hija de nuevo: hija de Zaragoza, mi ciudad, y devolverle todo mi amor.
Usted vivió en varias ciudades: Barcelona, París, Londres, Nueva York, ahora en Madrid. ¿Qué se aprende viajando?
Que todos somos iguales en todas partes. Que hay comidas tan ricas como la tortilla española o como la paella, aunque sean riquísimas. Aprendes que el mundo es amplio y rico, que son espléndidas las fresas de Roma, las pizzas de Nápoles, que hay ciudades tan bellas como la tuya, y al reconocerlo no pasa nada. La mejor manera de crecer es viajar; así dejamos de ser racistas o nacionalistas.
-Tendríamos que hablar de teatro...
-Ha sido mi cantera, el arranque de mi profesión y de mi vida.
-Usted ya será para siempre la solterona Luisa Roche de ‘De tu ventana a la mía’.
-Sí, es un papel especial para mí, aunque yo ni quiero ser una sesentona ni una solterona. Reivindico la pasión, la sexualidad, la curiosidad a los 60.
-En esa película trabajó con Álex Angulo. ¿Cómo lo recuerda?
-Su muerte fue un disgusto horroroso, una conmoción, no solo para mí, sino para toda la profesión. En la película, tenía un papel más breve que el mío y se puso de inmediato a mi disposición con una generosidad infinita.
*La foto de Luisa la tomo de aquí:
https://antoncastro.blogia.com/upload/externo-28994b4f06768b7e8416b0395e6c5b3b.jpg
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