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Antón Castro

DE 'CULPABLE PARA UN DELITO'

UNA ZARAGOZA CON METRO Y PUERTO DE MAR

 

Historia de la película ‘Culpable para un delito’ de José Antonio Duce

 

Por Pedro Zapater. Heraldo.es

 

ProyectAragón ofrece este domingo la oportunidad de volver a los bajos fondos de la capital aragonesa, recorrer la zona portuaria, o coger el metro, tal y como planteaba el filme ‘Culpable para un delito’, dirigido por José Antonio Duce en 1966 y estrenado en el cine Coliseo de Zaragoza el 10 de abril de 1967. La película se proyecta este domingo a las 19.30 en la Sala Cai Luzán (Independencia, 10) dentro de las sesiones del ciclo ’Zaragoza, territorio de cine’, y contará con un coloquio en el que intervendrán los historiadores de cine Luis Antonio Alarcón y Francisco Javier Lázaro.


’Culpable para un delito’ fue uno de los mayores éxitos de la productora zaragozana Moncayo Films, primer intento serio de crear una industria cinematográfica en Aragón. En aquella aventura estuvieron, junto a José Antonio Duce: Emilio Alfaro, Julián Muro, José Luis Pomarón y Víctor Monreal. También se unieron a Moncayo Films, Jesús Casamián, Pedro Fernández Boado, José Otal, Epi Muro, Manuel Serrano y José Antonio Aznar. El crítico Manuel Rotellar no llegó a pertenecer a la productora aunque estuvo muy vinculado a ella como amigo y asesor.

Los orígenes de la productora zaragozana se fraguaron en los despachos de Radio Zaragoza gracias a Julián Muro Emilio Alfaro, que lograron reunir a Duce, Pomarón Monreal para concentrar su talento y cimentar una industria cinematográfica en Aragón que se mantendría durante una década, y en la que se produjeron 10 filmes (seis cortometrajes y cuatro largos).

Fernando Sancho no fue el culpable

El rodaje de ’Culpable para un delito’ fue todo un acontecimiento en la capital aragonesa. Comenzó en enero de 1966 y contó con un equipo técnico íntegramente aragonés. En el reparto también figuraban nombres de la escena cultural aragonesa como Pedro Avellaned, Manuel Labordeta, Ignacio Moreno o Pilar Delgado, entre otros. En los días previos al rodaje se publicaron anuncios en HERALDO en los que se solicitaban extras para participar en una película que un principio iba a protagonizar el actor zaragozano Fernando Sancho. Sancho no pudo compaginar las fechas debido a otros compromisos cinematográficos y, finalmente, Hans Meyer ocupó su lugar.


Uno de los reclamos de la cinta era, sin duda, Hans Meyer, un actor sudafricano de origen alemán muy conocido en la época por los anuncios de Terry, en los que aparecía bebiendo coñac y diciendo: “Terry me va”, junto a una bella modelo, Christa Päffgen, más conocida como Nico, la musa de The Velvet Underground. 

Para Hans Meyer, o ’Míster Coñac’, como se le conocía popularmente, el papel de Martín Baumer en ’Culpable para un delito’ supuso el despegue de su carrera como actor tras realizar pequeños papeles en películas francesas como ’El presidente’, de Henri Verneuil, o ’Pierrot, le fou’, de Jean-Luc Godard. Con más de 100 apariciones en cine y televisión, su carrera cinematográfica continúa hasta hoy.

 

Zaragoza, una jungla de asfalto

Junto a Meyer figuraban en el reparto tres bellas actrices: Yelena Samarina Perla Cristal, como ’femmes fatales’; y Dina Loy, en el papel de Mónica. El filme centra su argumento en las bases del cine negro norteamericano y el film noir francés, mediante la trama del falso culpable, empleada por Hitchock en filmes como ‘Con la muerte en los talones’ o ’39 escalones’, en la que un hombre acusado de asesinato deberá probar su inocencia. La película mantiene la tensión de principio a fin, pese a que las críticas de la época acusaban un ritmo decreciente en la segunda mitad del filme. Sin embargo la cinta se vendió para su exhibición comercial en EE. UU. y tuvo un notable éxito de crítica en el país norteamericano.

Con una serie de planos picados y una estética cercana al documental en algunos momentos, la película logra crear el ambiente de un thriller policiaco cuya acción transcurre en una inhóspita metrópoli. En una ficticia ciudad marítima y portuaria, con su barrio chino y conectada por metro, en la que se pueden adivinar varias localizaciones zaragozanas como la Confederación Hidrográfica del Ebro (como comisaría de Policía), la plaza del Pilar, el Ayuntamiento de Zaragoza, el puente de Hierro, la antigua Facultad de Letras en la plaza de la Magdalena, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, el Centro Cívico Delicias, la avenida de Navarra, el paseo de la Independencia, la iglesia de San Antonio de Padua, el paseo Cuellar y el parque de Pignatelli, el paso subterráneo de la avenida de Madrid (donde se ubica el metro), la fábrica de Chocolates Orús, la desaparecida estación de Campo Sepulcro, el Museo Provincial, el hotel El Cisne de la carretera de Madrid, la sala Oasis, la plaza Ecce Homo, una cafetería situada en elPasaje Palafox o el Club Náutico, son algunas de ellas.

En los días previos al estreno del filme se convocó un concurso anunciado en medios de comunicación en el que se ofrecían 10.000 pesetas al espectador que más localizaciones lograse descubrir al ver la película. Hubo varios máximos acertantes y se procedió a un sorteo para designar al ganador en un acto en el teatro Argensola donde, según contaba HERALDO el 12 de noviembre de 1967, “Como sorpresa final, la productora Moncayo Films reserva la presencia de Zori, Santos y Codeso con las primerísimas vedettes Anne Marie Roser y Milagros Ponty para que sean ellos los que hagan entrega del premio”.

 

Un estreno accidentado

El cine Coliseo fue la sala elegida para el estreno de ’Culpable para un delito’ aquel 10 de abril de 1967, una ’premiere’ que contaría con la presencia de su protagonista Hans Meyer. Sin embargo, una fatalidad impidió su presencia en Zaragoza para ese día: al salir en coche de París, donde se encontraba por trabajo, sufrió un grave accidente de tráfico a 30 kilómetros de la capital gala. Su vehículo derrapó en el hielo y dio cuatro vueltas de campana. Meyer sufrió varias heridas y tuvo que ser operado. Su estado era grave y por momentos se llegó a temer lo peor. Como consecuencia de los golpes se fracturó el hueso malar y todos los huesos de la nariz.

El médico le prohibió que emprendiera viaje pero doce días después Meyer se dirigía a Zaragoza. En las oficinas de Moncayo Films se recibió un telegrama: “No estoy muerto. Stop. Llegaré mañana. Stop. Estropeado, pero llegaré. Stop. Abrazos, Hans”. En una entrevista publicada el día 21 de noviembre de 1967 confesaba: “El día del accidente iba vestido como en la película. Quise presentarme en Zaragoza vestido de Martín Baumer pero...”

’Culpable para un delito’ fue uno de los filmes más exitosos de la productora. Sin embargo, los días de Moncayo Films estaban contados debido a tres factores determinantes: la muerte repentina de Víctor Monreal en un accidente de tráfico en Tarragona (tenía 28 años) afectó mucho al grupo y cada miembro emprendió caminos diferentes. Por otra parte, la ley de Fraga de 1967 que suprimía las subvenciones estatales al cine impedía contar con garantías de futuro. Algunos de sus miembros dependían de otros trabajos para subsistir y decidieron volver a ellos para salir adelante. Lo más significativo de todo es que Moncayo Films nunca contó con el respaldo de instituciones aragonesas, ni de exhibidoras, prensa o radio. No tuvieron ayuda de nadie y ese fracaso moral acabó por ahogar las aspiraciones de la productora aragonesa más importante de la historia del cine en Aragón.

 

*Este texto aparece hoy en Heraldo.es. Y es de Pedro Zapater.

1 comentario

Victoria -

Gracias, Antón, por difundir este relato. Un abrazo