Blogia
Antón Castro

PEPA SANTOLARIA: RÉQUIEM

PEPA SANTOLARIA: RÉQUIEM

[Estos días, a los 69 años, fallecía Pepa Santolaria, galerista de arte en Ámsterdam y compañera del pintor Jan Van Eden. La entrevisté en su casa de Sabayés en el verano de 2007; me acompañó mi hija Aloma. Creo que Jan van Eden preparaba una exposición para la Fundación Alcort de Miguel Ángel Córdoba. Recupero esta entrevista. Conservaba un magnífico recuerdo de ella. Aquí se ve su fascinante vida, su entusiasmo, su pasión por la creación artística, su voracidad de conocimientos. Me escribió un poco antes de Navidad para recordarme un viaje aplazado a su casa en Ámsterdam.]

 

 

PEPA SANTOLARIA

"La cultura y los artistas son la esencia de la vida, sin ellos no podríamos sobrevivir"

"Mi boda fue de película, imagínese que despierto en África, con los colores, sonidos y olores de este continente"

"Hemos trabajado todos intensamente en esta casa de Sabayés: las vacaciones eran campos de trabajo"

"Jan Van Eden es un pintor de mensaje, se involucra y muestra lo que siente y piensa, y lo hace sin tapujos"

 

Textos: Antón Castro Fotos: Aloma Simpé

 

 

Pepa Santolaria es la dueña de la galería ART Singel 1000 de Amsterdam. Esta oscense es una apasionada de su oficio, y esposa y cómplice del pintor Jan Van Eden, que ha expuesto en la UNED y en septiembre presentará su obra en la Fundación Alcort de Binéfar. Ambos alternan su residencia entre Sabayés y la capital holandesa.

¿Cómo se vive en Sabayés?

Yo siempre digo que tengo lo mejor de los dos mundos: la combinación de vivir en Amsterdam y en Sabayes es perfecta.

¿Cuál es la vinculación de su familia y la suya con Sabayés (Huesca)?

Por parte de la familia de mi padre, los Santolarias han vivido desde tiempos inmemoriales en esta área de Belsue y Sabayés. Aunque mi padre salió del pueblo bien pequeño, él siempre sintió y nos inculcó, a mi hermano y a mí, un gran amor por Sabayés y un gran respeto por la naturaleza. Nosotros pasábamos unas vacaciones inolvidables aquí, en la casa de mi abuelo, luego de mis tíos.

¿Qué las hacía inolvidables?

Es inolvidable para mí que me dejaran ir a la fuente montada en un burro pequeño cargado de cántaros, yo me agarraba al cuello y bajaba la cuesta mirando aquellas orejas adornadas con una guirnalda de moscas. De vez en cuando el burro las sacudía, las moscas se quedaban suspendidas en el aire para volver, un segundo más tarde, al mismo sitio. Recuerdo el calor, el olor de las higueras, el lavadero donde lavaban las mujeres. Debía de ser una vida dura pero a mí me parecía un paraíso, además las mujeres estaban o al menos parecía que llevaban sus tareas felices y contentas. Mi tía guardaba las tortas en una armario enorme, allí había dobladas a la perfección sábanas de lino, manteles, servilletas, toallas y las tortas. Eran unas tortas suaves con gusto a huevo: las recuerdo como las mejores que he comido nunca.

Creo que estudió Contabilidad.

Después de unos estudios básicos hice Contabilidad, empecé a trabajar en la Habilitación del Magisterio de Huesca, debía tener unos 17 años y fue toda una experiencia hacer nóminas y pagos a los maestros de la provincia. Entretanto seguía aprendiendo, primero francés, luego taquigrafía y más tarde inglés. Sentía curiosidad por todo, leía muchísimo y , no sé cómo ocurrió, pero de pronto pasé de ser una persona alegre que adoraba bailar y ponerse guapa a sentirme parte del movimiento existencial francés de los 60. Leía las obras de Violette Leduc, Francois Sagan, Simone de Beauvoir y hasta Sartre. Hubo unos años en los que vestía medias negras y llevaba la melena lacia y un jersey de mangas larguísimas. Nuestra música en casa era también francesa: Charles Aznavour, Adamo y Edith Piaf. Profesionalmente se puede decir que me he hecho a mí misma.

Hacia 1964, apareció por Huesca el joven geólogo y futuro pintor Jan van Eden... ¿Cómo entraron en contacto?

Jan y yo nos conocimos en mi casa de Huesca. Jan conoció a un amigo de mi hermano en Puente Montañana, donde hacía sus prácticas de geología, y , cómo no, lo invitaron a que viniera a pasar las fiestas en nuestra casa. Yo oía hablar "del holandés" que les había caído muy bien a mis padres y a mi hermano…Al año siguiente volvía de un viaje de San Sebastián, llegué tarde y encontré unos pies que sobresalían de mi cursi cama de madera blanca labrada. Eran los pies de Jan.

La escena es muy prometedora. ¿Cómo maduró la pasión?

Al principio Jan no me hizo ni caso. Luego empezamos a hablar y, a pesar de la diferencia entre una mentalidad liberal holandesa y la de una oscense de los años 60, nos hicimos buenos amigos. Siguió viniendo cada verano y entretanto también nos escribíamos. Jan se fue a Zambia con un contrato de tres años pero solo había pasado uno y medio cuando empezó a "echarme de menos" y me pidió que me casara con él. Olvidé inmediatamente mis planes de continuar en Londres (donde perfeccionaba mi inglés), escribí a mis padres contándoles mis proyectos y llegamos a un acuerdo: pasaría en Huesca unos meses con ellos y después me iría a Zambia.

¿Qué la atraía: él, el deseo de aventura, el embrujo de África?

Tenía la sensación de que vivía como en un sueño que duró muchos, muchos años. Adoro a mis padres, a mi hermano, a mi familia, pero me fui y no sentí añoranza. Eso sí, les escribía todas las semanas aquellos aerogramas azules (uno para mis padres y otro a los padres de Jan) contándoles mis experiencias y aventuras. Mi madre los guardó todos, así que un día de éstos, si estoy en la cama con una gripe o algo así, sacaré el paquetón y los leeré.

Recuérdenos cómo vivían en África…

Jan trabajaba en un centro de investigación geológica. El grupo era pequeño y cada uno de una nacionalidad diferente, teníamos nuestras casas tipo colonial con jardines grandes y había mucha vida social. Me recibieron con los brazos abiertos y organizaron cantidad de cenas, "tea parties" y fiestas de bienvenida. Me sentí muy bien acogida. Mi sentido de adaptación debe ser alto, porque allí donde he vivido, en una ciudad grande con una vida social intensa o en un campamento en medio de la selva, siempre me he sentido bien.

¿Cómo fue su boda en África?

De película, pero no de las de ahora, imagínese que despierto en África, con los colores, sonidos, olores de África, y unas horas después estábamos casados. Fue la primera boda no tribal que se celebró en Kalulushi. Al día siguiente salimos de viaje de novios hacia el lago Kariba en Rhodesia (ahora Zimbawe) y fue entonces cuando ocurrieron ese tipo de experiencias inolvidables: los ciervos corrían alrededor de nuestro coche, de pronto había que parar porque cruzaba la carretera de tierra roja un grupo de elefantes. En el bungalow donde dormíamos se oían los animales cerca y en el lago había rocas, que tiempos después descubrí que no eran sino hipopótamos.

Usted se encontró viviendo con un holandés que tenía un inequívoco afán: quería ser sólo pintor.

Jan era geólogo y también pintor, pero la pintura era algo que solo podía hacer los fines de semana que no estaba en los campamentos. En esos días nosotros nunca íbamos a las comidas de domingo que organizaban, ni a jugar al golf, ni a navegar, solo salíamos de noche. Durante el día Jan pintaba en su estudio y yo no le veía. Le dejaba su zumo de naranja en la puerta del estudio y me iba hacer mis cosas. Incluso hoy solo entro en el estudio cuando Jan me invita a hacerlo para enseñarme alguna obra. En algunas cenas oficiales que se celebraban en nuestra casa, hubo gente que asumió que era yo la que pintaba. Y nosotros dejábamos que lo pensaran.

Hubo un instante en que, tras perderlo casi todo, decidieron adquirir una casa en Europa... Y se acordaron de Sabayés.

Lo perdimos casi todo, salvo la pintura porque la enrollábamos. Hemos trabajado todos intensamente en esta casa, las vacaciones eran campos de trabajo y , aparte de mi familia, nuestros amigos también venían aquí a trabajar, por eso quizás esta casa tiene algo especial. Es una casa que te "abraza". Estamos rodeados de arte, donde vivimos siempre nos rodeamos de arte.

En 1985, más o menos, Jan van Eden dice adiós a la Geología y se trasladan a Amsterdam. ¿Cómo surgió la idea de crear una galería de arte?

Cuando me fui a Londres con la idea de perfeccionar mi inglés, lo que hice en realidad fue descubrir el arte, los de mi generación vivíamos en un vacío cultural intenso. Éramos como esponjas absorbiendo conocimiento y cultura. Aún hoy siento lo mismo: no me canso de aprender y nunca tengo bastante. Tanto es así que tengo que controlar el desasosiego, esa realidad tremenda de sentir que, cuanto más sabes, más consciente eres de lo poco que sabes. Londres fue un descubrimiento para mí. En 1968, realicé mi primera visita a la Tate Gallery, la primera gran exposición que vi fue de Willem de Koning. Ese año también visité una exposición de Pablo Picasso. Tenía varias amigas, una de Huesca, con las que hice una amistad que aún perdura, e íbamos a espectáculos de música, danza, teatro. Ése fue el principio de una inquietud, de un amor y un gran respeto por el arte y por el artista creador. La cultura y nuestros artistas son la esencia de la vida y sin ellos nuestra sociedad no podría sobrevivir. Naturalmente, ésa es una faceta que me une intensamente a Jan Van Eden. Y en 1987 fundamos la galería ART Singel 100, especializada en el expresionismo figurativo.

Ha expuesto a algunos artistas aragoneses como Carrera Blecua, Jorge Gay, está a punto de exponer a Mapi Rivera...

En varias ocasiones vi la obra de Carrera Blecua en Huesca y me impresionó. Sus obras eran pura poesía, pero al mismo tiempo tenían fuerza. Empezamos a trabajar juntos con éxito. Los holandeses entienden el lenguaje de Carrera Blecua, que inspira y atrae por su sensibilidad. La gente me entiende cuando les digo que su pintura tiene alma. La obra de Jorge Gay se "sale" bastante de nuestra línea, nuestro público se sorprendió cuando llenó el espacio con su mundo del "Silencio de los pájaros". Fue una experiencia muy bonita y me quedé con ganas de más. Y este año, Mapi Rivera y yo vamos a atrevernos a presentar su obra. Con un poco de suerte, serviremos de plataforma para introducirla en el mundo de la fotografía contemporánea en Ámsterdam.

¿Cuál es la repercusión de su galería?

La galería ART Singel 100 es reconocida en Holanda, pertenece a la Asociación de Galerías NGA y hasta ahora, seguimos consiguiendo el subsidio para nuestros clientes del Mondriaan Stichting, un sistema por el cual nuestros clientes pueden adquirir obras en nuestra galería y pagarlas con la ayuda de prestamos especiales para arte, de los cuales el gobierno holandés cubre el interés. Un sistema fabuloso que, aparte de otras muchas ventajas, facilita la compra. Gente muy joven también se beneficia de este sistema, que ha sido la base de muchas colecciones.

¿Cómo definiría al artista Jan Van Eden, heredero del expresionismo figurativo?

La técnica en la pintura de mi marido Jan se va adaptando a lo que él desea representar, pero el dibujo siempre es la base, por eso aparece cada pocos años una nueva línea en su trabajo, empezando por el expresionismo puro de los años 60 y llegando a la cuasi fotográfica imagen de sus obras de hoy. Jan es un pintor de mensaje, se involucra y muestra lo que siente y piensa, y lo hace de una manera contundente y sin tapujos. Sigo admirándolo como pintor y como persona.

 

 

[Pepa Santolaria ha vivido en tres continentes desde mediados de los años 60. Aquí está en Zambia, donde se casó y donde vivió escenas de película. Pepa conserva muchos álbumes de aquellos días, y algunos tan pintorescos, que capta la sesión de baño.]

*Pepa Santolaria y Jan Van Eden, en la casa que "abraza" de Sabayés: un refugio de arte abierto a la Hoya y a las montañas altivas.

0 comentarios